Exclusivo Suscriptores

La semana económica: ¿Una luz al final del túnel?

Hay recuperación en comparación con la parálisis en meses de 2020, pero la situación no es homogénea en relación con 2019. El consenso que todos esperan.

Alberto Fernández y Martín Guzmán incorporaron un nuevo eslogan de campaña en medio del impacto negativo que provocó “la foto de Olivos”. “Hay una recuperación económica sostenida”, repiten a coro en cada acto. ¿Es cierto; hay una luz al final del túnel?

Las estadísticas les dan la razón si la comparación se realiza contra los meses de 2020, cuando la cuarentena paralizó varios meses las actividades y la reapertura por sectores fue muy lenta.

Por contrapartida, si los datos se contrastan con 2019, el rebote no es igual para todos.

El campo -que logró una cosecha excepcional en comparación con la sequía del ciclo 2019/20- y la industria automotriz y de maquinaria agrícola tienen mejores números.

En el cotejo, hay que recordar que la economía se había visto prácticamente paralizada desde el 11 de agosto de 2019, tras el abrumador triunfo de Fernández sobre Mauricio Macri en las PASO.

Los consumidores sufrían por entonces los efectos de la devaluación que se inició el 27 de abril de 2018, cuando los mercados le bajaron el pulgar al endeudamiento externo para financiar el déficit fiscal.

Ahora, se acude al endeudamiento en pesos y a la emisión -dos billones de pesos en 2020 y 615 mil millones hasta los primeros días de agosto- para compensar el rojo de las cuentas públicas.

Martín Gill, candidato a diputado nacional por el Frente de Todos, suele realizar una enumeración de todas las obras públicas que encontró paralizadas al inicio de la actual gestión.

El compromiso del “déficit cero” ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), que había asumido el equipo de Macri, obligó a paralizar todos los emprendimientos que no tenían financiamiento internacional asegurado.

Hay razones de uno y de otro lado para justificar las decisiones, incluida la polémica sobre quién endeudó más a la Argentina.

¿Una luz?

De todos modos, ¿hay una luz al final del túnel?

La recuperación del 8% que pregona Guzmán para este año implica que una economía que había caído de la posición 100 a 90, estará a fines de 2021 en la posición 97,2, es decir, que aún seguirá casi tres puntos porcentuales por debajo de cuando comenzó en 2020.

Hay un ambiente de mayor tranquilidad basado en los pesos que vuelca el Gobierno nacional a través del aliento al consumo.

Van en esa dirección los planes de Ahora 12, 24 y 30; los aumentos a jubilados y a los beneficiarios sociales; los préstamos a monotributistas y el incremento de los subsidios económicos (la ampliación de la zona fría dejará pesos en los bolsillos de los usuarios en relación con la tarifa real que deberían pagar).

El cepo al dólar y el congelamiento del precio de los combustibles y de las tarifas públicas hacen el resto. La confianza del consumidor aumentó 5% en agosto, según la encuesta nacional de la Universidad Di Tella.

Sin embargo, hay alertas: la producción industrial retrocedió en julio con respecto a junio, de acuerdo con los relevamientos de Orlando Ferreres (-1,6%) y de Fiel (-2,2%). El Gobierno detectó números peores, aún no revelados, pero que mostrarían una baja en torno al 4%.

El déficit energético sigue creciendo y la situación podría empeorar por la bajante del río Paraná, con su impacto social (en la provisión de agua), económico (menores exportaciones) y financiero (se necesitarán más dólares para la compra de la energía que no produce Yacyretá y la mayor demanda en el verano).

El último dato del empleo registrado también es negativo. En mayo, hubo 40.372 aportantes menos que en abril al Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa), lo que marca un quiebre tras 11 meses de crecimiento en relación con el mes precedente.

Empresarios cordobeses, nucleados en el Grupo de los 6 (G-6), señalaron a los candidatos oficialistas que la reactivación será sostenible en la medida que el Gobierno trabaje “en la recuperación de la confianza y de la estabilidad”, a partir de un recorte del déficit fiscal innecesario.

La agenda de consenso sobre “tres o cuatro puntos básicos” que reclama la producción (Sergio Massa pidió que sean “diez”), aguarda su concreción tras las elecciones.

Es la luz al final del túnel que espera ver lograda la mayoría de la sociedad.


Comentarios