“La maestra jardinera no es la segunda mamá”
Dos maestras jardineras nos explican por qué el 28 de marzo festejan su día y el de los jardines de infantes, cuál es la importancia del nivel inicial en la educación formal de niños y niñas y qué desafíos deben afrontar como docentes a futuro.
RIONEGRO.COM.AR
Cada 28 de mayo se celebra el día de los jardines de infantes en homenaje a la fundadora de la primera institución de este tipo en nuestro país, la maestra riojana Rosario Vera Penaloza, que trabajó por los niños y niñas en sus primeros pasos por el sistema educativo formal.
En diálogo con rionegro.com.ar, dos maestras del Jardín de Infantes N°12 de General Roca, Leticia Biec y Marysol Alvarez, directora y vice de la institución, destacaron el aporte de Vera Penaloza en un momento de la historia en que las mujeres no estaban visibilizadas en el ámbito de lo público y en el diseño de políticas educativas.
“El nivel inicial es el primer paso en el inicio de la educación sistemática de niños y niñas. El nivel tiene una identidad propia, no somos preparación para sino que en esta etapa el niño adquiere los conocimientos necesarios, las actitudes, los valores, los hábitos y las rutinas” que necesita para este momento de su vida, señaló Biec.
Alvarez agregó que “tiene importancia y objetivos propios y gracias a su metodología de trabajo es un nivel que el niño disfruta, no lo padece. Como decía Rosario Vera Penaloza parece que estamos jugando pero estamos trabajando y educando”.
Es importante “jerarquizar el nivel y la labor de la maestra jardinera”. “No es la segunda mamá sino que las docentes que lo eligen por vocación son verdaderas profesionales para tratat con los niños atienden a sus intereses, necesidades y particularidades”, acotaron. Esa es la base de su trabajo.
Por otra parte, reconocieron que “el niño de hoy no es el niño de hace unos años atrás”. Señalaron que “está atravesado por esta vorágine, por diferentes problemáticas sociales, por los medios tecnológicos y masivos de comunicación social que hace que el niño esté más informado y que la familia también sea diferente a la familia tradicional. Ante todo esto el jardín tiene que tener la apertura necesaria para abordar esas diferencias, concluyeron.
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