“Loncopué, zona ganadera por excelencia”

No termino de asombrarme cada vez que los vecinos de Loncopué deben pagar un kilo de costeletas a un exageradísimo precio de ¡$80! ¡En un lugar en el que por donde miremos estamos viendo una vaca! Es increíble pensar que hasta en hechos lamentables y para nada gratos a la vez se han perdido vidas humanas por accidentes en estas rutas debido a que los animales (vacas, novillos, toros, caballos, etc.) andan sueltos por doquier poniendo en peligro nuestras vidas también. Es ingrato. Pensar que hay muchas familias de este hermoso lugar que cuentan sus monedas para comprar, muy de vez en cuando, unos gramos de carne picada para dar de comer a sus hijos. Es vergonzoso –y humillante a la vez– que sólo algunos pocos llenen sus alforjas con esas mismas monedas. No es mi intención polemizar al respecto de quién es el que más gana en este juego no muy claro, de hacer plata con cada kilo de carne que los vecinos de Loncopué comemos en esta zona. Sí me gustaría debatir quiénes somos los que estamos perdiendo día a día para que otro gane, ¡y me animaría a decir que es mucho más de lo que realmente debería! Y estoy diciendo “otro”, no digo quién. Si hay algo que me gustan son los números, y mi mente, sin quererlo, cada vez que salgo de alguna carnicería me muestra algunos que me dicen: “Si el kilo vivo de un novillo el dueño del campo lo está cobrando $20 más IVA (10,5%), algo así como $22,10 por kilo, considerando un kilaje aproximado de 450 kg por animal, el mismo, comprándoselo al ganadero sale unos $9.945”. También he aprendido en esta zona que sólo termina siendo aprovechable el 50% de ese mismo animal, ya que el otro 50% se pierde entre huesos y desechos. Tampoco discutiré sobre eso ya que no soy muy entendido en el tema. Lo que sí me dan estos números es que ese 50% vendible se hace a un promedio de $70 (más o menos, teniendo en cuenta que un puchero es más barato y un lomo es mucho más caro). Siguiendo con mis matemáticas llego a la conclusión de que vendiendo a ese precio los 225 kg aprovechables hacemos una cifra de $15.750 por el novillo vendido, comprado el mismo a $9.945. Ganancia a la vista de $5.805 por cada novillo. Si tenemos en cuenta que los argentinos somos carnívoros también por excelencia como nuestra carne, el promedio de venta en una carnicería es de 20 novillos por mes (mínimo), nunca menos, sí más. Este número cerraría en $116.100,00 (ciento dieciséis mil cien pesos) mensuales. También soy consciente de los respectivos impuestos. Si realmente se pagan todos como deberían y gastos varios como alquileres, haberes y otros, ¿20% tal vez? ($23.220) (2 carniceros). Cuenta simple: $92.880 (noventa y dos mil ochocientos ochenta pesos). Saquemos los $2.880 por si he tenido algún dato no muy claro… ¡Cerramos en $90.000 limpitos por mes! Me pregunto, ¿cuánto es tu haber mensual?. ¿Cuánto es su haber de jubilado? Indudablemente, “¡hay un herror que está mal!”, decía un amigo mío. ¿Qué negocio, no? Lo cierto de todo esto es que a pesar de esta mano en nuestros bolsillos seguiremos comiendo asado, ¡lo llevamos en nuestra naturaleza! Pero qué bueno es saber los números, ¿no? Gustavo Figueroa DNI 16.671.423 – Loncopué

Gustavo Figueroa DNI 16.671.423 – Loncopué


Exit mobile version