Lo obligaron a volver de Italia a Roca por el brote de coronavirus

Tiene 17 años y ya sacó pasaje para volver a la Argentina. Asegura que el virus cambió la vida cotidiana de todos los italianos.

Ulises Berón tiene 17 años y está preocupado. Este joven roquense, que desde hace seis meses se encuentra de intercambio estudiantil en Italia, se vio obligado a regresar anticipadamente a la Argentina ante el brote de coronavirus que puso en alerta máxima al país europeo y que ya se cobró 463 vidas.

Este adolescente partió en un viaje soñado en septiembre del 2019, a uno de los países más visitados del mundo. Pero hoy vive una realidad totalmente distinta y transita en medio de consejos y recomendaciones que debe seguir al pie de la letra: “no besarse”, “no abrazarse”, “no chocar las manos…”.

Pero tal es el estado de conmoción que se generó por el brote epidémico que a Ulises le recomendaron regresar al país en el menor tiempo posible. La medida fue adoptada por la firma YFU, encargada de la organización de intercambio de estudiantes de todo el mundo.

“Vuelvo el sábado 14 de marzo, todavía no tengo la fecha exacta, pero en teoría sería así”, le respondió al periodista de La Comuna, el estudiante de quinto año.

Si bien la actividad de intercambio se iba a extender hasta el 15 de junio, les recomendaron a todos los estudiantes que estaban en este proceso regresar a sus respectivos países. “Ya estamos todos avisados y me he puesto en contacto con mi familia para anticiparles sobre mi situación”, explicó Ulises, quien recordó que estuvo tres meses en Florencia y luego se trasladó a una localidad cercana llamada Vaiano.

Berón igualmente aclaró que tendrá que regresar a Argentina desde Roma que es una ciudad que está en alerta roja.

Toda Italia está en zona roja; todos los ciudadanos tienen que permanecer en casa sí o sí; los restaurantes, bares y comercios cierran a las 18. Escuelas, gimnasios y clubes deportivos están cerrados. Los partidos de fútbol se suspenden o se juegan sin público. Hay un alerta máxima”, detalló Ulises.

El impacto del virus en Italia trasciende ya la crisis de salud pública y empieza a contagiar la economía del país; las principales ciudades, por ejemplo, amanecen desiertas, se han convertido en el retrato de un país blindado y aterrado por el brote de coronavirus después de las medidas adoptadas por el gobierno con el cierre de escuelas, clubes, universidades. Los centros turísticos se encuentran poco concurridos.

En total 8 millones de estudiantes -en Italia- permanecen en sus casas dicen las estadísticas.

Las medidas de prevención son lavarse las manos, no salir, no tener contacto con muchas personas, es eso lo que nos piden. El contacto con mis familiares -vía telefónica- es cotidiano”, remarcó Ulises quien llevó tranquilidad a sus amigos y familiares.


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