Le retiran la matrícula al abogado Galiano

El Colegio de Abogado lo excluyó porque detectó documentos falsos cuando intentó justificar su abandono en la defensa profesional.

El controvertido abogado viedmense Ignacio Galiano, recientemente detenido en Buenos Aires, fue excluido de la matrícula por el Colegio de Viedma ya que su Tribunal de Ética comprobó manifiestas irregularidades en su conducta profesional, como la falsificación de documentos.

El último fin de semana se conoció que Galiano fue detenido en La Matanza con la acusación de compras con tarjetas clonadas. Simultáneamente, el Colegio de Abogado de Viedma lo notificó de la exclusión por inconductas profesionales, puntualmente por el abandono de dos defendidos. Lo curioso es que Galiano presentó certificados médicos fraudulentos ante el colegio profesional cuando intentó justificar sus inasistencias en los procesos de sus representados.

El Tribunal de Ética -que conformaron Sergio Ceci, Hugo Lapadat y Fabio de Abajo- concluyó sobre la “estrepitosa gravedad en la utilización de los certificados médicos de contenido falso”, de “manera consciente, voluntaria, y por ende dolosa”.

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En su investigación interna, el Tribunal concluyó que las certificaciones eran falsas. Así, en un caso, consignó que “Galiano no ingresó (en el instituto médico mencionado), ni fue atendido, ni se le internó en la guardia médica, no figura en el libro de guardia”, tampoco “cuentan con historia clínica” “ni existe un solo dato que avale su pretendida justificación a la inasistencia por las razones” médicas invocadas.

En el abandono del cliente, se consigna además que “no dio aviso previo o concomitante a la Oficina Judicial por ningún medio hábil, ni procuró se lo sustituya por colega” sino que “luego de recibir la intimación” del Tribunal profesional desplegó “una estrategia irregular e ilegal para sustraerse de las posibles consecuencias de su abandono de defensa” en dos ocasiones.

Para eso, utilizó “instrumentos privados de contenido falso” para “certificar circunstancias” que “sabe positivamente que no ocurrieron, comprometiendo a terceras personas”.

Se agrega que “resulta de estrepitosa gravedad la utilización de los certificados médicos de contenido falso”, de “manera consciente, voluntaria, y por ende dolosa”. Afirman que el Colegio no avanzará en “las responsabilidades penales” y concluye que “se constató la existencia de los dos hechos denunciados por la Oficina Judicial”, en referencia a “dos inasistencias injustificadas a audiencias judiciales ordenadas”, “frustrando” su realización y “quedado probado el supuesto de abandono de la defensa”.

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En otro apartado, el Tribunal de Ética y Decoro consideró que “la conducta profesional del matriculado debe de analizarse, no solo desde la perspectiva de las infracciones” sino “también a la luz de los mandatos generales y cimeros del estándar ético exigido” por el Colegio, entendiendo que “el matriculado Galiano ha violentado groseramente diversas reglas deontológicas rectoras del ejercicio profesional, por cuanto teniendo especialmente en cuenta los deberes fundamentales del abogado para con su asistido, frustrando actos procesales relevantes”.


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