Leo Ulloa: las lecciones aprendidas del gol

Leo Ulloa debutó en Primera División con la camiseta de San Lorenzo, pero pudo haberlo hecho con la de Boca. Otra increíble historia de fútbol: la primera vez que lo probaron no le fue, pero en la segunda la rompió. Roberto Mouzo, Rubén Suñé y el Heber Mastrángelo quedaron boquiabiertos por la potencia de ese chico roquense apenas adolescente. Pero el que decidía era Jorge Bernardo Griffa que justo en ese momento se distrajo y no lo vio. Cuando le contaron, Ulloa ya estaba de vuelta en Roca y lo pidió de vuelta. Pero eso ya no fue posible. El Deportivo Roca había firmado un convenio de intercambio de jugadores con la CAI, de Comodoro Rivadavia, y el club Naranja estaba interesado en que Ulloa fuera parte de ese intercambio. Desacuerdos sin solución entre los dirigentes y Miguel Caneo padre, gestor de la prueba en Boca terminaron con los sueños auriazules del chico, pero encendían los de color azulgrana, sólo que entonces nadie lo sabía. José Leonardo Ulloa nació el 25 de julio de 1986 en el barrio de las 500 viviendas, en General Roca. Su primer destino futbolístico después de las siempre pedagógicas canchitas del barrio, fue la Escuela de fútbol del Deportivo Roca. “Leo tenía mucha potencia, era un jugador de mucha fuerza y bueno técnicamente”, recuerda Roberto Cesarín, coordinador del fútbol infantil. “De chico jugaba en el medio. Se destacaba como volante central, pero tenía tanto físico y tanta fuerza que fue subiendo posiciones en la cancha hasta ser ese jugador de área que es hoy”, apunta Cesarín. Miguel Caneo padre lo subió a Tercera División cuando Leo aún tenía edad para formativa. “Vas a ser el referente de área”, le indicó, pero le remarcó: “Te falta trabajar la definición”. Caneo recuerda que Ulloa se apuraba demasiado delante del arco, le faltaba aplomo para saber terminar cada jugada. “Aguantó siempre muy bien la pelota Leo, pero siempre le costó la definición, quizás porque se fue haciendo delantero a medida que subía en las categorías”, recuerda hoy Caneo con una sonrisa. Ulloa es hoy el goleador de la actual temporada de Segunda División del fútbol español con la camiseta del Almería. Pero antes tuvo que recorrer un largo, sinuoso y no siempre feliz camino. En 2002, luego de ocho meses en La CAI, alternando entre la Primera local y el plantel de la B Nacional, Hugo Tocalli lo convocó al Seleccionado sub 17. Comodoro Rivadavia quedaba demasiado lejos, entonces le sugirieron que busque club en Buenos Aires, entonces Carlos Peralta, presidente de la CAI y papá de Sixto, le dio a elegir entre Racing y San Lorenzo. Y Leo eligió San Lorenzo, el club de los amores de toda su familia. Una prueba en San Lorenzo le (re)abre las puertas del fútbol grande, aquellas que se le habían cerrado unos años atrás en Boca. En el Ciclón debutó el 12 de enero de 2005 ante Independiente, en un torneo de verano. Vistió la casaca azulgrana hasta mediados de 2007. Alcanzó a ser campeón del Clausura de ese año de la mano de Ramón Díaz. En dos años y medio jugó 32 partidos y marcó apenas tres goles. Luego vinieron pasos fallidos por Arsenal, donde fue jugó ocho partidos, marcó tres goles y fue campeón de la Copa Sudamericana ‘07 y Olimpo, donde se fue insultando e insultado el día en que el equipo bahiense descendió y él era expulsado en el primer tiempo. De regreso a San Lorenzo y sin lugar pegó el inesperado saltó al fútbol del ascenso español. En el Castellón (08/10) jugó 79 partidos y convirtió 30 goles. En 2010 tuvo la chance de su vida, la de jugar la Liga de las Estrellas, cuando fue transferido al Almería. Tras un año en Primera descendió y hoy sigue marcando goles. Ya lleva 21. Ya llegarán muchos más. (J. M.)


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