La suerte de Fernández, atada a la vacuna

La recuperación sigue siendo la apuesta del presidente Alberto Fernández. Poner en movimiento la economía es aquello por lo cual fue elegido un año atrás.

La economía recupera terreno desde abril, cuando se desplomó un histórico 17% por las restricciones por la pandemia. En octubre cayó un 7,4% en relación a un año atrás, pero anotó una suba de cerca de un 2% respecto de septiembre, según el Indec. Son seis meses de lenta recuperación, a los que se agrega que en noviembre, de acuerdo a la consultora Ferreres, la economía se expandió por primera vez en 17 meses en su comparación interanual (0,1%) y volvió a niveles anteriores a la aparición del virus.

La actividad terminará el año con una caída de 10,9%, según el Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central, la misma cifra del derrumbe de 2002. Pero para el gobierno todo esto es pasado. La encuesta del BCRA anticipa un rebote de la economía de 4,8% en 2021, que el Presupuesto estira a 5,5%. Es decir, se recuperará la mitad de lo perdido este año, en el mejor de los casos.

La recuperación sigue siendo la apuesta del presidente Alberto Fernández. Poner en marcha la economía es aquello por lo cual fue elegido un año atrás. Según el informe de Ferreres, que Fernández pueda empezar a cumplir su promesa dependerá del resultado de las negociaciones con el Fondo, de la evolución de las cuentas fiscales y la estabilidad macro -variables sensibles a los equilibrios internos del gobierno-, y también de la situación sanitaria.

Los planes podrían verse sin embargo alterados por el nuevo reto que presenta la pandemia. Los contagios han aumentado en las últimas semanas en América latina. En la Argentina, los casos saltaron de 5.300 el 9 de diciembre a más de 8.500 el último miércoles. La provincia de Buenos Aires registró más de 3.000 casos diarios el martes y miércoles, rompiendo la tendencia a la baja.

La situación en Europa volvió a encender las alarmas en el gobierno, que endureció las condiciones de ingreso al país. La aparición de dos nuevas cepas más contagiosas llevó más desconcierto al Reino Unido. Por la nueva variante del virus, de acuerdo a un informe de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres publicado el jueves, las muertes en 2021 podrían superar las de este año, que pasaron las 70.000. Esto, en un país donde desde el 9 de diciembre se están aplicando tres vacunas, las de Oxford-AstraZeneca, Pfizer-BioNTech y Moderna.

Europa empieza hoy la vacunación con la fórmula de Pfizer, en simultáneo, en los países que integran la Unión. El jueves comenzó una campaña casi testimonial en tres países latinoamericanos: Chile, que está aplicando 10.000 dosis; México (3.000) y Costa Rica (9.000) en todos los casos con Pfizer/BioNTech.

Sin recursos fiscales, volver a parar la economía no es opción en el año electoral. La recuperación a la que apuesta Fernández está atada a la vacuna. Igual que su suerte.

En las próximas horas arranca la campaña en la Argentina. Fernández está aferrado a la partida de 300.000 dosis de Sputnik V que obtuvo de Rusia y aprobó con “carácter extraordinario” el Ministerio de Salud. La efectividad de la vacuna despierta dudas incluso en parte de la comunidad científica rusa a raíz de la escasa información disponible sobre su desarrollo, como informó el Moscow Times. Desde que empezó la campaña en Moscú, hace dos semanas, apenas 15.000 personas se vacunaron de un total de 12 millones de habitantes, según admitió el alcalde Sergei Sobyanin al sitio Mos.ru. Aun así, la agencia Reuters advirtió que muchos rusos cuestionaron en las últimas horas en las redes que se haya enviado una partida a Argentina cuando todavía se hace difícil el acceso a la vacuna en varias regiones de la federación.

El gobierno acelera: quiere asegurarse al menos 51 millones de dosis. El acuerdo con Rusia prevé el envío de otras 5 millones de dosis en enero y casi 15 millones en febrero. Ya hay acordadas 22,4 millones con AztraZeneca y 9 millones a la iniciativa Covax, un proyecto de la OMS para garantizar el acceso equitativo. Negocia la compra de tres vacunas chinas y sigue abierto el diálogo con Pfizer.

Como reconoció el presidente electo de EE.UU. Joe Biden, lo peor de la pandemia está por delante. Vale para el gobierno. Sin recursos fiscales, volver a parar la economía no es opción en el año electoral. La recuperación a la que apuesta Fernández está atada a la vacuna. Igual que su suerte.