Los hermanos Biedma y «El Pueblo»
por HECTOR PEREZ MORANDO
Especial para «Río Negro»
Los hermanos José Juan y Alberto Biedma habían dejado la milicia como integrantes de algunos cuerpos en la campaña de Roca y radicados un poco en Carmen de Patagones y otro poco en Viedma. Habilitaron un «establecimiento tipográfico» y librería y José Juan comenzó a destacarse en aquella sociedad tan especial que después de más de cien años del arribo del fundador Francisco de Viedma y Narváez conservaba gran parte de la idiosincracia española. Precisamente J.J. Biedma se consideraba de la familia del fundador, a pesar de la B y la V, lo que siempre sostuvo y así lo destacó permanentemente, especialmente en su libro «Apuntes Históricos del Río Negro», impreso en imprenta propia, y con pie «Biedma-Río Negro-1887».
Como José Juan Biedma aparentemente tenía más inclinación por las letras que por las charreteras –se intuye por su vida y obra escrita– deciden los hermanos fundar un periódico y aparece «El Pueblo» en Carmen de Patagones en agosto de 1884. Jueves y domingos, cuatro columnas y desde enero de 1885 en Viedma. La imprenta se la habían comprado a César Vuillermet que alumbrara y dirigiera «El Río Negro». El periódico de los Biedma salía «con caracteres claros, elegantes, de rasgos finos y títulos en negrita» (Laría, S. C. 1967), formato 21×29.
Por 1887 era gobernador del territorio nacional del Río Negro Lorenzo Vintter y José Juan Biedma, jefe de Policía. Entonces «El Pueblo» apareció un tiempo bajo la dirección de D.C. Zonzza y luego con «editor responsable». La suscripción (suscrición decía en la tapa) era de 0.80 mensual y 0.10 el número suelto y la administración estaba en calle Entre Ríos. Generalmente tenía cuatro páginas y prudentemente Biedma no figuraba como director –posiblemente por el alto cargo que ejercía– pero se notaba su mano y estilo en muchas notas de redacción, algunas con alta polémica: «Tal le ha acontecido al autor del artículo titulado 'Un paseo alrededor de Patagones', que ha tenido la poca fortuna de producir general hilaridad por su grotesta seriedad. El que compara la vista general del Puerto de Patagones a la espléndida de la Bahía de Río Janeiro, hallándoles marcada similitud, no sabe lo que dice y en tal caso vale más callarse que proferir un disparate… Quién tan dislate escribe contribuye a la pérdida del periódico que, como 'El Liberal' dé cabida en sus columnas a sus producciones y mucho más si se lanza a verter apreciaciones estúpidas… ¿Cuál es el porvenir de Patagones? Patagones está destinado a ser siempre lo que es: un pueblo cabeza de Partido y nada más… En cambio Biedma (Viedma), que hoy, según el bendito 'Casirabia' apenas cuenta con perros y boliches, está llamada a ser la capital de una décima quinta provincia argentina, con su gobierno propio, sus cámaras legislativas… Contéstenos el señor Casihidrofobia en el próximo número de nuestro pobre colega» (sic), (17/3/1887). También incursionó en el Biedma-Viedma; en «política provincial» (Buenos Aires); contra procederes presumiblemente incorrectos del coronel Olascoaga en la gobernación del Neuquén y del colega viedmense «El Río Negro».
Además, «El Pueblo» contaba con «Sección Literaria», otra de «Noticias», en cual se anunciaba por ejemplo: «¿Cólera? Se susurra que ha ocurrido en Patagones un caso sospechoso de cólera. Cuidado con el microbio!» Y «Entradas policiales»: Emilio Pazos por ebriedad y desórdenes; Tristán Días, por ebriedad; Pascual Alore, desertor del paquebote 'Piedra Buena'; Segundo Poltronetti, orden del Juez de Paz y Manuel Vichu, desertor de la Escuadrilla. Pagó la multa en Pringles (Guardia Mitre), José García por ebriedad» (sic).
En avisos publicitarios aparecían repetidamente el de «Gran Tienda y Almacén de 'La Ciudad de París» de Luis Fanton que había recibido «completo y variadísimo surtido de Tienda, Ropería y Perfumería en el vapor 'Pomona', como ser randas, puntillas, encajes, festones, cintas, percales, géneros de verano», con local en Alsina esquina Villegas. También publicaba edictos del Juzgado de Paz de Patagones y avisos de ese municipio, del de Bahía Blanca, gobernación del Río Negro y Pringles (Guardia Mitre). Como los hermanos Biedma, además de «El Pueblo» tenían imprenta de obra, usaban aquella publicación como medio de lograr cobros, por ejemplo: «Permanente-Recordamos a D. Italo Milesi que debe devolver los libros talonarios que indebidamente retiene en su poder, pues no ha satisfecho su importe» (sic). Otro: «Prevención-A todos nuestros deudores, sin excepción alguna les prevenimos que si no cancelan sus cuentas con esta imprenta en el perentorio plazo de diez días a contar desde la fecha, se les va a publicar sus nombres sea quienes fueran. No es posible pagar cobrador y gastar en bote a cada momento mientras no concluya el eterno 'venga mañana', 'vuelva otro día' de algunos caballeros» (sic).
En aviso, Juan Gallone comunicaba que su vino chacolí se vendía en el almacén de Bernardo Alvarez «al menudeo, por litros, damajuanas, medias pipas y cuarterolas, vino de 1ª clase, puro y de uva bien madura. Precios módicos» y advertía «¡Ojo, señores, ojo!» sobre la suciedad con la carga y descarga de lana en el corralón de Nazario Contín, en la cuadra de la calle Buenos Aires. Contín integraba la corporación municipal y era uno de los más distinguidos vecinos viedmenses.
José Juan Biedma anunció en «El Pueblo» la aparición de su citado libro y, sin duda, por problemas locales fue el primero de los hermanos que regresó a Buenos Aires en 1889. Pocos años después lo haría su hermano Alberto. José Juan dejó un recuerdo imborrable por estas comarcas: el primer libro en castellano editado en la Patagonia, taller gráfico de «El Pueblo».
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