Licencia por comaternidad: piden reconocimiento en la Policía de Río Negro
Una pareja de mujeres pelea por el derecho para la madre no gestante, quien es empleada policial. Hasta ahora, la fuerza solo le otorgó 15 días por cuestiones de “reglamento”. Presentarán una demanda y buscan cambiar la Ley.
El caso representó un avance para que la institución incorpore definitivamente la licencia por maternidad. Foto: Florencia Salto
Entre apuros y preparativos, emociones y miedos profundos ante la inminente llegada de Simón, sus madres siguen batallando por conseguir una licencia por comaternidad en el seno de la Policía de Río Negro.
A horas de la fecha prevista del parto, tener luz verde para vivir su maternidad a pleno fue quizás la odisea más grande de sus vidas y la que las llevó a golpear en estos últimos meses cuanta puerta se les cruzara en el camino. Sistemáticamente recibieron negativas y «discriminaciones» por parte de las instituciones del Estado y algunos funcionarios.
Una de ellas es empleada policial y como madre no gestante solicitó formalmente el permiso en agosto de 2021 a sus jefes directos, pero hace unos días le fue negado desde Viedma tras varias idas y vueltas. Su pareja, Danira -una comerciante de la ciudad de Cinco Saltos- quien ya cursa el último tramo de embarazo fue la portavoz del reclamo.
Para concretar la gestación, la pareja optó por el método conocido como “ROPA”. En este caso, los óvulos de la mujer policía fueron fecundados con una donación anónima de esperma e implantados a su pareja.
La “comaternidad” es una palabra que ni siquiera reconocen los diccionarios, pero que existe en las vidas de muchas parejas de mujeres lesbianas. En la institución policial, hay una ley interna que solo hace alusión a “madres” y “padres”, sin mayores aperturas.
En este caso, la empleada policial tiene un régimen de trabajo que conlleva guardias de hasta 24 horas y su pareja, quien cursa el embarazo, es monotributista; y depende de su trabajo para vivir, no tiene un recibo de sueldo. Ante la proximidad del nacimiento, les preocupa cómo se van a solventar los gastos y el cuidado del bebé, siendo que una de ellas se va a ir a trabajar y la otra se va quedar sin ingresos.
“Es sentir discriminación y estrés. Yo me siento un poco sobrepasada. Llevar un embarazo adelante ya es agotador. Es estresante pensar que después de 15 días ella tiene que volver al trabajo. Con lo que conlleva criar un hijo. Encima cada dos noches se va 24 horas, es mucho tiempo lejos”, comentó Danira, la mujer gestante en una entrevista con RIO NEGRO.
El camino que recorrieron hasta llegar a la justicia fue muy largo. En un primer momento, para obtener la licencia la pareja apeló a una ley provincial en la que se postula que cualquiera de los dos puede decidir cuál hace uso del derecho. Había dos meses de tolerancia para responder, pero pasaron 95 días sin respuestas desde la institución. Luego de no tener eco a un “pronto despacho”, la pareja recurrió a la Justicia donde radicaron una denuncia por “violencia institucional”. Al día siguiente, llegó la respuesta que no esperaban: la negativa a la licencia y autorización solo por 15 días.
La denuncia por “violencia institucional” no prosperó ya que la jueza de Paz se declaró incompetente para responder y el caso fue derivado a la Cámara de Trabajo, donde el miércoles 17 de noviembre la abogada de la familia presentó una demanda.
No solo fue largo el camino por la licencia, sino también se presentaron problemas en la previa al embarazo. Tuvieron que cambiar la obra social por las “trabas” y “obstáculos” que encontraron en el camino de efectivizar el tratamiento de fertilización que está previsto por ley, para la cual solo basta el deseo de ser madre para poder acceder. Según comentaron, se encontraron con tanta “burocracia” en la obra social del Estado por lo que decidieron cambiarse a una prepaga.
“La ley tiene que cambiar”
“Queremos ayudar a las próximas parejas, que pueda salir algo positivo de todo esto para que cambie. Incluso para las parejas monoparentales que piensan en maternar o paternar y que se vean imposibilitados porque una institución no se actualizó”, expresó la entrevistada.
