Las transferencias de Nación para obras se desplomaron cerca del 50%

En estos primeros nueve meses del año Río Negro recibió 3.160 millones de pesos. En términos reales, la mitad de lo ingresado el año pasado.

Las transferencias de fondos de la Nación hacia Río Negro para la ejecución de obra pública se frenaron sensiblemente a partir de abril del corriente, tras la corrida cambiaria que afectó los costos relativos de la actividad.

Según datos oficiales, volcados en un reciente estudio de ASAP, en estos primeros nueve meses del año la administración Weretilneck recibió del gobierno central 3.160 millones de pesos para la ejecución de obra pública en la provincia. La cifra refleja una caída de recursos, en valores nominales, del orden del 15% interanual. En términos reales, el desplome se ubica en el 50%, computando los niveles de inflación en el período bajo análisis.

Una parte de estos fondos fueron orientados a la ampliación de la Ruta Nacional 22. Y mucho menos de lo prometido en el Presupuesto 2018 terminó finalmente llegando a esta importante obra que ya lleva más de diez años en ejecución.

El freno de las partidas nacionales a Río Negro, y en general a todas las provincias, se debió principalmente a dos causas: el recorte presupuestario y la devaluación. La primera de ellas responde al ajuste comprometido con el FMI para liberar el crédito de más de 50.000 millones de dólares para el período 2018-2019. La segunda de las causas es por la distorsión de precios relativos que generó la depreciación del peso frente al dólar. “Nuestra estructura de costo saltó en promedio más del 60% desde principio de año y la actualización que está imputando Vialidad Nacional sobre las obras ya ejecutadas alcanza en el mejor de los casos al 30%”, confiesa un empresario regional que prefirió mantenerse en el anonimato ante la consulta de este diario.

A este desfasaje hay que agregarle los tiempos de cobro de los certificados de las empresas que, en el mejor de los casos, alcanzan los 60 días desde el momento de su presentación. Para ejemplificar el problema: una empresa que invirtió en una obra 10 millones de pesos a principios de abril de este año y terminó su trabajo cuatro meses después percibiría del Estado a fines de octubre alrededor de 13 millones de pesos. Para hacer esa misma obra la firma en cuestión necesitaría hoy unos 16 millones teniendo en cuenta el impacto que sufrieron los precios ligados a la construcción tras la devaluación.

“Nos hemos quedado sin capital de trabajo propio, y si a esto le sumamos que al crédito es imposible de acceder con tasas por encima del 60%, la única forma que tenemos de continuar con las obras es que Nación anticipe los fondos y reduzca sensiblemente los tiempos del pago y su actualización”, remarcó la fuente. Mientras la economía busca acomodarse, parte importante de las obras de la Ruta Nacional 22 se encuentran paralizadas a causa de esta nueva distorsión de precios relativos generada por la devaluación que dio inicio en abril y cuyas consecuencias se siguen sufriendo en la región.

Insumos que más subieron

La devaluación generó distorsiones en los costos de obras en ejecución.

Desde principio de año el gasoil subió un promedio del 95%.

La mano de obra lo hizo a una media del orden del 31%.

El precio del cemento por su parte subió en estos primeros diez meses el 114%.

La cal, otro de los insumos utilizados en este tipo de construcciones, creció 46%.

El acero especial en barras lo hizo a una tasa del 91% en estos diez meses bajo análisis.

Nación está pagando los certificados por debajo de estos porcentajes.

Dato

Datos

59%
es el porcentaje de ejecución, hasta septiembre, que tiene el Presupuesto sobre las partidas destinadas a Río Negro.

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