Los incumplimientos del Estado asfixian a la emblemática biblioteca Sarmiento de Bariloche

Provincia debe aportar por ley el equivalente a seis salarios mínimos vitales y móviles y el municipio, por ordenanza, tres nóminas. Ninguno cumple y en la institución advierten que podrían cerrar servicios y reducir puestos de trabajo.

El incumplimiento de la provincia y el municipio de Bariloche en aportes definidos por ley, ahogan las finanzas de la emblemática biblioteca popular Sarmiento, que ponen en riesgo la continuidad de algunos servicios y puestos de empleo.

La biblioteca del Centro Cívico tiene 93 años de historia y una tradición de arraigo con la sociedad barilochense como pocas instituciones. Actualmente atraviesa una situación crítica.

La comisión directiva cursó varias notas y mantuvo reuniones con distintas autoridades para pedir que se regularice el pago de aportes definidos por normativa. El incumplimiento es por partida doble porque ni la Provincia ni el municipio cumplen.

“La situación actual es de asfixia, llegamos a fin de mes sin dinero para pagar los sueldos, los gastos, los servicios”, graficó el director de la biblioteca Gonzalo de Estrada, quien afirmó que corren riesgo de cortar servicios como la sala de teatro y reducir puestos de trabajo.

Hoy la biblioteca se sostiene prácticamente con la cuota de los socios, que suman 2.000 y abonan un valor simbólico de 150 pesos por mes. Entre los gastos, además de los servicios y mantenimiento, tienen que pagar 10 sueldos de trabajadores, de los cuáles solo uno es absorbido por el gobierno de Río Negro.

En el caso de la provincia, una ley establece el pago equivalente a seis salarios mínimos vitales y móviles para la biblioteca popular. Río Negro nunca cumplió. Además existía un convenio por el uso del espacio para la realización de talleres o proyecciones del Festival Audiovisual Bariloche, que actualmente no está activo.

De Estrada dijo que mantuvieron varias reuniones con el secretario de Cultura, Ariel Ávalos. “Pedimos un aporte de unos 200.000 pesos en función de que es una institución particular, no solo biblioteca popular con sala de lectura sino también tenemos sala de teatro, talleres, es un espacio cultural”, dijo el directivo. La última contrapropuesta de la provincia, que ingresó el viernes tras varios meses de silencio, es de 130.000 pesos, pero la comisión directiva evalúa rechazarla.

“No es caprichoso. Todas las instituciones piden ayuda y les dan, reciben los clubes, las escuelas privadas, otras asociaciones y en nuestro caso está por ley, pero no se cumple”, insistió De Estrada quien señaló que no se reclama la deuda de todos los años de incumplimiento, simplemente que se regularice un pago mensual como fija la ley, a partir de ahora.

También ante la municipalidad la biblioteca realizó varios reclamos. Una ordenanza establece que debe aportar mensualmente el equivalente a tres salarios mínimos. La deuda sumaba 1,5 millones de pesos a fines de mayo y tras varios reclamos, incluso a través del Concejo Deliberante, el municipio pagó a cuentagotas 500.000 pesos. “Falta alrededor de un millón de pesos, pero le propusimos al subsecretario de Cultura que definan un plan de pagos de esa deuda y que empiecen a regularizar a partir de ahora los aportes mensuales”. La respuesta todavía no llega y estaría bajo análisis del intendente Gustavo Gennuso.

Además, los directivos de la biblioteca cuestionan que se mantenga la prohibición de abrir la sala de lectura y consideran un contrasentido que se permita habilitar la sala de teatro, pero no el otro espacio donde la permanencia de las personas es más individual y cuidada. Este reclamo no tuvo eco en el municipio ni en la provincia y ahora llegaron a la Secretaría de Cultura de la Nación.


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