Nahuelito, la leyenda que siempre vuelve

Desde el texto que da cuenta de que Clemente Onelli buscaba un plesiosaurio en Bariloche a las decenas de videos de aficionados que parecen haberlo filmado, el fabuloso animal se las ingenia para mantener vigente su leyenda.

No importa que se haya navegado el lago con cámaras, o que haya teorías que lo desmientan, el Nahuelito parece siempre presente, siempre volviendo en su forma de leyenda o supuesto hallazgo inesperado,


Don Pablo Oreja, el escritor de General Roca, le ha dedicado páginas y páginas en su ameno y hoy prácticamente inhallable libro “Leyendas y tradiciones de Río Negro”. En este texto dedica un capítulo entero a explayarse sobre este fabuloso animal: “Cuando Clemente Onelli buscaba un plesiosaurio en Bariloche» se titula el capítulo que, hay que decirlo, fue uno de los primeros textos de nuestro “Nahuelito”.

La novela del escritor Carlos Rey titulada “Nahuelito, el misterio sumergido” es otra de las rarezas sobre la bestia. El autor expresa: “estamos seguros de que al escribir un libro sobre el misterio del Nahuelito –el cuero del lago Nahuel Huapi- encontraremos detractores que nos dirán que no hay ninguna demostración científica que avale su existencia”. “Sin embargo, en las tardes tranquilas, cuando nuestro lago está planchado, tardes en las que disfrutamos temperaturas que nos hacen reivindicar a nuestro pueblo, no son pocas las personas que lo han visto retozando, lejos de la presencia humana”.


Como dato extra, hay una hermosa postal turística en cuya parte inferior dice: “Desde 1939 – Chocolate artesanal Rapa Nui – Bariloche – Patagonia Argentina”.


Dicha postal reproduce una foto de la no menos famosa y distinguida “Modesta Victoria” que data del año 1944. Pero lo importante de esta “historia simple” es la acotación que reza: “Su Capitán solía relatar a los niños que esperaban en el puerto, sobre un misterioso ser acuático que merodeaba en sus travesías… lo llama “el Nahuelito”.

Las palabras del Capitán: ¿Promoción turística, cuento para entretener a los niños o fantástica realidad que le tocó avistar?

Finaliza su relato Fermín Oreja expresando que “han pasado muchos años, y la increíble historia del plesiosaurio languidece en las viejas colecciones de diarios y revistas de la época, en los trabajos de algunos publicistas y en los archivos de las dependencias administrativas”.


“Y sin embargo –acota Oreja- la fama del Nahuelito pertenece al mundo prodigioso de la fábula más conmovedora que atrajo, sobre Bariloche y sus lagos, la curiosidad del mundo entero”.

La leyenda –lo sabemos- siempre se realimenta con nuevos hechos reales o imaginarios que la promueven y mantienen en vigencia a pesar del tiempo y sus avatares.

¿Es el Nahuelito un atractivo turístico, como su pariente lejano el monstruo del lago Ness? ¿Se sigue apareciendo muy orondo sobre las aguas del lago? ¿Es un relicto de otras épocas?
Preguntas, solo preguntas. Pero, como sabemos, de leyendas también vive el hombre.


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