La obra de modernización de Bustillo comenzará en un mes: ¿Cómo es el plan?

La primera etapa incluye 4 kilómetros hasta la intersección con la calle Boock. El municipio diseña un esquema para que el tránsito conviva con las tareas que se extenderán por 2 años.

La obra de modernización de la avenida Bustillo comenzará el mes próximo, según el compromiso de Vialidad Provincial, y por su envergadura y duración está llamada a generar una importante alteración en la vida cotidiana de la ciudad. Por eso en el municipio ya evalúan en detalle el plan de trabajo con la empresa ejecutora a fin de minimizar los perjuicios sobre el tránsito y también sobre los frentistas.

Los recursos para la obra son aportados por el gobierno nacional y ya hay una preadjudicación resuelta desde hace varios meses en favor de la empresa local Codistel SA. Pero la firma del contrato quedó demorado “por razones administrativas”, según reconoció el titular de esa empresa, Walter Luzzardi.

El proyecto licitado solo incluye el tramo de 4 kilómetros desde el monolito a San Martín hasta el cruce de Bustillo y Boock. Una segunda etapa llegaría hasta el kilometro 8. En el tramo a intervenir se realizarán repavimentación completa, algunos ensanches, dársenas de giro y otras adecuaciones para mejorar la transitabilidad. También está previsto generar espacios para la circulación de bicicletas y de peatones, del lado del lago Nahuel Huapi.

Primero desde provincia se había anunciado que los trabajos empezarían en mayo, pero luego el titular de Vialidad de Río Negro, Raúl Grun, dijo que dejarían pasar el invierno. Ayer confirmó que sigue en pie la intención de empezar las obras en septiembre. El plazo de ejecución es de dos años, durante los cuales se verá limitado seriamente el tránsito en una vía que ya hoy registra frecuentes embotellamientos en los horarios pico.

Según indicó Grun, “cambió sustancialmente el plan original porque fueron incorporados módulos de infraestructura, como el colector cloacal, la red de agua potable, y el tendido eléctrico subterráneo para la nueva iluminación” de la Bustillo. Dijo que todo eso ya fue aceptado por Nación, pero ahora falta una venia final de los guardianes del presupuesto.

“Como es una obra que supera los 200 millones de pesos necesita un estudio económico financiero y la aprobación final de la dirección nacional de Inversión Pública, que es lo que está en trámite”, señaló Grun. Esa habilitación llegará en pocos días, aseguró, y quedaría todo dispuesto para la firma del contrato y la determinación precisa del inicio de obra.

El secretario de Ambiente y Desarrollo Urbano, Pablo Bullaude, dijo que entienden que se vienen momentos conflictivos y ya hubo un primer abordaje del “plan de trabajo”. Dijo que comenzaron a evaluarlo con otras áreas del municipio como Protección Civil y la subsecretaría de Tránsito. Señaló que “va a durar dos años y la colocación del pavimento va a quedar para el segundo. El primer año estará dedicado al zanjeo para la colocación de servicios”.

Según Bullaude el impacto será inevitable pero no tanto como algunos imaginan. “Va a haber vallados, máquinas, pero siempre van a quedar dos manos o al menos una disponible -detalló-. Si se corta por completo será solo algunas horas por un trabajo puntual”.

También indicó que está previsto señalizar la obra desde lejos (por ejemplo en el kilómetro 10 y en el kilómetro 8, y lo mismo desde el centro hacia el oeste) para que los automovilistas puedan prever los desvíos. Esas rutas alternativas tendrán un mantenimiento reforzado que también será responsabilidad de la empresa contratista.


Costos



El proyecto original tenía un presupuesto de 385 millones de pesos pero ya quedó desactualizado. Las empresas que compitieron (según los sobres abiertos el pasado 30 de diciembre) ya cotizaron el doble y la mejor oferta sería la de Codistel (714,4 millones) que también habría quedado desfasada.

Grun dijo que eso no es problema porque existe un índice automático de actualización, que Nación aplica sin necesidad de negociación alguna. Lo mismo señaló Luzzardi, el titular de la empresa.

Sobre la traza, el titular de Vialidad Rionegrina, dijo que no habrá conflicto con los frentistas, a pesar de que existen visibles invasiones del espacio público en varios puntos.

“El ancho necesario está asegurado, puede haber algún cantero, algún paredón, Pero se va a ir resolviendo durante la obra, como se hizo con la ruta de Mallín Ahogado -dijo Grun-. Nuestros profesionales va estar permanentes en el lugar”.

Insistió que el comienzo está muy próximo. “Nos llamamos todos los días (con los referentes del municipio) para resolver los temas previos y está todo dado para que empiece en septiembre”.

Dijo que el plazo fijado a la contratista es de dos años pero no quiere decir que habrá que esperar ese plazo para el inicio de la segunda etapa. Según Grun, se puede licitar el tramo del 4 al 8 antes de esa fecha y “depende de los recursos de Nación”.


Beneficios



Las mejoras, ensanches y “refuncionalización” de Bustillo fueron reclamadas durante años, pero no está claro aun si el diseño de los proyectistas resolverá todos los problemas. Hoy la avenida, de dos carriles simples, es la principal conexión con los barrios del oeste y resulta insuficiente en horarios como la primera mañana (para entrar) y a partir de las 17 (para salir de Bariloche). Esa sobrecarga se ve agravada en temporada alta de turismo.

Bullaude afirmó que si bien no habrá incorporación de nuevos carriles la obra aportará soluciones porque “el problema no es tanto el ancho sino la cantidad de entradas” no solo de viviendas particulares sino de hoteles, bungalows, un sanatorio, una estación de servicio, un supermercado y otros comercios. Dijo que habrá un carril central de espera que permitirá que los vehículos “giren sin detener el tránsito pasante”.

También sostuvo que mejorarán la seguridad y la calidad de uso con la disposición de carriles exclusivos para bicicletas y veredas para el peatón.

El director de Tránsito municipal, Carlos Catini, no es tan optimista. Aclaró que no conoce en detalle el proyecto y que no fue consultado. Dijo que tal vez desde el punto de vista escenográfico y turístico sea un avance grande, pero desde la funcionalidad no está tan seguro. Dijo que los terceros carriles podrían complicar más las cosas y provocar accidentes, porque para un diseño así además de tener conocimiento técnico en tránsito hay que “estudiar las idiosincracias” de los usuarios.

Dijo que el tercer carril suele ser tomado por los barilochenses como un permiso al sobrepaso. También dijo que en el momento actual puede parecer que alcanzaría con la obra proyectada para solucionar las limitaciones del Bustillo, “pero hay que recuperar la memoria de lo que fue antes de la pandemia y que alguna vez volverá a ser”, cuando las colas y el tránsito “a vuelta de rueda” a la hora de ingreso a escuelas y trabajos “llegaban hasta el kilómetro 13”.
También se preguntó qué soluciones se ofrecerán a los peatones que hoy bajan de un colectivo del lado del lago (por ejemplo)y hoy tienen tienen serias dificultades para cruzar la avenida, por la falta de semáforos, puentes u otras facilidades.


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