Los negocios de Daniel Muñoz y Carolina Pochetti en la región

El fallecido ex secretario de Kirchner y su novia apostaron en 2008 al rubro petrolero. Buscaron un socio: un empresario cipoleño.

La pareja “inversora”: el fallecido Daniel Muñoz y su viuda Carolina Pochetti, excarcelada el viernes.

La pareja “inversora”: el fallecido Daniel Muñoz y su viuda Carolina Pochetti, excarcelada el viernes.

La pareja “inversora”: el fallecido Daniel Muñoz y su viuda Carolina Pochetti, excarcelada el viernes.

El noviazgo recién comenzaba. Daniel Muñoz era la sombra de Néstor Kirchner. Carolina Pochetti, nacida en Neuquén, vivía hace años en Santa Cruz y no hacía mucho cobraba un modesto sueldo en Protocolo de la gobernación.

Por 2008, Muñoz y Pochetti iniciaron el trasiego de millonarios fondos de dudoso origen. Fue un año después de que el propio Muñoz se pavoneara ante Miriam Quiroga, secretaria de Néstor, con un voluminoso bolso en una oficina de Bolívar 50: “Mirá cuánto pesa… son verdes”.

El hombre (ahora fallecido) necesitaba volcar en rentables negocios la fortuna cosechada. ¿Cómo pudo haberla hecho si hasta apenas unos años era auxiliar de tercera del gobierno de Santa Cruz? Su “suerte”, claro, tuvo un rotundo cambio cuando Kirchner lo eligió como su secretario privado y asesor personal.

En 2008, las huestes de Lilita Carrió le pisaban los talones cuando veían que, de no tener ningún inmueble ni ahorro y sólo su sueldo y un Volkswagen Gol ’99, Muñoz pasó en pocos años a ostentar un terreno de 675 m2 en Mar de las Pampas, otro de 1.285 en El Calafate, un Ford Focus y $430.000 en efectivo. Era sólo el embrión de la riqueza amasada.

Pochetti, quien vivía en una casa de plan Fonavi de 50 m2, se mudó a una mansión en Villa Urquiza de la mano de Muñoz.

Fue precisamente en esa época cuando la pareja Muñoz-Pochetti se empeñó en buscar pingües oportunidades comerciales. Y socios dispuestos para ello.

Hoy, con los cuadernos de Centeno y las declaraciones de los protagonistas presos arrepentidos, sabemos que el circuito de inmensos caudales provenía de las coimas que ex funcionarios cobraban a contratistas del Estado. Un volumen probable de 200 millones de dólares (según confesiones de estas horas) se atribuye a “inversiones” de Muñoz, sus familiares y testaferros en la Patagonia, Buenos Aires, Estados Unidos y el Caribe.

Las dos primeras y únicas sociedades registradas por Daniel Muñoz se hicieron en nuestra región norpatagónica junto con un joven de conocida familia de Cipolletti: Gregorio Ludman. Así consta en los registros oficiales y así lo acaba de confirmar en su declaración ante la Justicia el arrepentido ex contador de los Kirchner hoy preso, Claudio “Polo” Manzanares.

Todo indica que el objetivo de esas primeras sociedades no era otro que encaramarse al boom petrolero de Vaca Muerta, que por esa época se veía venir. Había que buscar socios que tuvieran clara experiencia en el rubro.

Muñoz se unió a Ludman en 2008, un año antes de que fuera imputado por enriquecimiento por el juez Claudio Bonadio. La dupla creó dos empresas con escasos días de diferencia:

• DS Mayer SA, concebida el 18 de enero de 2008. Se asentó en Laprida 1635, segundo piso A de Buenos Aires, pero su centro de operaciones estaba en la Ruta 151, entre Cipolletti y Cinco Saltos. El objeto social original era transporte de todo tipo -incluido lubricantes- e inmobiliaria.

• Proxi SRL, inscripta unos 15 días después, con domicilio en Cipolletti. Se proponía la explotación, gerenciamiento y consultoría en gasoductos y yacimientos, la remediación ambiental, el transporte de cargas peligrosas, la operación y extracción hidrocarburífera y servicios financieros. Nada menos.

Esta última firma no prestó servicios ni tuvo puntos de venta declarados, aseguró Ludman. En cuanto a DS Mayer, afirmó -y demostró con papeles ante este diario- que funcionó hasta 2012 y que sus últimos ejercicios registraron una pérdida de 283.000 pesos y un patrimonio neto de irrisorios 739 pesos. La sociedad tuvo seis camiones y un contrato con YPF que le permitía distribuir combustible desde la refinería de Huincul hasta las expendedoras regionales. Pero un negocio precedente fue más fuctífero.

José Temístocles Cortez (foto) manejó varios de los negocios que heredó Carolina Pochetti. Es la cara visible de una cadena de farmacias.

