«La lectura es un acto de amor»

– ¿Sabe qué le pasa a Mel Gibson?

– Sólo leí el título de la contratapa de Río Negro del martes 1 de agosto.

– ¿Vio La Pasión de Cristo?

– Por supuesto, me emocionó escuchar los diálogos en latín y en arameo.

– ¿Confía Dios en nosotros?

– Sí… Dios confía en nosotros con intensidad, totalmente y siempre. Nos ama.

– Usted me podrá decir: ¿Shakespeare era uno o muchos que firmaban como uno solo?

– Siempre se tienen sospechas y los estudiosos investigan cuando alguien escribe tanto y tan bien… ojalá hubiera habido en Inglaterra contemporáneamente tantos dramaturgos geniales, pero hubiera sido una corporación medieval más que un producción renacentista, ¿no?

– ¿Conoce a Jorge Valdano?

– Por supuesto, leí sus Cuentos de Fútbol.

– ¿Qué le hubiera preguntado a Borges?

– Le pregunté varias cosas, entre otras sus opiniones sobre Leopoldo Marechal o sobre Valle Inclán… y sus respuestas dejaron ver al lector prejuicioso. Una pena. Otras más privadas no me atreví y me arrepiento.

– ¿Y a Cortázar?

– Qué son las mancuspias.

– Se me ocurre que Borges podría haber sido un buen músico, ¿qué opina al respecto?

– El siempre se declaró un sordo para la música.

– ¿Y es Hamlet un concheto como dice Nicanor Parra?

– Nicanor toda la vida ha sido un iconoclasta, no creo que a los conchetos los atribulen los problemas de la trascendencia, pero sí que ser aristócrata, aunque fuera de un neblinoso reinito medieval, ya suponía algo de concheto.

– ¿Qué está leyendo?

– El Pibe de Guillermo Saccomano y El cuerpo de Hanif Kureishi.

– ¿Qué tiene pensado releer?

– Agosto es el mes de Borges… voy a releer su Antología personal.

– ¿Qué es un libro entrañable?

– Aquel que una vez que lo leíste te acompaña, aunque sea con una sola frase durante toda tu vida.

– ¿Qué es el acto de la lectura?

– Un acto de amor ¡¡¡ Por supuesto!!! terminado, quedás rendido, pleno y feliz.

– Yo siento a veces que si estoy leyendo no me puedo morir justo en ese momento, después no sé, pero no en ése, ¿le pasa algo parecido?

– Coincido con vos, leer es para mí sinónimo de vida, si leo, existo (lego, ergo sum). No somos los únicos, Rosa Montero opina lo mismo y cita a Graciela Cabal: «Un lector tiene una vida muchísimo más larga que las demás personas, porque no se muere hasta que no acaba el libro que está leyendo».

– ¿Guarda flores en los libros?

– Nunca jamás, los libros son por sí mismos… ¿guardarías flores dentro de un amigo?

– Me gustan esos libros que han pasado por varias manos y en los cuales uno puede descubrir las urgencias de otros: mensajes, boletos, números de teléfonos. ¿Y a usted?

– Mientras el libro se pueda leer, porque hay cada tipo que hace acotaciones tan …especiales.

– ¿Qué es un mensaje en una botella?

– Una forma extrema de publicar.

– ¿Qué son los niños?

– Futuros lectores y la sal de la vida.

– ¿Cuál ha sido el libro más complejo que jamás haya leído?

– No sé, mi intelecto gritaría Ulises de Joyce, pero mi corazón te dice El museo de la novela de la Eterna, de Macedonio Fernández

– ¿Y el que más la ha marcado?

– Por lo que está presente en mi memoria y que se aparece solito con una referencia a cualquier situación de mi vida te diría que Martín Fierro.

– ¿Qué tres libros se llevaría a una isla?

– Ficciones de Borges, Memorias de Adriano de Margarite Youcenar, posiblemente El Quijote (en la última edición de la Real Academia), más poemas de Miguel Hernández y una novelita de Osvaldo Soriano para matizar el luto.

– ¿Qué es la paz?

– En estos momentos una utopía.

– ¿Están nuestras vidas escritas en las estrellas?

– Más bien están las estrellas escritas en nuestras vidas, si no fuera así cuántos poemas nos hubiéramos perdido.

