La reforma procesal civil de Neuquén empezará a debatirse en febrero del 2022

Será con la opinión de referentes de las escuelas de derecho procesal en la Legislatura, ámbito “natural” para el debate. Evalúan avanzar hacia un código específico para el fuero de Familia, el de mayor crecimiento de la demanda en los últimos años.

La Legislatura de Neuquén comenzará en febrero el debate de la reforma procesal civil de la provincia, un proyecto sobre el cual ayer mostraron sus coincidencias el gobernador Omar Gutiérrez, el vicegobernador Marcos Koopmann y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Germán Busamia.

El primer paso para comenzar a discutir será la invitación, en el segundo mes del 2022, a referentes de las escuelas de derecho procesal del país cuyas visiones ayudarán a definir, entre otras cuestiones, qué perfil se le otorgará a los jueces en el próximo código. “Hay dos vertientes que difieren en el rol que debe tener el juez en la tramitación de las causas: están quienes lo plantean como un mero espectador del proceso que deben resolver las partes y otros que le asignan un rol protagónico, incluso con la posibilidad de producir prueba”, explicó ayer Busamia.

En la reunión que mantuvieron ayer los tres funcionarios en la Residencia de la Costa, coincidieron en la necesidad de retomar la reforma, luego de años de parate, en un proceso que buscará ser “participativo, plural y horizontal”.

Será tarea de la Legislatura, en las próximas semanas, reglamentar el funcionamiento de la comisión interpoderes para definir los tiempos de reunión, su metodología e integración. Gutiérrez ya había anticipado que llevaría como representantes a esa mesa a la ministra de Mujeres y Diversidad, María Eugenia Ferraresso, a la de Juventudes, Sofía Sanucci, a la de Seguridad, Vanina Merlo y al de Gobierno, Osvaldo Llancafilo.

El Código Procesal Civil y Comercial está vigente hace unos 46 años y las autoridades consideran que ha quedado desactualizado respecto de los cambios sociales que experimentó la provincia en las últimas décadas.

Si bien en el 2015 llegó a presentarse un borrador para discutir un Código Procesal Unificado, la idea que se impone en esta ocasión es la de avanzar en uno específico para el fuero de Familia, cuyo volumen de demanda y especificidad ameritaría un tratamiento particular, anticipó el vocal del TSJ. Por otro carril se debatiría lo Civil y Comercial y aún está en duda si incluirá también el fuero administrativo, de reciente creación.

Desde el gobierno se planteó ayer la intención de trabajar para tener la reforma en el transcurso del 2022 y 2023, plazo que para Busamia es “muy optimista”, pero deseable de alcanzar.

Buscan un servicio de “mayor cercanía, con centralidad en la persona y no en el expediente” y que evite, en lo posible, llegar a la instancia de juicio mediante la utilización de otras herramientas como la mediación y el arbitraje.


Fuero civil: desde el Poder Judicial evalúan que el volumen de causas en esta área “se tiende a mantener”. La mayoría corresponden a cobro de pesos y demandas por daños en automotores.

Fuero laboral: la tendencia aquí en los últimos años ha sido de crecimiento en cuanto al volumen de demandas que ingresan, pero “leve”.

Fuero de familia: viene experimentando un aumento “mucho mayor” que los otros fueros, con una tendencia muy marcada respecto del aumento de causas. Alrededor de un 41% corresponden a denuncias por violecia de género y el resto se distribuye en demandas por alimentos y divorcios. Evalúan la redacción de un código procesal específico para esta materia.


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