De la declaración del contador Víctor Manzanares a la Justicia

El “amigo”

¿Cómo se contactó Muñoz con el socio valletano? Según reconstruyó “Río Negro” de fuentes cercanas a los protagonistas, la historia se remonta a 2005 cuando el dueño de una gran transportista de la comarca petrolera le dijo a Ludman, su gerente general: “Hay un amigo que quiere trabajar camiones con nosotros; atendelo”. Ese “amigo” era Daniel Blanco, hermano de la ex esposa del gobernador santacruceño Daniel Peralta y tío de Carolina Pochetti. Tenía unos cuantos años de experiencia en la industria petrolera.

Blanco armó para ese fin una sociedad llamada Patagon Adventure SRL junto a su otra hermana Stella Maris y a su sobrina Carolina, con domicilio fiscal en la lujosa casa de Daniel Muñoz en Villa Urquiza y domicilios alternativos en Neuquén capital y Barrio Uno de Plaza Huincul. Su principal objeto social era operadora turística, pero también la inscribió como explotadora forestal, inmobiliaria y asesora de servicios petroleros. Para esta última función se acordó que Ludman sería el administrador. Al parecer, la empresa funcionó sobre ruedas.

Así, tres años después, aparece en escena Muñoz como directo inversor. Fue presentado por Carolina y su tío. Se sentaron con Ludman y pergeñaron Proxi y DS Mayer. El cipoleño jura que desconocía el historial y las pesquisas judiciales del patrimonio de Muñoz, que para entonces volvía a ser funcionario clave como asesor de Cristina Fernández con jerarquía de secretario de Estado. Sin embargo -como se dijo- la pareja de Muñoz y su tío ya trabajaban con Ludman en Patagon desde 2005.

El problema fue que Muñoz se mostró remiso a soltar capital para las empresas. Vino a la región sólo una vez y “no entendía por qué se perdía plata con DS Mayer”, cuenta uno de los jerárquicos medios que trabajó allí.

Fue Ludman quien tomó la iniciativa de neutralizar la empresa en la medida en que le pesaba el pedigree de su socio y, sobre todo, cuando advirtió que las revelaciones televisivas de Jorge Lanata silbaban cerca de los emprendimientos de Muñoz/Blanco/Pochetti en la zona cordillerana. No obstante, la firma aún sigue figurando como activa.

El cipoleño se mantuvo a flote con una sociedad que había registrado apenas recibido de administrador de empresas, creada para ofrecer publicidad y que luego reorientó a lo que conoce bien: los servicios petroleros.

Mejor, cabañas

La faz turística e inmobiliaria de los familiares del fallecido secretario de Kirchner tuvo también como escenario nuestra región. Cabañas de alquiler, valiosas casas y lotes, embarcaciones y camionetas fueron asentadas en Villa La Angostura y San Martín de los Andes.

Tras la frustrada experiencia petrolera de Patagon Adventure, Blanco, Pochetti y Luis Cugino (arquitecto cercano a Julio De Vido y señalado ahora por Manzanares del traslado de bolsos de dinero) integraron Patagon Experience SRL, que administró entre otros bienes el complejo de las exclusivas cabañas Patagon SMA, en San Martín de los Andes. El emprendimiento, aún en actividad, aparece bajo la órbita de otra sociedad que sería ajena al grupo original: Pasión Patagonia, cuyos socios son una docente universitaria y un comerciante.

Daniel Blanco también inscribió Banana Ski Shop para el alquiler de indumentaria deportiva en La Angostura.

Yo hacía transferencias por indicación (de Pochetti) vía WhatsApp. Rondaban los 190.000 o 200.00 dólares. Eran bastantes”.

Del testimonio de Carlos Gellert, primo de Carolina Pochetti, que estuvo preso

Farmacias en el sur y lujosos ladrillos en Estados Unidos y el Caribe

Días atrás, Manzanares reveló que una parte de las inversiones de la fortuna cosechada por Muñoz se hizo en Río Gallegos con la compra de múltiples farmacias que formaron el grupo Autofarma. La cara visible es Carlos Temístocles Cortez. Este analista de sistemas y pescador deportivo es señalado como testaferro en la maniobra de introducir dinero ilícito en el mercado (“generar blanco”). Dentro de la constelación de Cortez, aparece el ya mencionado Luis Cugino como socio.

Otra vertiente de la maniobra la integrarían otros familiares como Carlos Gellert, quien es primo de Carolina e hijo del primer matrimonio de Blanca Blanco. Figuró como empleado de Patagon Adventure, la firma de Blanco/Pochetti administrada por Ludman. Tanto él como su esposa, la mexicana Perla Puente Resendez, estuvieron presos.

Los testimonios de Pochetti, Manzanares, Juan Manuel Campillo, Cortez y Gellert son clave para intentar sacar a luz la magnitud exacta de las impactantes inversiones en el exterior, que incluyeron 16

departamentos de lujo, centros comerciales en Manhattan y Florida, un complejo en islas caribeñas británicas Turcas y Caicos, así como bienes en el Estado de Texas y Monterrey (México). También para lograr saber el destino de millonarias transferencias vía offshores de Panamá, Islas Vírgenes Británicas y Uruguay.

Fortuna

200.000.000
de dólares es la fortuna que amasó Daniel Muñoz y que fue volcada en sociedades, bienes y transferencias offshore.

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