Lo asesinaron a hachazos mientras dormía
La víctima tenía 23 años y recibió tres tremendos golpes en la cabeza. Fue en una casilla precaria de Bariloche, y no se sabe qué disparó la agresión. El dueño de la casa está prófugo.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un joven de 23 años fue hallado el lunes por la noche en su cama con la cabeza destrozada a golpes de hacha, luego que una vecina denunciara la circunstancia en la comisaría 28 del barrio Alto.
En relación con el hecho, la policía detuvo a cuatro individuos y secuestró elementos que podrían estar vinculados con el crimen, pero a juicio de los forenses el cadáver fue hallado entre 12 y 18 horas después de producido el homicidio, y todavía no pudieron dar con el dueño de la vivienda, que sería el principal sospechoso.
El hecho ocurrió en el único ambiente de una casilla precaria ubicada en la prolongación de las calles Beschedt y Miramar, en el barrio 28 de Abril, situado en el límite sur de la ciudad, pero por ahora no se sabe el momento exacto de la ocurrencia, aunque las autoridades estiman que fue durante la madrugada del lunes.
Las circunstancias hacen suponer que la víctima, identificada como Víctor Gerardo Salazar, de 23 años, fue ultimada en su cama mientras dormía, porque los investigadores no advirtieron signos de defensa en sus extremidades.
El homicida le aplicó dos o tres golpes en el rostro, a la altura de la oreja izquierda, con un elemento filoso y contundente, que le quebró los huesos del cráneo y esparció masa encefálica por toda la habitación. Allí mismo la policía secuestró el hacha que habría utilizado el agresor, con un cabo de 50 centímetros y rastros de la última tarea en que fue empleada.
La vivienda donde se produjo el crimen ha sido definida por los vecinos y por la policía como «un aguantadero donde a menudo se reunían elementos de mal vivir», y precisamente la última reunión, con gran consumo de bebidas alcohólicas, se habría prolongado desde la noche del viernes hasta la madrugada del lunes. Allí mismo, hace pocos días, la policía secuestró elementos procedentes de un robo a un colectivo de la empresa Tres de Mayo.
A su alrededor se agrupan otras casillas humildes, ocupadas por honestos vecinos que avisaron a la policía al advertir el cuerpo inmóvil del occiso, a través de la única ventana fija de la construcción.
Por testimonios de vecinos, se pudo saber que hasta hace poco tiempo la víctima vivía con sus padres en una casa de la calle Los Radales, en la Barda del Ñireco, de donde se había mudado luego de mantener una fuerte disputa con ellos. No se le conocía ocupación fija, y es probable que no la tuviera, porque padecía una discapacidad congénita que no pudieron remediar las múltiples operaciones a que lo sometieron los especialistas.
En los últimos días Salazar habría retirado sus pertenencias de la vivienda familiar y se habría afincado en la casa donde halló la muerte, pero todavía no se sabe qué relación lo unía con el propietario de la vivienda, quien hasta ayer a la tarde era buscado por toda la policía de la ciudad.
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