“Los imputados no son perejiles”

Buscando el cierre de su alegato, el fiscal Eduardo Funes elevó la voz y expresó “estamos hablando de narcotráfico”. Para el fiscal carece de importancia si la cocaína se cargó toda en el frigorífico, toda en el galpón, o una parte de cada lado; lo que da por probado es que ocurrió en Allen, en la sede de Frutol a cargo de Hinricksen. De todos modos, el alegato diferenció la conducta del allense a quien los otros acusados -en una reunión mantenida después que apareció la imagen sospechosa en el scanner mandaron a dar la cara-. “A Hinricksen lo dejaron solo en la apertura (que se iba a realizar el 14 de junio de 2010 y se concretó dos días después)”, dijo el fiscal. Destacó que se trató de dos exportaciones de cocaína ocultas en dos contenedores: uno hallado en Buenos Aires el 16 de junio de 2010 con 1.647 kilos y otro en Santos cuatro días después con 1.722 , mientras fue documentado un tercer contenedor de Frutol, sin droga. De la parte española, Funes se detuvo en la importancia de Temes Arnosi (primo de Temes Coto a quien este último le había comunicado “se jodió todo”), en Villanueva Graña (el “tío José” al que se refería Temes Coto en los llamados) y Nicolás Gamez, el narco mexicano. Dentro de dos semanas será el turno de los defensores que buscarán demostrar que se trata de una investigación armada en la instrucción por oficiales españoles y el ex comisario argentino, Gijena. En el caso de Hinricksen el planteo será sacar a Allen de la escena. El fiscal, espetó: “la investigación no debería acabar aquí, seguramente hay más personas involucradas”, y subrayó que Casación tiene a resolver la cuestión de los agentes aduaneros de Villa Regina, pero -concluyó- “los imputados no son perejiles, ni se trata aquí de actuar con ejemplaridad, sino en base a los hechos concretos que ocurrieron”. (ABA)