Los tesoros millonarios que guarda el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén

El patrimonio del museo cuenta con casi 400 piezas muchas de ellas con una gran valor simbólico más allá del económico. Una parte de la colección pertenece al museo nacional de Buenos Aires y el resto son donaciones o adquisiciones.

El Museo Nacional de Bellas Artes tiene un patrimonio artístico que reúne cerca de 400 obras, 201 pertenecen a la colección del museo nacional de Buenos Aires y el resto fueron donaciones de artistas o privados o bien adquisiciones propias.

El valor económico que ellas representan es incalculable porque el precio de la obras es variable, y además es un dato poco relevante a nivel artístico.

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El depósito del MNBA es un lugar acondicionado a la perfección para atesorar valiosas obras. Su ubicación es información sensible de poco conocimiento. Foto: Gentileza

“Se han hecho tasar algunas obras sobre todo en función de alguna muestra temporaria. Nunca hicimos tasar el conjunto y además priorizamos hablar del valor simbólico”, señaló al respecto Lucas Guevara, integrante del área de investigación y capacitación del MNBA.

Y claro, es que el valor simbólico es lo más trascendental cuando de arte se trata.

Y es justamente ese valor el que ha posicionado al museo neuquino como uno de los más importantes del país por las características intrínsecas de su exquisita colección.

“El Museo Nacional de Bellas Artes de la ciudad de Neuquén contó con una inyección inicial de 201 obras provenientes del patrimonio pictórico del museo de Buenos Aires. Entre esas obras se incluye una importante colección de arte europeo y y una colección un poquito menor de arte argentino y latinoamericano. En general es arte que va desde el siglo XV hasta nuestros días o finales del siglo XX. Tenemos más de 500 años de historia del arte”, resumió Guevara en diálogo con “Río Negro”.

Y agregó: “A ese primer aporte de obras que son del patrimonio de la Nación y que nosotros las tenemos por comodato, después le fueron sumando otros cientos de obras, prácticamente duplicamos el patrimonio con donaciones y adquisiciones”.

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Las condiciones de temperatura, luz y humedad óptimas para la conservación de arte son imprescindibles en el depósito. Foto: Gentileza

Lo cierto es que no todas las obras se exhiben en la muestra permanente. Su selección se realizó en una curación inicial que tal como comentó el también profesor de historia “los criterios siempre son en algún punto discrecionales, si bien uno puede basarse en alguna teoría o en los críticos de arte, no deja de ser discrecional”.

Las obras de mujeres

“Nosotros procuramos ampliar la cantidad de obras expuestas, sacamos muchas cosas del depósito, obras que hace años no veían la luz y hasta me atrevo a decir que hay obras que nunca habían sido expuestas y en este caso el criterio no fue el de juntar figuritas difíciles sino juntar figuritas con contenido que nos dieran letra a los investigadores y a los guías para desarrollar relatos más amplios y más actuales, mas contextuados”, contó Guevara sobre una de las últimas acciones sobre la muestra permanente.

Y otra de esas acciones fue en marzo del año pasado cuando se incorporó una obra de las pocas de mujeres que posee el MNBA.

“El material inicial con el que contamos en bastante masculino, el 85 o 90% de los artistas son varones y apenas un 10% son mujeres. En 2018 una de las cosas que hicimos nosotros como suerte de reparación histórica es sacar del depósito una obra de Rosa Bonheur, una pintora francesa del siglo XIX que fue adquirida en 1907 y que se ganó un lugar en nuestra pared a partir de marzo del año pasado”, subrayó el responsable del ciclo “Contame un cuadro”.

Además, sobre la exposición permanente Guevara comentó que el plazo máximo de duración es de 30 años.

