Las petroleras reactivan a las metalúrgicas
Aumentan los pedidos de insumos y presupuestos.La fruticultura también favorece al sector.
«Los chacareros y galponeros están entusiasmados con la diferencia que han hecho con la venta de la fruta. Entonces ahora se preguntan cómo pueden hacer para proteger sus producciones. Con las mejoras que proyectan hacer piensan y recurren a la industria nacional. Lo mismo ocurre con las petroleras», sostienen los empresarios.
Así resume Rodolfo Borrmann (49), propietario de Fundición Regina, la actual tendencia hacia una cierta reactivación, para agregar: «Esto es un inicio; de todos modos, no se puede ser exitista cuando aún cargamos con una mochila de diez años de estancamiento, endeudamiento y de nivelar para abajo. Faltan años todavía para la recuperación».
Guido Rivera (44), de Quillahue, admite que en comparación con el año pasado, en mayo tuvo un aumento en las ventas en un 50%, en junio el 25 y en lo que va de julio un 50. «Bien. No nos podemos quejar. Estamos trabajando ahora para BJ Services, Schlumberg, Pride, Swaco, Bolland, Halliburton, San Antonio, Smith Internacional, entre otras. Por ejemplo Bolland nos compra 40 bandejas para protección del medio ambiente por mes; esta venta es de 6.000 pesos, cada vez», informa el titular de esta empresa, que empezó como cooperativa, y que hoy es fuente de empleo para diez familias.
«A las petroleras les conviene rearmar los camiones acá. Por la devaluación, los traen pelados y nos piden a nosotros que les hagamos todos los adicionales, como los tanques de nafta, los paragolpes, chasis, travesaños, tableros, las cisternas o alguna de sus partes… Además de otros productos, como las piletas donde filtran el petróleo, escaleras para los equipos, los chulengos, mallas para la protección de pozos», enumera Rivera, quien dice que trabajan todos los días, derecho, desde las 8 de la mañana hasta las siete de la tarde.
«Hay que cumplir siempre: de eso comemos todos», argumenta.
Los empresarios consultados coinciden en señalar que por ahora «todo el mundo está pagando sus deudas» y que «recién en octubre, en el caso de la fruticultura -superado el riesgo de las heladas- vendrán las inversiones fuertes en la producción».
Los pedidos actuales están indicándole a las compañías proveedoras de insumos que van a tener que trabajar a full para cumplir con los solicitudes, pero nunca ampliarse y crecer en personal.
Buenas operaciones, pese a todo
La metalúrgica Ballada fue creada en 1919 en Roca: desde entonces conoce todas las políticas económicas experimentadas en la Argentina, pero «nunca estuvimos tan mal como desde hace un año y medio atrás», reconoce Jorge Sánchez (56), actual dueño de la compañía.
«Dentro de esta crisis, por estas semanas, hemos recuperado cierto oxígeno en la empresa. Se nota el buen impacto de la devaluación en la actividad exportadora de frutas. Si bien no tenemos seguridad de nada, porque viven cambiando las reglas, ahora estamos logrando buenas operaciones comerciales. Estamos mínimamente bien, después de tanto tiempo», sostiene.
Tanto Borrmann como Sánchez afirman que las posibilidades para sus respectivas metalúrgicas pasan por el agro (con la reparación e incorporación de maquinarias y el riego por aspersión), el petróleo (son importantes los pedidos de las petroleras que están en Neuquén) y la minería (sobre todo de La Pampa).
En esta misma sintonía, el reginense y el roquense coincidieron en destacar un hecho: «nos están llamando empresarios desde Buenos Aires para ver si estamos vivos, si seguimos produciendo».
Y se entusiasman: «Es increíble, pero en la década de los 90 nos perdimos el rastro … y ahora, que cuesta tanto importar, estamos recurriendo a la industria nacional. Es el caso de las petroleras, que necesitan comprarnos a nosotros repuestos y maquinarias».
