Los comerciantes se unen para producir
Formaron una cooperativa.
El acta de constitución de este nuevo desafío que emprenden junto a sus pares de Patagones fue suscripto por unos 70 socios. Su espejo fue la labor señera que viene desarrollando la cooperativa Faro de Roca.
De aquí en adelante su accionar estará centrado en coordinar labores de producción, intermediaciones en exportación de productos del Valle Inferior, organizar servicios de información comercial e instalar ventanillas de cobranzas de servicios públicos.
El presidente de la Cooperativa Comarca, Abel Degliantoni, explicó que «nuestra intención es pensar en el desarrollo económico de la zona y principalmente (en la producción) del Idevi, por lo tanto estamos creando algunas herramientas indispensables para trabajar en la intermediación porque queremos complementarnos con las ideas de exportación que ya tiene un grupo de productores de la colonia agrícola».
En cuanto al sistema de emisión de una tarjeta de crédito, señaló que se embarcaron luego de tener contacto «con gente de experiencia» en referencia al caso roquense.
El secretario Ricardo Wolff aclaró que una vez que esté en marcha, posiblemente diciembre, los usuarios podrán operar en todo el norte de la Patagonia e incluso ya se está pensando en firmar convenio con cooperativas nacionales para tener una proyección hacia otras zonas, como el caso de la tarjeta Cabal.
No obstante, los directivos se manejaron con cautela en cuanto a los pasos a seguir. «Debemos ser prudentes porque no queremos caer en un fracaso, la situación económica del país es muy vidriosa y además Viedma ya tuvo mucho y no se merece uno más», apuntaron. Junto con el lanzamiento de la cooperativa, los directivos aprovecharon a mostrar las modernas instalaciones donde funcionarán y que pertenecen a la Cámara de Comercio.
El personaje: Alberto Itzkov: concientización y trabajo
Desde hace dos meses, la municipalidad alistó en la Dirección de Seguridad e Higiene como funcionario a un miembro de una ONG -la Asociación de Defensa del Consumidor de Viedma- que llamativamente para estas épocas está ganando elogios en la ciudadanía.
Alberto Itzkov, lejos de quedarse detrás de un escritorio, se lo ve en la calle concientizando a la gente sobre cómo debe conducirse con su automóvil, le enseñó a sus jefes a que cualquiera puede impulsar una infracción de tránsito y cuando hay que ordenarlo, acompaña a las mujeres del Plan Jefes y Jefas.
Antes de ingresar al despacho recorre la ciudad y si ve un auto mal estacionado toma el número de patente y luego pasa la boleta a los inspectores. Días atrás, un conductor radial se quejó de que un taxista le había cobrado una tarifa superior. Mandó a buscar al taxista, le hizo repetir el recorrido y confirmó que la cifra cobrada estaba bien.
En sus 12 o 14 horas de trabajo está tratando de poner coto a la proliferación de perros y cuando camina por la costanera cuida que la gente no tire basura. «La verdad que a veces me siento un Quijote y sé que los molinos de viento son una ilusión, a la gente le cuesta admitir la culpa cuando comete una infracción, pero a mí no me importa el que dirán y asumo que me puedo ligar una piña o un insulto», afirmó. (AV)
Piruetas en la costanera
Con la vuelta de los días agradables y soleados, los chicos están usando la rampa de la Escuela Náutica en la costanera viedmense como pista de patineta.
Cuando el tiempo lo permite,
los chicos de esta ciudad aprovechan para mostrar sus habilidades frente a sus amigos.
Sus actividades no dejan de llamar la atención de los que pasan por ese lugar. (AV)
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