La falta de personal suma presión sobre la terapia intensiva en Neuquén

Las clínicas están llegando al máximo de ocupación y no pueden habilitar nuevas unidades porque no disponen de trabajadores. El número de ocupación volvió a crecer ayer con los nuevos contagios.

La escasez de personal de salud para atender pacientes que requieran cuidados intensivos es uno de los factores que hoy suma presión sobre el sistema sanitario de Neuquén. El porcentaje de ocupación llegaba al al 71% ayer al mediodía, pero desde las clínicas privadas advierten que hay unidades que no podrán habilitarse por falta de recurso humano.

En la provincia hay 155 camas de cuidados críticos distribuidas entre el sistema público y el subsector privado y capacidad para sumar otras 35, según la información oficial. Desde que comenzó la pandemia se sumaron 52 unidades, la mayoría en el hospital Castro Rendón que es el de mayor complejidad.

En el escenario actual, sin embargo, ya no alcanza con mirar el número de respiradores disponibles sino también de terapistas.

El director del Policlínico Neuquén, Humberto Lorandi, detalló ayer que la ocupación está al 100% con pacientes no covid y que, si bien tienen la posibilidad de habilitar otras seis camas “no hay personal”. “Ese es el gran problema ahora. El personal está sobrecargado, tenemos bajas y hay enfermeros que se han ido a otros lugares”, planteó.

La clínica dispone de 22 camas, pero las que hoy pueden funcionar son 18 y todas permanecían ayer ocupadas. Lorandi indicó que se está analizando “seriamente implementar la dedicación exclusiva, que es la única manera de poder trabajar”.

Este tipo de estímulo existe en el sistema público para los profesionales médicos, pero no incluye a la carrera de enfermería, la de mayor rotación y pluriempleo.

En la clínica Pasteur, su director Juan Peláez advirtió una situación similar. Si bien señaló esta semana que aún tenían disponibilidad de camas de cuidados críticos, alertó que “lo difícil es el recurso humano que escasea”.

El trabajo que se está haciendo desde febrero hace que los equipos estén cansados, haya agotamiento y se necesiten recambios en los planteles. Se requiere un compromiso de toda la sociedad».

Andrea Echauri, subsecretaria de Salud de Neuquén.

En el Cmic, las 12 unidades de terapia intensiva estaban ocupadas, en la foto de ayer, con pacientes no covid. El director médico Rodrigo Rabuffetti explicó que algunos de ellos fueron derivados desde el hospital Castro Rendón por su necesidad de liberar unidades y que otros llegaron a través de las obras sociales.

Indicó que aún no experimentaron problemas de falta de personal, pero sí registraron bajas de enfermeras que se trasladaron al sector público. En la clínica Chapelco de San Martín de los Andes, añadió, sí

existe una dificultad mayor.

De las seis camas de terapia intensiva con las que cuenta, tres están ocupadas y no disponen de médicos terapistas ni enfermeros para habilitar nuevas. Rabuffetti explicó que había personal que viajaba desde Bariloche que ya no puede hacerlo más y señaló que la Zona Sanitaria IV se había comprometido a designar nuevos profesionales y aún no lo hizo.

Hasta el lunes al mediodía, Neuquén tenía 38 pacientes con covid-19 en terapia intensiva, equivalente a una ocupación del 47% de las camas reservadas para atender el virus. El porcentaje sube al 71% si se suman personas con otras patologías o traumatismos.

En números

23,3
camas de terapia intensiva cada 100.000 habitantes hay en Neuquén, casi el doble que en Italia, donde el sistema quedó saturado.


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