Para la pareja, la mejor forma es que cambie la legislación, no solo por ellas y su caso, sino porque “es injusto” que la madre sostenga sola el cuidado y crianza del bebe. “¿Por qué la madre tiene que sostener sola al chico? ¿Por qué los varones según el lugar donde trabajan le dan solo 5, 10, 15 días?”, se preguntó y dijo que esta es una forma de quitarle responsabilidad al varón.
En este último tramo, referentes de la Asamblea Feminista de Cinco Saltos están acompañando a la pareja y accionando para lograr el objetivo.
Andrea Contreras, integrante del espacio, dijo que estas mujeres deberían estar atravesando un “embarazo tranquilo en una pareja diversa”, siendo que este hecho ya en sí mismo tiene un impacto en términos culturales, sociales, emocionales. En medio de esto “se presenta una estructura del Estado, verticalista y machista que ejerce discriminación hacia ellas”, opinó.
El reglamento
“Es una cuestión que marca el reglamento, no una cuestión antojadiza”, aseguró Osvaldo Tellería, jefe de la Policía de Río Negro; consultado por este medio sobre las licencias por comaternidad en esta institución.
El máximo representante de la fuerza policial afirmó que no se trata de un asunto de discriminación, sino un vacío legal en la legislación. Precisó que actualmente solo está permitido el traspaso de licencias por maternidad entre empleados públicos, pero no entre un estatal y un autónomo.
La institución participará de una audiencia de mediación con el Inadi para tratar de destrabar el conflicto, aunque también se precisó que la mujer policía no realizó el camino administrativo correspondiente, según se estipula en la ley policial. Al momento de recibir la notificación por 15 días podría haber recurrido a recursos de apelación que no fueron debidamente utilizados y directamente se recurrió a entes externos.
Dejaron en claro que para otorgar este derecho sería necesaria una modificación de las normativas, algo que por el momento se está realizando paulatinamente. Al igual que se realizan avances en otras áreas del Estado, por ejemplo con el caso de las licencias otorgadas a docentes.
“Hay muchas noticias de comaternidad pero son todas del Ministerio de Educación. ¿Cuál sería la diferencia con el Ministerio de Seguridad y Justicia?”, se preguntó Danira.
En Río Negro y Neuquén hay antecedentes favorables
Otros casos sentaron jurisprudencia en instituciones que tenían “un vacío legal” en esta temática. En Río Negro, el sector educativo fue pionero en lo que respecta al reconocimiento de la comaternidad, y estos casos fueron citados en la demanda hacia la institución policial.
En 2018, una pareja de Roca (Lorena y Jorgelina) transitaron un caso similar luego de acceder a una fertilización in vitro. A Lorena, docente secundaria y madre no gestante, se le había autorizado solo una licencia de 15 días. Además, se le sugirió que se tomara los días pero sin goce de haberes, una situación que complicaba el panorama económico. Luego de una comunicación con la ministra Mónica Silva, se llegó a un acuerdo de palabra y se logró un dictamen especial de la Subsecretaría de Administración y Asuntos Legales.
En 2020 la Universidad de Río Negro se consolidó como institución pionera al reconocer internamente la maternidad compartida de parejas diversas. La medida fue vista como un avance significativo y una conquista más del colectivo LGBTIQ+. Laura Kproff, una docente barilochense, y su pareja Belén fueron las primeras beneficiadas por la normativa. Lo valioso del caso es que a diferencia del anterior no requirió de intervención judicial previa.
En la vecina provincia de Neuquén, el Consejo Provincial de Educación reconoció este derecho por unanimidad a una pareja de docentes durante la pandemia. A Vanesa y Lucía, quienes habían accedido a una fertilización in vitro, se les otorgó 120 días, según lo establece la ley provincial 2622.
La abogada de la pareja presentará una demanda contra el Gobierno de Río Negro ante la Cámara de Trabajo de Cipolletti, con más de 40 hojas.
Comentarios