Fue vivienda, consultorio y ahora, la casona de la Escuela Laboral de Roca pisa los 93 años

80 estudiantes cruzan a diario el umbral de la puerta de madera, escondida detrás de algunas columnas, en esta casona de calle San Martín 845 de Roca. De pie a pesar de los años, las instalaciones de la actual Escuela de Formación Cooperativa y Laboral N°2 siguen vivas gracias a ellos, que la recorren mientras aprenden cocina, herrería y hasta construcción.


25 años cumple el próximo mes de abril este espacio educativo, pero las paredes que lo cobijan hace tiempo celebraron las Bodas de Plata. Construida en 1930, fue casa de familia primero. Y hasta donde pudo indagar este medio, allí también asistieron las alumnas de la Escuela Profesional de Mujeres, ícono de otros tiempos en lo referido a educación, género y roles dentro de la sociedad.


Cuando la cronista de RIO NEGRO pasa a conocer, el reloj da las 17.30 y el breve pasillo de salida se llena de colores, entre las pecheras de las profes y las mochilas de los adolescentes. Sonrientes salen al encuentro de sus familiares, que los esperan entre los rosales del frente del colegio. Un portón bajo, blanco y de esquinas redondeadas, se cierra luego detrás de ellos, custodio que de solo verlo, ya habla de otro Roca, que germinaba allá lejos en el almanaque.

Hugo Díaz, director de la Escuela de Formación Cooperativa y Laboral N°2. (Fotos: Juan José Thomes)


Perseverante a pesar de las necesidades, la Laboral 2 se muestra orgullosa de su trayectoria. El broche de la labor es la muestra anual que comparten con los vecinos y en redes sociales. No ha sido fácil llegar hasta acá: según guarda el Archivo de este medio, en todos estos años se han repetido los reclamos por problemas edilicios, con el servicio de gas y ahora con el transporte escolar, que todavía no funciona, limitando al 50% la asistencia. Pero como desde 1998, son sus integrantes los que sale a reclamar para conseguir lo necesario.


Apuntando a la formación integral, allí se dictan talleres de carpintería, herrería, albañilería, costura y tejido, adaptación laboral, panificación y cocina. Funcionan grupos para discapacidad mental y motriz, con áreas expresivas y educación física. Asisten estudiantes egresados de las Escuelas Especiales 1 y 12, además de “algunos estudiantes con discapacidad que están transitando el secundario, a quienes acompañamos en su trayectoria escolar”, explica Hugo Díaz, actual director.


Escuela Profesional de Mujeres



Ante la curiosidad por este rescate, fue el titular del colegio quien confirmó lo que funcionaba en este inmueble de techo a dos aguas, ventanas de arco, un altillo y baldosas en dos tonos. Era la Escuela Profesional de Mujeres de Roca, donde muchas se recuerdan cursando jornada completa a modo de colegio secundario.


La posibilidad de seguir estudiando después de 7° Grado, hace tiempo, no era lo más común ni en Río Negro ni en Neuquén, que fueron territorio nacional (no provincia) hasta 1957. Es que la mayoría tampoco podía costearlo y optaba por conseguir algún trabajo para empezar a colaborar en la economía familiar.


Pero los vecinos buscaban alternativas para generar espacios de formación, como sucedió en la creación de la ENET N° 1, la Escuela Profesional de Mujeres y la Escuela San Martín, del lado neuquino, posteriores a la Escuela de Arte y Oficios de General Roca (actual CET 1, fundado el 2 de Julio de 1938, siendo el primero en su tipo de toda la Provincia, según publicó la Legislatura con motivo de su 80° aniversario).
El Ministerio de Educación de la Nación, Dirección General de Enseñanza Técnica, publicaba desde Buenos Aires en 1951, los “Planes y Programas de Estudio para las Escuelas Profesionales de Mujeres”, para unificar la mirada con que trabajaba cada una en los distintos puntos del país. Oscar Ivanissevich, era el titular de la cartera, durante el primer gobierno de Juan D. Perón. Establecieron materias como religión o moral, cultura musical, diseño y ornato del vestido, educación doméstica (alimentación, vestido, vivienda, higiene y puericultura), que se sumaban a Economía Profesional, educación cívica y ética.


“Después a la hora del título, podías elegir en qué especializarte”, recordó Ana de Allen, que pasó por esas aulas en la década del 70.


Susana, nieta del médico bonaerense Félix Hilario Navarre, indica que él construyó este chalet de estilo pintoresquista y lo usó para vivienda familiar y consultorio. La torre alta con mirador funcionaba como habitación de huéspedes. Y se calefaccionaba con una caldera desde el subsuelo. Revive esos recuerdos y deja translucir la admiración. “Conozco su historia por haber escuchado a papá siempre, conocí la casa y estuve cuando se la declaró Patrimonio Histórico (en 2011)”, contó.

Félix Hilario Navarre, el primer dueño de la pintoresca casona.


Esta vecina de Roca piensa en aquellos años y afirma: si bien por dentro se le fueron modificando rincones, “el frente sigue siendo como el original, una hermosura”.


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