La Torre Talero: una obra pendiente para la próxima gestión

Después de años de abandono, el año pasado, la justicia ordenó al municipio neuquino a que inicie las obras de restauración. El plazo fue de un año. Las obras comenzaron pero se limitaron al apuntalamiento, con una inversión de 4 millones de pesos. La restauración será responsabilidad del próximo gobierno municipal.

Redacción

Por Redacción

La Torre Talero fue construida en 1906 a pedido de Eduardo Talero. El abogado y escritor quería, según la historia oficial, un lugar tranquilo y alejado para poder escribir. Pero otras historias indican que la casona “La Zagala”, tal como la bautizó su dueño, fue edificada para resguardar el secreto de un amor hacia una mujer.

Sea cual sea la historia detrás de su construcción, la edificación ubicada en Bejarano y Lanín -un lugar ya no alejado, ni escondido- es testigo de la historia de la ciudad. Su cuidado y preservación es responsabilidad del ejecutivo municipal que la cuenta entre sus inmuebles, luego de que la familia del pionero neuquina la perdiera por problemas económicos.

En 2016 la propiedad del poeta colombiano y secretario de Gobierno del entonces territorio nacional fue declarada, por la ley 27.129, monumento histórico nacional.

En respuesta a un amparo presentado por la Defensoría del Pueblo en 2016, la justicia ordenó -en marzo de 2018- al municipio realizar las tareas necesarias para garantizar la seguridad del predio y de la torre. Le dio un plazo de un año para ejecutar las acciones tendientes a evitar el derrumbe y deterioro de la construcción.

En agosto de este año comenzaron las primeras obras para resguardar una de las construcciones más antiguas que tiene la ciudad y también se comenzó a trabajar en su puesta de valor, generando actividades abiertas el público en el predio de la casona. Sin embargo, las obras de restauración quedarán en manos del próximo gobierno municipal.

Hasta el momento, según un detalle brindado por la secretaria de Turismo y Cultura de la Municipalidad, Ana Bonet, se realizaron los trabajos de: poda, desmalezamiento y parquización; reparación del cerco perimetral existente; apuntalamiento básico para sostén de las partes críticas del edificio; extensión del tendido de la red de agua y cnstrucción de caseta de seguridad con oficina, cocina y baño para el asentamiento permanente de personal de seguridad.

El desmalezamiento y el apuntalamiento fueron parte de los trabajos que ya se realizaron en el lugar.

Las obras realizadas, que tal como comentó la funcionaria, comenzaron en agosto, costaron alrededor de 4 millones de pesos. Sin embargo, aún resta el grueso de la restauración del viejo edificio, tareas que deberá asumir el próximo gobierno municipal, a cargo del intendente electo, Mariano Gaido.

El escaneo del esqueleto de la Torre, la clasificación de las partes a restaurar, la obra de fijación del suelo y la restauración y recuperación del material interior y exterior dañado, son las tareas que le tocará asumir al intendente electo Mariano Gaido. Así lo detalló la actual secretaria municipal.

Pasan los años, y la casona de calle Bejarano sigue a la espera de una real restauración y puesta en valor. Sin embargo, desde hace unos meses, parece, haber salido del olvido. Es que allí se lanzó la VII Feria Internacional del Libro y también se realizó una intervención artística como parte de La Noche de los Museos.


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