Lo que está pasando o lo que no está pasando
No sé cuál es la frase correcta. Algo está pasando con la inseguridad en Roca, o algo no está pasando con la seguridad en Roca. Pero sí tengo en claro que las dos sintetizan un escenario de malestar donde suceden hechos a diario.
Inseguridad: faltan recursos y confianza
Los comerciantes dicen que se sienten desprotegidos, pero no hay señales que indiquen que se discute para ayudar a frenar los datos de inseguridad en la ciudad.
Y acá sí que los responsables son dos. Por un lado la provincia, que establece los métodos de seguridad en la calle y define cuántos y cómo se distribuyen los policías en la ciudad. Y por el otro el municipio, que con cámaras de seguridad podría ayudar a esclarecer algunos hechos.
Resulta común escuchar ante cada caso que las cámaras estaban apagadas, que no funcionaban porque estaban rotas o que el lugar no tenía cámaras. Y Roca anunció que había instalado cámaras para contribuir a la seguridad de los vecinos. A la par, el centro de monitoreo provincial que, a juzgar por los resultados, no da abasto para atender las demandas. De un modo u otro la inseguridad crece.
Hubo un caso muy llamativo en la calle Mendoza. A un comerciante le robaron y le dijeron que volverían. Y volvieron. El comerciante había alertado de esta situación pero cuando ocurrió el segundo hecho estaba en la misma soledad que cuando sucedió el primero.
Sin dudas la prevención está desbordada y en 15 días sucedieron varios hechos delictivos sin que tengamos noticias de resolución.
Y convengamos que no es un escenario para que el comerciante soporte, además de la pandemia, cómo se llevan la recaudación del día, teléfonos, computadoras y encima los amenacen. O la acción no funciona o la inacción manda, porque el tema es cada día más preocupante. Tanto que los comerciantes sienten que si no se hacen cargo ellos mismos de la seguridad de sus locales, están a la buena de Dios y que cada día se exponen demasiado y exponen a sus empleados.
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