Los 108 años de RÍO NEGRO

En un abrir y cerrar de ojos, la pandemia del coronavirus nos ha introducido en una era impensada y sometido a cambios radicales. Comulgamos -con extraordinario alcance global- incertidumbre, angustias y privaciones. Pero también esperanza; la genuina ilusión de que, aun a costa de enormes sacrificios actuales y futuros, saldremos de esta pesadilla de la mano de la ciencia y, mientras tanto, del cuidado personal y comunitario.

RÍO NEGRO cumple 108 años en este escenario con un compromiso redoblado: acompañar a su gran comunidad de lectores con información verificada, originada en fuentes confiables.

Los momentos actuales están atravesados por una marea de información, no poca de dudosa procedencia y con rápida propagación. Somos conscientes de la necesidad de cuidar y garantizar, bajo estrictos controles, la calidad que exige nuestro compromiso de casi once décadas con la audiencia.

La infodemia -la propalación de noticias falsas, ligeras o incomprobables que dañan a las sociedades, aún más en esta delicada circunstancia-, no es el único riesgo presente. La tentación a avasallar derechos civiles en nombre de la excepción, dejar pasar acciones intolerantes, naturalizar desvíos autocráticos, saltear fundamentos institucionales y privar de transparencia a los procesos administrativos, requieren de nuestra mirada bien atenta y la advertencia permanente.

Nuestra historia de 108 años se ha edificado, precisamente, en el respeto y búsqueda de la verdad, la pluralidad, la indagación y profundización de los hechos, y la contribución desde nuestras convicciones a una ciudadanía más libre y alerta.

A estos principios fundacionales del RÍO NEGRO se añaden circunstancialmente -de cara a esta pandemia- procedimientos profilácticos en los que venimos empeñados para cuidarnos dentro de la empresa y para cuidar a nuestros lectores.

 Todas las áreas del diario (redacción, administración, publicidad, rotativa, distribución) siguen estrictos protocolos de sanidad establecidos incluso desde antes de la instauración de la primera cuarentena en el país. La gran mayoría de los trabajadores de la Editorial realiza sus trabajos desde casa y quienes inevitablemente no pueden hacerlo, como periodistas, impresores distribuidores o canillitas, trabajan protegidos con todos los recursos necesarios. El diario papel se hace mediante un proceso que evita manipulaciones, desde el ingreso a taller de bobinas de papel bajo envoltorio, procesos completamente automatizados en la impresión y empaquetamiento de los ejemplares, y llegada al lector vía distribuidores y canillitas protegidos de barbijos. Esta trazabilidad higiénica es constantemente vigilada.

La grave circunstancia actual nos estimula, aún más, a profundizar la vocación por llegar a nuestras audiencias con las mejores herramientas para suministrar información clara, precisa, de valor, responsable y transparente para la comunidad.

Los periodistas de RÍO NEGRO innovan en variadas y ágiles plataformas digitales, que permiten además un vínculo directo con los lectores para conocer sus opiniones y demandas. Un insumo que favorece la mejora de nuestros servicios.

A sus 108 años, RÍO NEGRO reafirma su compromiso con la mejor tradición del periodismo de calidad y la vocación por la innovación, para asegurar contenidos fiables que sirvan a la democracia y a la sociedad.

Un afectuoso saludo a los periodistas y trabajadores de todas las áreas que hacen día a día RÍO NEGRO, a los anunciantes que nos respaldan aun en la adversidad y, por supuesto, a nuestra audiencia, razón principal de nuestra existencia. Nuestro único y apasionado objetivo.

* Editor Responsable