Los ojos abiertos de América Latina en tiempos de pandemia

Redacción

Por Redacción

América presenta similitudes y diferencias según las medidas que se tomaron en cada país y el nivel de cumplimiento de las mismas, en medio de la pandemia de coronavirus. Los sistemas de salud saturados, el toque de queda, la cuarentena y el aislamiento son factores comunes. El home office (trabajo remoto) es muy utilizado y las actividades quedaron limitadas a las indispensables para afrontar la situación.

Estados Unidos, México, Ecuador, Guatemala, Chile, República Dominicana y Colombia, retratados en la mirada de habitantes a lo largo del continente en los siguientes testimonios recabados por »Río Negro».

Andrea Nava, ciudad de Guatemala: Es una situación bastante difícil y se evita el contacto social mediante un toque de queda, que rige desde las 4 de la mañana a las 4 de la tarde. Solo pueden salir quienes tengan que hacerlo necesariamente.
El presidente nos ha mantenido informados del tema. La Semana Santa fue atípica, ya que se ordenó que los lugares turísticos fueran cerrados. Hay muchas medidas de prevención.

Mucha gente no tiene trabajo formal y tiene que exponerse de todas maneras. Las tareas que pueden hacerse en forma digital se realizan así y las clases también son en línea. Es complicado porque no todo el mundo tiene acceso a internet y quienes cuentan con el servicio no siempre lo tienen con la calidad que se necesita. En los supermercados, muchos compraron de todo como si no pudieran salir nunca más.
Más allá de los casos reportados, creo que hay más que todavía no se comprobaron. (*Guatemala tiene 155 casos y 5 muertos)

Ecuador: Nilda Herrera, vive en Tena, ciudad de la Amazonía

En Ecuador, el sistema de salud no estaba preparado. En los hospitales no contaban con equipos de protección, a pesar de que el gobierno decía lo contrario. De hecho la Ministra de Salud renunció en medio de la cuarentena. Médicos y enfermeras fueron contagiados al atender los primeros casos y varios de ellos murieron.

El problema se acentuó en Guayaquil porque se desobedecieron las medidas de cuidado. Hubo un colapso general en hospitales, clínicas, funerarias, registro civil y llegaron a tener cadáveres en casas o veredas por varios días. La falta de cuidado allí también se tradujo en sus viajes dentro del país, lo que derivó en contagios en otras ciudades.
Tena, donde vivo, tiene 30 mil habitantes y tenemos un solo caso de coronavirus, de alguien proveniente de Guayaquil.
Eso se calmó, pero la situación fue una vergüenza a nivel mundial. Tanto el gobierno central como los locales, empresas y hasta la banca (bancos) han aportado fondos para hacerle frente a esta crisis. (*En Ecuador hay 7.466 casos y 333 fallecidos.)

Estados Unidos: Amanda Díaz Colón, portorriqueña en Florida

Estamos en cuarentena como la mayor parte del mundo. Hay toque de queda decretado por la alcaldesa (de la ciudad de Tampa) y del gobernador del estado de Florida.
Solo circulan personas que proveen servicios y quienes son considerados esenciales como los médicos. Los únicos comercios abiertos son los que tienen alimentos para llevar. Salimos una vez por semana para comprar, la gente guarda distancia, usa mascarillas y mantenemos un cuidado personal a la hora de salir.
En mi caso no siento un cambio tan drástico por la naturaleza de mi trabajo de investigadora. Además, mis suegros viven en Puerto Rico, mi mamá en California y mi papá en Texas, así que no me ha impactado porque vivimos lejos durante el año. Lo mismo me ocurre con las amistades.
La tecnología tiene un rol importante para que uno no se sienta enajenado de lo que ocurre afuera ni desconectado de los seres queridos. (*Estados Unidos tiene 563.604 casos y 22.204 muertes)

República Dominicana: Rosa María Almonte Batista, de Santiago de los Caballeros

Acá el tema es preocupante. A pesar de las medidas tomadas por el gobierno, el número de contagios y muertes va en aumento. Ya hay cinco ciudades donde el virus circula de forma comunitaria. Entre ellas está Santiago, donde resido.