– ¿Para qué la humanidad va a Marte?

– Para comprobar si las descripciones de Bradbury son verosímiles.

– Le refiero nombres y usted me dice algo sobre de ellos:

A) Pizarnik: la POETA con mayúsculas.

B) Alberto Laiseca: aún no le hinqué el diente.

C) Ricardo Piglia: un intelectual brillante, un brillante narrador intelectual.

D) Paul Auter : ¡ídolo! te engaña, te hace trampas, te cuenta lo mismo de cien maneras distintas y no lo podés soltar. El narrador que sabe qué quiere su lector y se lo da.

– ¿Me explica una aspirina?

– ¿Con una adivinanza está bien?

Gordita y blanca por fuera,

amarguita por dentro,

apta para todo servicio.

-¿Y un campo de concentración?

– Te contesto en verso para quitarle dramatismo a la pregunta:

Campo de concentración:

Una aberración

sin explicación

– Cómo le recomendaría a un amigo un libro de Roberto Bolaño?

– Si quiere conocer cosas terribles que sucedieron en Chile a mano de un filo nazi, escritas de la mejor manera posible, que lea Estrella Distante. Y si quiere conocer a Bolaño como personaje de novela, que lea Soldado de Salamina de Javier Cercas.

– ¿Espera sentada en el pórtico de su casa a que pase el cadáver de su enemigo?

– Jamás , salgo a ver qué puedo hacer para que aquel que se considera mi enemigo cambie su corazón y pueda llegar a ser mi amigo.

– ¿Se prepara para vivir cien años?

– Intento, hay tanto para leer y como se escribe cada día más, no me alcanzarán ni doscientos para ponerme medianamente al día con la literatura argentina.

– ¿Qué es un taller literario?

– Un taller de lectura: un grupo de fanáticos que gozan con compartir un libro. De escritura: una aventura maravillosa si da como resultado una Paola Kaufmann.

– ¿Dónde están los amigos?

– El tango te contesta «en las buenas y en las malas», y un viejo relato griego dice «donde está tu corazón».

– ¿Es sagrado el vino?

– ¡¡¡¡¡Segurísimo !!!!!

– ¿Qué espera de internet?

– La respuesta inmediata y actualizada a miles de dudas y una comunicación instantánea con el mundo.

– Me han dicho que dormir junto a una biblioteca puede ser perturbador. ¿Opina de la misma forma?

– Si es un biblioteca de otro e intentás conocerla, es muy posible que no duermas en toda la noche. Si es la tuya, dormís protegido.

– ¿Mantiene diálogos silenciosos con los espíritus de quienes escribieron los libros?

– Una vez que el libro salió de la imprenta se independizó, tiene su vida propia y dialoga con cada uno de los que lo ha leído. Algunos son demasiado parcos y otros muy conversadores. Depende de los días.

– ¿Tiene usted un blog?

– Lo tiene «Me queda la palabra», pero está totalmente desactualizado porque la que debe escribir… pierde el tiempo leyendo…

– ¿Y una página favorita dedicada a la literatura?

– También «Me queda la palabra» tiene una página web en las mismas condiciones: www,geocities.com/mequedalapalabra Me lleva menos tiempo y siento más espontáneo hacer el programa de radio.

– ¿Qué es un maestro?

– Aquel que ama lo que enseña.

– ¿Emprenderá un viaje en solitario?

– Emprenderé dentro de poco, en pareja y en casilla rodante, un viaje a un lugar muy solitario: el altiplano chileno, argentino, boliviano. Veré con qué libros de los ya leídos (de Rivera Letelier, de Alcides Argedas, de Tizón entre otros) me encuentro en esas soledades.

– ¿Se consolará en la sabiduría de un gurú?

– No creo, en cuanto a sabios y filósofos soy irremediablemente «cristiana y occidental».

– ¿Qué es la creatividad?

– El motor de la vida.

– ¿Qué desea cenar, Cecilia?

– Una tabla de quesos con abundante ensalada.

– ¿Qué es el deseo en la literatura?

– El gran móvil, cuántas tragedias, cuántos fogosos poemas, cuántas increíbles novelas ha permitido el deseo. Te acordás de: «…serán cenizas, mas tendrá sentido polvo serán, mas polvo enamorado».

CLAUDIO ANDRADE

candrade@rionegro.com.ar


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