Los músicos de Bariloche que participaron de una orquesta en España aguardan para volver al país

Se trata de Julián Giménez y Ana Verena Díaz que se iniciaron en la Orquesta Cofradía. Actualmente, estudian en el Instituto del Teatro Colón y fueron seleccionados para integrar una orquesta con músicos de otros países.

Los jóvenes barilochenses, Julián Giménez y Ana Verena Díaz, participaron de una orquesta dirigida por el músico, compositor y director de orquesta venezolano, Gustavo Dudamel, que brindó conciertos en varias ciudades de España. Tras la experiencia de 15 días, los músicos aguardan que se levanten las restricciones fronterizas por la pandemia para regresar a la Argentina.

Julián y Ana se iniciaron en la Orquesta de Cámara Juvenil Cofradía, dirigida por Diego Díaz y Kyoko Kurokawa, cuando tenían apenas 12 y 15 años. Años después, en 2019, se reencontraron en Buenos Aires donde continuaron sus estudios de violonchelo.

“Los dos tuvimos la suerte de ingresar al Instituto del Teatro Colón que tiene una formación orquestal para músicos. Hay materias teóricas y muchas con instrumentos. Son dos años en principio pero con la pandemia, se alargó un año más”, contó Julián, de 21 años.

En el Instituto del Teatro Colón, surgió la posibilidad audicionar para una serie de conciertos en España, coordinados por la Fundación Dudamel. Ana y Julián fueron seleccionados, junto a otros cuatro estudiantes argentinos de Jujuy, San Martín de los Andes y Buenos Aires.

Una de las tantas presentaciones en España. Foto: gentileza

“Al igual que en Buenos Aires, lanzaron la convocatoria para estudiantes de Chile, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, México, Estados Unidos y Portugal. El objetivo era crear una orquesta con más de 40 estudiantes de distintas nacionalidades”, agregó Ana, de 23 años, al tiempo que resaltó la labor de Gustavo Dudamel, como “un director de nivel mundial que dirige las mejores orquestas de todo el mundo”.

Durante los primeros días en España, los barilochenses participaban de tres turnos de ensayos entre el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. Poco a poco, fue bajando la intensidad a medida que se acercaban los días de los conciertos.

“Fue complicado al inicio porque había chicos de otros países que habían arrancado con los ensayos de orquestas. Pero fue muy hermoso y emocionante volver a sentir la música grupal. Hay mucha conexión e interacción con otras personas”, definió Ana.

La orquesta ofreció dos obras (Serenata para cuerdas, de Tchaikovsky, y Noche transfigurada, de Schoenberg) que llevó a los escenarios de Madrid (en la misma sala donde se exhibe Las Meninas, en el Museo del Prado), Oviedo, Tenerife e Islas Canarias.

Julián destacó que tuvieron profesores de las “mejores orquestas del mundo”, como la Filarmónica de Viena, Los Ángeles y Simón Bolívar, entre otros. Junto a su compañera, coincidió en que se trató de “una experiencia increíble. Desde compartir con otras culturas e intercambiar con ellas. Nos nutrimos un montón. Dudamel tiene mucha experiencia y lo transmite. Nos daba mucha confianza”.

Ana y Julián tenían previsto el regreso a Argentina el 30 de junio por la madrugada pero desde la Fundación Dudamel les informaron que Argentina había cancelado los vuelos. “Nos dieron mucha tranquilidad y se están ocupando de todos los gastos así que estamos tranquilos. Han sido muy generosos. También tenemos un gran agradecimiento a Cofradía. Es nuestra cuna y nuestro pilar musical. Nos enseñaron la emoción de hacer música”, concluyó Ana.


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