La parálisis económica empuja hacia abajo el precio de las propiedades

Los martilleros y titulares de inmobiliarias en Bariloche tienen reticencia a hablar de cotizaciones pero asumen que la actividad desde marzo está paralizada casi por completo y que las consecuencias son difíciles de estimar.

La crisis desatada por la pandemia de coronavirus impactó fuerte en la actividad inmobiliaria, al igual que en otros rubros, y la crisis se refleja en la caída de operaciones de compra venta, a la que se suman otros síntomas menos visibles como el ajuste a la baja en el precio de las propiedades.

Los martilleros y titulares de inmobiliarias tienen reticencia a hablar de cotizaciones, pero asumen que la actividad desde marzo está paralizada casi por completo y que las consecuencias son difíciles de estimar. El presidente del colegio que los agrupa, Sergio González, dijo que “para definir una tendencia habría que ver qué pasa hasta fin de año”. Indicó que una crisis de este calibre suelen provocar caídas de los precios en dólares del 5 al 10%, pero en el actual contexto podrían llegar al 15/20%.

Se trata de un mercado que tiene sus códigos y en general los propietarios no aceptan publicar reducciones de precio, salvo que estén muy urgidos. Pero el agente inmobiliario percibe cuando hay del lado del oferente una postura inflexible o bien disposición a negociar y bajar, llegado el caso. Sería la situación actual.

González dijo que hay “ofertas en disminución” y que faltan elementos para identificar una tendencia. Aclaró que “Bariloche es un mercado particular, con mucha gente que migra” y eso podría sostener las cotizaciones más que en otras localidades. Dijo que desde marzo hasta hoy tuvo un creciente número de consultas de “gente que quiere venir a Bailoche, por un cambio de vida”.

Aun así es cauteloso, aseguró que por experiencia son muchos los que preguntan pero “un 2 ó un 3% los que concretan”.

En términos concretos, la actividad se redujo un 70% dijo González. Las inmobiliarias estuvieron cerradas casi dos meses y sólo hace diez días obtuvieron permiso para abrir en horario acotado y con atención por turnos.

El titular de otra inmobiliaria, Julio Fernández, dijo que también tienen impedimentos para realizar una parte clave de su trabajo, que es mostrar una propiedad. “Sólo podemos mostrar un lote o una casa desocupada, pero para ir a propiedades ocupadas está complicado porque no hay protocolos”.

Fernández también dijo que el mercado “está muy parado, hay incertidumbre” y al menos dos propiedades que tiene en su cartera, por decisión de los dueños, “bajaron un 10%”.

Igual dijo que Bariloche “no deja de ser una plaza atractiva” y podrían empezar a influir los que tienen capital y buscan oportunidades. “Recién ahora empieza el contacto con la gente, no hemos sondeado todavía el ánimo del comprador”, refirió Fernández.

Consultado por precios de referencia, González precisó que “una casa chica, de 70 m2, con terreno de 600 a 800 m2 no baja de 150 mil dólares” y un departamento de uno o dos ambientes, a estrenar y bien ubicado, puede costar 95.000 dólares.

Locaciones

En relación con los alquileres, que se pactan en pesos, también los precios están en revisión y según Fernández “hay demanda sostenida y también mayor oferta,” porque una buena cantidad de unidades que se destinaban a turismo empezaron a alquilarse “permanente”.

Sobre los precios de alquiler  de viviendas señaló que “no se ajustan hace tres ó cuatro meses, que con esta inflación es como una baja”.

González dijo que la conmoción mayor por la crisis económica alcanzó a los alquileres comerciales, donde “es posible encontrar de todo”: inquilinos a los que el dueño les condonó un mes, o hasta dos, otros que pagaron en forma parcial, otros que renegociaron y unos pocos que comercios de “actividad esencial”, que pudieron pagar lo previsto en el contrato.

González sostuvo que “en general no hay comercio que se pueda sostener hoy sin renegociar valores”. Dijo que hay bajas de hasta el 50% y que todo se negocia “según la situación del dueño y las espaldas del inquilino”.

Aseguró que “la situación se va a complicar más si la temporada de invierno viene pobre”, como indican todos los vaticinios. A modo de precio testigo, dijo que un local en calles como Gallardo o Capraro, de 50 metros cuadrados, cuesta 27.000 pesos mensuales.

En viviendas dijo que uno de los datos nuevos es el cuidado de los propietarios a la hora de evaluar al inquilino y la preferencia por no contratar con personas sin ingreso fijo. “Son preferibles los docentes o empleados públicos”, indicó González. El sueldo asegurado hace la diferencia.

En relación con los precios, dijo que un departamento de dos ambientes “a la calle” en zona céntrica cuesta 18.500 pesos mensuales y una casa de 2 ó 3 dormitorios con terreno propio alrededor de 50 mil pesos, que pueden bajar a 30 mil si se trata de un dúplex con jardín compartido.


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