De todos modos, ambos insisten en la necesidad de que se implementen con urgencia desde el gobierno nacional «reglas claras: saber qué va a pasar de acá a un año».
La empresa de Regina funde y mecaniza piezas de hierro gris, bronce, aluminio y aceros (comunes y especiales). «De esto creamos cualquier pieza», dice con orgullo Borrmann, cabeza de la empresa familiar que fue tentado más de una vez para radicarse en Neuquén o Chile y que hoy se arrepiente de no haberlo hecho.
El fuerte de Ballada, por su parte, son las tamañadoras electrónicas y mecánicas de fruta.
Por estos días, con sus 18 operarios (algunos en planta permanente y otros contratados) están cumpliendo con tres clientes fuertes de San Pedro, provincia de Buenos Aires -uno de ellos, la Campiña de San Pedro, de César Mascetti y Mónica Cahen D»Anvers-; con uno importante de Cipolletti, y otros de Cinco Saltos (con plantaciones de frutales en El Chañar), Centenario y Regina.
No tan lejos del mundo
«Ahora estamos terminando dos tamañadoras más y vendiendo un equipo de encerado para manzanas y un hidroinmersor, además de una tolva (estructura para poner el descarte). Claro que todo esto suma unos buenos pesos. Con esto ya nos damos por satisfechos para tomar oxígeno y seguir. Más allá de estas operaciones, los pedidos permanentes de presupuesto crean una sinergia interesante, levantan el espíritu, permiten proyectar», confía Sánchez, quien también tiene la vista puesta en Chile, donde está cocinando algunos presupuestos.
«Es increíble que con tanto tiempo de recesión podamos seguir estando a la par de otros empresarios latinoamericanos, por ejemplo. Los chilenos vinieron, vieron y compararon que con buenos precios -accesibles para ellos- se llevan maquinarias adecuadas», dice el roquense.
«No estamos tan lejos del mundo», se alegra. Los insumos los compra en Rosario, porque hay una diferencia de un 30% con «los precios que encontramos en Roca». Por tradición y cierto espíritu local, preferían dejar su dinero en la región; pero ahora, por tanta ventaja, «compramos afuera».
Borrmann, por su parte, sostiene que las ventas de estos días y las que se pueden concretar en semanas entrantes ayudará en parte «a sanear nuestras empresas: quiere decir que podemos durar mucho tiempo más».
Los dos empresarios reconocen que son los empaques medianos los que están creciendo y necesitan más sofisticación y mejor calidad de frutas para competir en el mercado. Y que ellos, como tantos otros, ofrecen experiencia con historia. «Por eso es que ahora estamos acordando ventas también en Entre Ríos y Mendoza, plazas que tienen necesidades no satisfechas y que nosotros bien podemos llegar a ellas», se entusiasma con cautela Sánchez.
Esa misma cautela la manifiesta Daniel Spadalo, que se dedica al servicio de empaque para doce productores de la región. «Es cierto, ahora hay oxígeno, un ánimo distinto, un poco más de tranquilidad. Pero yo lo tomaría con pinzas. Hay que esperar el segundo semestre, cuando se salga a comprar los fertilizantes, por ejemplo». (H. L)
Para agendar
– Cautela empresaria ante la oxigenación posdevaluación de los exportadores.
– La tendencia comercial es buena, reconocen todos.
– Aumentaron los pedidos de presupuesto en los últimos días.
– Los medianos productores son los que más demandas ofrecen por maquinarias, especialmente.
– Manejar los costos, con autonomía, se impone. «No depender de terceros para fabricar es básico», dicen.
– Trabajan a full para responder a los pedidos, con el mismo personal de siempre.
– Empresas de Buenos Aires han retomado los contactos comerciales con empresarios de la zona. «¿Todavía siguen fabricando…?», indagan ante la necesidad de sustituir las importaciones.
– Productores de Cinco Saltos, Cipolletti, Regina y Roca se ven en la necesidad de mejorar sus performance para seguir compitiendo.
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