El primer boletín oficial se emitió el 18 de marzo con 34 casos y dos muertes. A los 21 días, había 2349 casos, 118 fallecidos y los números siguen creciendo.
Las autoridades de salud tomaron medidas desde mediados de enero y comenzaron a preparar salas de aislamiento, pero tardaron en impedir vuelos provenientes de países que ya tenían el virus.
No hubo rigor en las medidas de alejamiento, que llegaron para mediados de marzo. El país fue declarado en emergencia el 18 de ese mes pero el 6 de abril se extendió por 15 días.
Se han restringido las actividades. Lo académico está frenado, las fronteras cerradas y solo funcionan las empresas básicas para la población como las farmacias o locales de alimentos.
El toque de queda comenzó el 20 de marzo, desde las 8 de la noche a las 6 de la mañana, pero no se cumplió y hubo hasta 20 mil arrestos en un día. El presidente adelantó el comienzo al horario de las 5 de la tarde.
Se espera un aumento de contagios en los próximos días. El gobiermo autorizó más laboratorios para testear, la falta de pruebas era una de las quejas de la población. (*Dominicana acumula 2.967 casos y 173 muertes)

Andrés Roncagliolo, Santiago de Chile

Aquí en la comuna (barrio) de Las Condes surgieron los primeros casos del país. Las calles están más vacías de lo normal porque muchos trabajan a distancia. Funcionan los servicios básicos como bancos o farmacias y el transporte público casi no se usa.
Uno observa gente nerviosa, preocupados por la salud de seres queridos, como de adultos mayores.

Cada vez son menos quienes no se toman en serio la situación. Hay temor al colapso del sistema de salud. Algunas comunas en el sur del país tienen colmada su capacidad sanitaria. Es una de las principales preocupaciones.
Los alcaldes y el colegio médico son críticos para con el presidente. Plantean que se debiera decretar cuarentena total. Del otro lado, una parte del empresariado y especialistas en epidemias consideran correcto un aislamiento progresivo.
Estoy bastante de acuerdo con el gobierno, mi sospecha es que, al paralizar por completo la actividad, la gente que no tiene ingresos no respetará esa cuarentena porque el impacto negativo en la economía ya se está notando.
Creo que esta situación se va a mantener por bastante tiempo, un par de meses más por lo menos. En mi casa nos estamos preparando para eso.
Hay comunas que van a tener cuarentena total y se va a acentuar la presión sobre el sistema de salud.
Soy optimista porque el aumento de contagiados ha sido menos acelerado que en otros países como Italia y España. Creo que no vamos a llegar a ese nivel de crisis, pero para ello hay que mantener el aislamiento social. Es difícil, pero necesario. (*En Chile se suman 7.213 contagios y 80 fallecidos)

México: Mireia Gussinyé Figueres, Distrito Federal

En la ciudad de México y su área metropolitana se aplica la consigna ‘‘Quédate en Casa’’. La mayoría de gente la cumple, quienes pueden hacer home office (trabajo remoto) lo hacen. Actualmente estamos en vacaciones, los niños no van a la escuela, algunos trabajadores están descansando y se siente la ciudad muy vacía.
Se han cerrado todas las playas de México. No se tiene acceso para evitar que el contagio llegue a zonas más vulnerables.
Estamos en la fase 2 del proceso y se espera que en los próximos días se pase a una fase 3 el fin de semana con estas medidas que se han tomado.
(*México registra 4.219 contagios y 273 fallecidos)

Mauricio Gómez, de Bogotá, Colombia

Desde el 13 de marzo la situación fue variando. Afortunadamente la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se anticipó al presidente y al senado con un simulacro de cuarentena que duró 4 días. Luego llegó el confinamiento a nivel país y desde allí permanece todo parado. Se cerró toda la actividad académica y está muy limitado lo comercial, apenas abren los mercados. En las zonas pobres, quienes viven al día han visto muy menguada su situación y el gobierno ha generado subsidios para paliar el hambre.

En lo cotidiano, los jóvenes realizan sus tareas virtuales por internet. Los colegios no estaban preparados para eso y los profesores intentan trabajar en ese sentido, que los padres asuman un poco el rol de tutores. En la parte económica, para quienes somos contratados independientes, ha significado cesar las labores y los ingresos. En mi caso, por fortuna, mi esposa trabaja en una empresa grande de alimentos y allí no hubo dificultades para los empleados. Por el contrario, las de ese rubro han visto multiplicadas sus ventas por el miedo a la escasez y la compra indiscriminada.

En lo político, las responsabilidades más duras (parar las actividades económicas y mantener la gente en sus casas) cayeron sobre los gobiernos locales y territoriales. El gobierno nacional genera un »tufillo» de incompetencia en la población y ha copiado las medidas de los alcaldes. Algunos líderes locales fueron denunciados por casos de corrupción con los fondos que recibieron para afrontar la situación.

De cara al futuro, la incertidumbre económica es generalizada porque el 50% de los trabajadores son informales. Es el sector más golpeado por la crisis. Se siente la presión del sector económico, venimos de varios paros nacionales pero el coronavirus se ha vuelto un velo que dejó en segundo plano esa caldera social, que igualmente sigue vive.

En cuanto al ánimo, la gente ha asumido esta situación con entereza, no veo tristeza. Son momentos de crisis para reflexionar para donde vamos como familia, como personas, como naciones y como pueblos.

*En Colombia el coronavirus produjo 2276 infectados y 109 muertes.


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