La gente en contra de los políticos, no de la política

Un sondeo revela que el 90% apoya los cacerolazos y el 70% tiene desconfianza en los partidos

Buenos Aires (ABA)- «Todo esto es muy extraño, no hay antecedentes en otros lados del mundo y por ahora los sociólogos no tenemos una explicación coherente para interpretar lo que pasa», dice el politólogo Daniel Lutzky, quien organizó la primera encuesta para elaborar u-na somera radiografía de la nueva Argentina, la del cacerolazo.

De acuerdo a este sondeo realizado por la consultora Estrategias para la Comunicación sobre 100 casos en Capital Federal, gran Buenos Aires y La Plata, el 90 % de los consultados respalda los cacerolazos y tres de cada cuatro de ellos asegura que participaría en un cacerolazo. Pero, ¿qué pide la gente? Es difícil sacar precisiones. Sólo el 53% de los entrevistados cree que debería haber elecciones anticipadas. Además, un 44% considera que el país necesita «un gobierno que defienda la Nación», pero la mayoría de ellos duda cuan-do se les pide especificar qué quiere decir «defender la Nación». Otro 26%, en cambio, solicita que «surja algo nuevo», aunque tienen problemas similares: no saben dónde buscar.

«La confusión de la gente es normal. Todos perciben que está surgiendo otro país y no hay dónde buscar precedentes claros que ayuden a comprenderlo. Pareciera que la sociedad civil está dispuesta, ahora sí, a comprometerse con la democracia», señala Lutzky. «Es notable, pero notamos que los encuestados no le temen a la política, sino a los políticos. Pero creen que la solución es modificar la clase dirigente, no exterminarla», agrega.

En estas asambleas incipientes de «cacerolistas», que surgen en los cien barrios porteños y en las ciudades del interior, la mayoría de los autoconvocados se acercó para encontrar una vía de protesta contra el corralito financiero. Pero enseguida entraron en debate otros reclamos, que iban desde el pedido de un nuevo plan económico al ruego de mejorar la seguridad vecinal.

Sin embargo, hay autocrítica en las respuestas. Aunque el 98% cree que los principales culpables de esta crisis son -en este orden- Carlos Menem (98%), Fernando De la Rúa (97%), todos los políticos (97%), La Alianza (95) y las grandes empresas (93%), ocho de cada diez entrevistados reconoció que la culpa es de «todos los argentinos».

Y a pesar de que la bronca con la clase política es importante, la gente no quiere volver al pasado. Menos de un 3 % elige la opción de «un dictador que ponga orden» a la hora de buscar una solución. A Menem le va aún peor: sólo el 0,7 % de los encuestados pidió que «vuelva al poder».

En un comienzo, en las históricas jornadas que derivaron en la renuncia de Fernando de la Rúa, los cacerolazos eran producidos por ciudadanos autoconvocados, indignados con la crisis política y económica. Pero ahora, cuando el movimiento espontáneo ya echó por tierra a dos mandatarios, la clase media ha entendido que su poder social continúa siendo muy fuerte. El proceso de la protesta de las cacerolas ingresa ahora en una etapa decisiva: todos comprenden que el método no puede seguir basándose en la espontaneidad y en esa anarquía que cae tan simpática. Los «cacerolistas» buscan la mejor opción. En Buenos Aires, ya surgieron casi una centena de asambleas vecinales, que se juntan en determinadas esquinas cada semana para debatir el rol del nuevo movimiento de protesta.

«Ya no sólo se reúnen para organizar cacerolazos, sino también para empezar a diseñar propuestas», dice Lutzky.

El 20 de diciembre, casi tres mil representantes de las distintas asambleas se reunieron en Parque Centenario para decidir mediante el voto directo las medidas de reclamo. De allí surgió un suceso inédito: por primera vez se convocó «oficialmente» a un cacerolazo. La movilización de ayer fue, por eso, un hecho original.

Son muchos los vecinos que creen que así se está perdiendo la pureza y la fuerza natural de los cacerolazos: para ellos, el movimiento debe permanecer sin promover líderes. «Ya les pasó a los piqueteros, cuando aparecieron los jefes a negociar se desvirtuó el sistema», gritó un joven en la asamblea del viernes del barrio de Colegiales. En general, la resistencia a los liderazgos es compartida. Pero hay coincidencia en que se debe encauzar la coordinación de los reclamos y de a poco ir buscando una identidad propia.

