Lobby, cursos y concursos: asoma otro escándalo en el Consejo de la Magistratura

La polémica se abrió por un concurso para jueza de Familia. La mejora en un puntaje es motivo de debate. ¿Cuánto se conocían jurado y competidora?

El consejero Claudio Domínguez (MPN) afirmó que el Colegio de Abogados y Procuradores de Neuquén (CAyPN) “está jugando mal, por el costado, haciendo lobby” en los concursos para designar una jueza de Familia para esta capital y otra para Chos Malal. Lo fundamentó en un dato curioso que se cuenta casi al final.

El presidente del Consejo de la Magistratura (CM), Evaldo Moya, lo respaldó: “pareciera que nos quieren imponer una candidata”.

Otro consejero, Marcelo Inaudi, dijo que le pedirá a todos los CM del país “que nunca más convoquen como jurado” a las dos profesionales que intervinieron en este caso. “Es inadmisible” lo que hicieron, afirmó.

Sergio Gallia, aliado del MPN, hizo su aporte: “jamás se otorgaron cinco puntos extra después de revisar un examen. No hay antecedentes en más de 160 concursos”.

En la sesión de ayer pasó lo que se preveía que iba a pasar: hubo críticas de elevado tono a la abogada bahiense Carolina Duprat y a la camarista de Zapala Gabriela Calaccio, jurados en el examen a las candidatas a jueza de Familia. El motivo, como reveló “Río Negro” la semana pasada, fue que después de recibir la impugnación de la candidata María Vanina Sobisch le subieron la nota en su examen escrito: de 13 a 18 (el máximo es 20).

De todos modos, los dientes que mostraron algunos consejeros fueron de papel: finalmente aceptaron el nuevo puntaje, porque la legislación no les permite hacer otra cosa.

Como recordaron los consejeros ayer, el examen escrito es anónimo pero en la impugnación se revela la identidad del concursante. Dieron a entender que pudo haber favoritismo de los jurados hacia Sobisch, que es sobrina de Jorge Sobisch aunque no es cercana políticamente al exgobernador.

La consecuencia directa del reperfilamiento del puntaje es que pasó a liderar el concurso para jueza de Chos Malal (en el que estaba segunda) y quedó segunda en el concurso para jueza de Neuquén (estaba cuarta).

A otra concursante que impugnó, Adriana Luna, le corrigieron la nota en +3: de 6 a 9 (un 50%), pero de ella nadie habla porque no escaló en la tabla de posiciones.

A otras tres concursantes que impugnaron sus notas en el escrito, las jurado les rechazó el planteo.

Al Consejo ingresaron cartas con quejas de la Asociación de Magistrados y Funcionarios (dice que a una de las concursantes le subieron el puntaje «luego de su identificación») y de la participante Claudia Castro («es una flagrante vulneración a los demás concursantes»). Es la que lideraba para Chos Malal y pasó al segundo lugar.

El Colegio en el centro

La sospecha del consejero Domínguez hizo foco en el CAyPN, que tiene dos representantes en el Consejo.

Una de ellas, Monserrat Morillo, alineada con la actual conducción, dijo que el jurado no se había manejado con arbitrariedad y defendió la impugnación de Sobisch. Negó que sea una ampliación de argumentos, como decían los consejeros más críticos.

La otra abogada, Isabel López Osornio, recordó que el jurado no tiene límites para elevar el puntaje si así lo decide. “Se le puede pedir una aclaración antes de tildarlas de arbitrarias”, indicó.

La tercera posición fue del consejero Gustavo Mazieres (FpV): propuso pedirle opinión a una Facultad de Derecho antes de resolver. Sólo recibió el “apoyo moral” de Gallia.

La capacitación y el examen

El 28 y 29 de junio hubo un curso sobre “Cuestiones relacionadas con la responsabilidad parental”. Lo dictó la abogada Carolina Duprat y lo organizó el Instituto de Derecho de Familia del Colegio de Abogados de Neuquén, que preside María Vanina Sobisch.

El 17 de octubre fueron los exámenes orales en el concurso para jueza de Familia de Neuquén y Chos Malal. Una de las jurados fue Carolina Duprat, y una de las concursantes María Vanina Sobisch, quien eligió como tema de exposición “Cuestiones relacionadas con la responsabilidad parental”. La calificaron con 20 puntos, el máximo posible.

El consejero Claudio Domínguez reveló estos datos en la audiencia de ayer y dijo que “la jurado técnico podría haber dicho ‘yo me abstengo que intervenir en este concurso’, pero no lo hizo”.

La semana pasada «Río Negro» le preguntó a Sobisch si tenía amistad con Duprat, y ella respondió que «me la he cruzado en alguna capacitación, pero una abogada de ese nivel es inaccesible e impermeable». También descartó que el CAyPN esté intercediendo en su favor.

Evaldo Moya, vocal del TSJ, adelantó ayer que “es posible que esto se judicialice. Lo que voy a decir (respecto del puntaje en el escrito) es que esto rompe el sentido común, jamás vi que alguien diera el 40% más de puntos después de una impugnación”.

Queda una etapa más, la definitoria: la de entrevistas personales. Serán el 25 de noviembre en Chos Malal y el 28 en Neuquén.

Y pensar que se creía que este concurso iba a quedar en la historia por ser el primero en el que participaba una abogada trans.


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