La historia del enfermero que vino a Neuquén a dar una mano y se contagió de covid

Jorge Domínguez quiso venir a Neuquén para asistir al sistema de salud colapsado, pero no lo dejaron porque tenía 60 años. Días después fue autorizado y trabajó en el Castro Rendón. Allí se contagió de coronavirus y debió ser internado de gravedad. Hoy salió de terapia y agradeció al personal de salud de una clínica privada que lo atendió.

El enfermero de Merlo, Jorge Alberto Domínguez quiso venir a Neuquén para reforzar el recurso humano del sistema de Salud provincial que estaba colapsado durante los primeros días el mes de octubre. Cuando estaba por subirse al avión, recibió un mensaje que le informaba que habían rechazado su postulación porque la ministra de Salud provincial, Andrea Peve consideraba que tenía 60 años de edad e integraba el grupo de riesgo.

Pese a la primera negativa, Domínguez logró arribar el 24 de octubre con la autorización de la dirección nacional de Emergencia Sanitaria de Nación, durante el período de mayor colapso sanitario provincial.

Una vez en suelo neuquino, comenzó a prestar tareas en el servicio de Clínica Médica del hospital de mayor complejidad.  Al transcurrir el noveno día comenzó a tener  fiebre. El test confirmó que se había contagiado de coronavirus. Mientras realizaba el aislamiento en el Espacio DUAM el virus mutó y contrajo una neumonía.  Fue trasladado al Heller, luego al Bouquet Roldán, hasta que consiguió un lugar disponible en una clínica privada situada en la calle Santa Fe donde permaneció internado con oxígeno durante más de 12 días.

El enfermero comentó que contrajo el virus en el momento que ingresó al Castro Rendón una paciente con diagnóstico de hemorragia digestiva y un cuadro de cirrosis hepática crítica. Fue atendida por los enfermeros del turno noche y de la mañana donde estaba él asignado. A la madrugada siguiente le realizaron el hisopado a la mujer y dio positivo.

Antes de regresar a su hogar de provincia de Buenos Aires, Domínguez  envió una carta al centro de salud privado. Allí expresó su “enorme mi agradecimiento como paciente”, por la atención y dedicación de los médicos y enfermeros mientras estaba a más de 1100 kilómetros de su hogar.  “Yo los animo a continuar con esta bella pasión y labor y esfuerzos de cada uno de ustedes para seguir salvando vidas”, enfatizó.

Domíngez permanece internado en la clínica, hoy pudo ser transferido a una habitación común y calcula en dos o tres días le darán la alta médica.  

El enfermero aseguró que el trato  del personal sanitario de la clínica ha sido “excelente y profesional”.  “Ustedes aquí fueron mi única familia. Nadie los obliga a hacerme reír, tomarme de la mano, pasar un ratito conmigo cuando lloraba todos los días”, expresó en su misiva.   

Durante su estadía en el Castro Rendón, Domínguez comentó que el hospital estaba “saturado”, “desbordado” y  que el personal estaba “exhausto”. Mencionó  que en la sala de Terapia Intensiva del quinto piso había 34 camas de un lado y 12 del otro. Todos los pacientes  tenían respirador respirador y traqueotomía. Mencionó además que en un pasillo había pacientes en camillas entubados porque no había más camas disponibles.  

Domínguez trabajó en unidades de terapia intensiva y en el manejo de respiradores durante 10 años en la Armada Argentina, en Ecuador y en Chipre. El personal de salud de la clínica privada donde permanece internado, le agradeció el gesto de venir a asistir a los médicos y enfermeros de Neuquén.


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