Numerosas manifestaciones por alimentos y trabajo

BUENOS AIRES- Varios grupos de desocupados continuaron con los cortes de rutas y avenidas en reclamo de alimentos y puestos de trabajo, mientras se extendieron las protestas sociales en distintos puntos del país por los problemas financieros que provocaron las medidas económicas del gobierno. En algunos barrios de la Capital Federal y en La Matanza, desocupados y miembros de villas se concentraron frente a supermercados a pedir comida.

En el barrio de Nueva Pompeya, unos 100 residentes de las villas 21 y Barrio Zavaleta de Parque de los Patricios, ingresaron al supermercado Coto con un pedido de 500 bolsones de comida y frente a la negativa de la empre-sa, que argumentó que reparte alimen-tos a entidades nacionales, permanecie- ron frente al local en forma pacífica.

En Villa Luzuriaga, partido de La Matanza, unos 500 desocupados reclamaron 600 bolsones de comida frente al hipermercado Carrefour ubicado frente a la rotonda del Camino de Cintura y Don Bosco, calles que fueron cortadas por los manifestantes. La policía informó a DyN que se trataba de personas enroladas en la Corriente Clasista y Combativa y el Movimiento de Trabajadores Desocupados, por lo que se implementó un importante dispositivo de seguridad con 100 policías como medida preventiva ante un posible saqueo. Otro centenar de desocupados manifestó ruidosa pero pacíficamente frente al supermercado Coto ubicado en la avenida Eva Perón al 4700 del barrio de Mataderos.

En La Plata unos 300 desocupados de Ezeiza cortaron el tránsito en la calle 7, entre 39 y 40, frente al Ministerio de Trabajo en reclamo de puestos.

En Hurlingham más de un centenar de personas de escasos recursos, enrolados en la «Cooperativa Vivienda, Crédito y Consumo Padre Mujica», mantienen el corte iniciado hace tres días en el cruce de la avenida Gaona y Vergara en reclamo de la cesión de terrenos del estado nacional para construir viviendas, en el partido de Morón.

En Zárate, en la esquina de las calles Bolívar y Andrade, unos 100 vecinos continuaban con el corte de transito y «cacerolazao» iniciado la semana pasada contra la Cooperativa Eléctrica por las abultadas facturas de pago que recibieron.

Finalmente, alrededor de 300 desocupados de la zona sur cortaron el tránsito en el Puente Pueyrredón en reclamo de puestos de trabajo y de una reunión con el presidente Eduardo Duhalde. Desde allí, los manifestantes que responden a la agrupación Aníbal Verón, aguardaban la noche para apoyar el cacerolazo en la Plaza de Mayo, a donde confluían.

También en Mar del Plata se congregaron cientos de manifestantes para reclamar puestos de trabajo.

En Córdoba, 50 comerciantes y empleados autoconvocados de la zona céntrica cortaron el tránsito y realizaron un cacerolazo en la puerta de los Bancos Galicia y Francés en protesta contra el «corralito». (DyN/AR)

Presuntos ayudantes de Moyano presos

BUENOS AIRES- Dos presuntos colaboradores de Hugo Moyano están detenidos por haber agredido a efectivos de la Policía Federal y a vecinos del barrio de Barracas que hacían un «cacerolazo» frente a la vivienda del sindicalista. Al momento de ser detenidos, según fuentes judiciales, los dos hombres, de 40 y 45 años, tenían en su poder un arma de calibre 22 en forma de lapicera, que habría sido disparada recientemente, y envases de gas paralizante con el que habían rociado a los policías y a los vecinos.

Todo comenzó el miércoles a la tarde, cuando un grupo de vecinos de Barracas concurrió hasta las esquinas de las avenidas Montes de Oca y Martín García, e iniciaron un cacerolazo en cercanías de la vivienda del jefe de la denominada CGT rebelde y del sindicato de camioneros. Según el relato de testigos presenciales y de los policías, se acercaron hasta el lugar los supuestos custodios o guardaespaldas de Moyano, que quisieron acallar la protesta a los gritos, hasta que la refriega verbal entre ambos bandos subió de tono y empezaron los forcejeos y corridas.

Entonces, los efectivos de la comisaría 26 se acercaron hasta el escenario de las refriegas y empezaron a intervenir, hasta que los supuestos hombres del sindicalista sacaron los aerosoles del tipo PEPEQ y accionaros los mismos contra civiles y uniformados, según las fuentes.

Los testimonios no eran coincidentes sobre la lapicera-pistola incautada a uno de los hombres, pero la policía informó que presentaba una bala en la recámara y una vaina servida, o sea que antes había sido accionado el gatillo. Dos de los efectivos de la comisaría 26a que trataron de sofocar el incidentes fueron trasladados al hospital Churruca con síntomas de parálisis y contusiones.(DYN)


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