“En general los museos tienen exhibidas las obras un par de décadas, 20 hasta 30 años y después esas obras son sometidas a restauración porque con los agentes como el aire, a la luz van adquiriendo una pátina. Nosotros estamos en un término medio de duración de las posesión de estas obras en comodato. Algunas obras en las que el marco ha trabajado, o se ha craquelado un poquito la pintura han tenido que volver a restauración que no es algo que hagamos acá en Neuquén, por el momento”, detalló el profesor de historia.

Una gran selección en tiempos turbulentos

El encargado de seleccionar las obras que llegaron al museo neuquino desde su par en Buenos Aires fue Oscar Smoljan, director de la institución desde su creación hasta 2015 cuando dejó el puesto para asumir en su banca de diputado provincial.

En el 2000 la ciudad de Neuquén firmó un convenio con el ministerio de Cultura de Nación y estableció así la primera sede descentralizada del Museo Nacional de Bellas Artes que funcionaría por cuatro años en el museo Gregorio Álvarez.

En 2004 se construyó el edificio propio para el museo neuquino, uno de los pocos del país con infraestructura especialmente diseñada para este fin.
Todos estos pasos permitieron que la institución neuquina pueda adquirir en comodato parte del patrimonio artístico nacional.

“Di Tella cumplió la palabra, firmó un convenio como ministro de Cultura y me permitió seleccionar un grupo de obras, me dio libertad de acción y yo tuve la suerte de poder acceder a todo el listado de las 12.000 o 13.000 obras que disponía el museo nacional.

Fue en esa época donde hubo cinco presidentes y donde institucionalmente era un lío, pero eso me permitió meterme por todos esos recovecos y en el desconcierto nacional que había pude seleccionar todo el grupo de obras”, comenzó contando Smoljan sobre el proceso que doto al museo neuquino de un capital invaluable.

Y agregó: “Tuve la suerte de poder meterme en esos sótanos y ver que las obras que fuéramos a traer estuvieran bien conservadas y se pudieran trasladar, porque no todo el patrimonio estaba en esas condiciones”.

Sobre los criterios de selección, el actual diputado señaló : “Yo seleccioné las obras con criterios básicos pero muy concretos, primero que tenga un cuerpo de pintura europea internacional porque el valor de un museo, la solvencia, el prestigio lo da la colección que tiene y pintura europea en el interior del país hay muy poca. Con eso pude seleccionar todo ese cuerpo de pintura europea desde el renacimiento al impresionismo”, relató.

Agregó que “la otra decisión central fue que en la selección de la pintura argentina y latinoamericana tengamos un panorama muy claro desde los precursores hasta lo más contemporáneo”, agregó Smoljan sobre la primera selección de obras que dieron vida al museo.

Números del patrimonio

400
obras aproximadamente es el patrimonio del MNBA. Las donaciones demandan un trámite de aceptación en el Concejo Deliberante.
4.000.000
de euros es el valor estimado de la obra más costosa. Es una pieza de arte español, pero por cuestiones de seguridad las precisiones se mantienen en secreto.

La preferida del público

La colección de arte francés es una de las más refinadas con las que cuenta el museo neuquino. Pero hay una que cautiva todas las miradas. “Mujer Leyendo”, de Jacques Emile Blanche.

“El público siempre habla de una obra que se llama ‘Mujer Leyendo’ que es una obra muy bella de una mujer en una silla, con un vestido vaporoso blanco que está muy concentrada en una lectura. Esa es una obra que la gente siempre la hace de sus preferidas dentro de lo que es la colección francesa”, contó el profesor Lucas Guevara, empleado del museo y responsable del ciclo “Contame un cuadro”.

Tenemos una exquisita selección que recorre todos los movimientos pictóricos, recorre prácticamente 600 años de historia y todos los subgéneros de la pintura”.

Lucas Guevara acerca de la colección del MNBA Neuquén.

Una defensa a garras y dientes

Casi la mitad del patrimonio con el que cuenta el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén es propiedad de la sede central del museo ubicada en Buenos Aires.
Esas obras fueron cedidas en comodato cuando se estableció la sede neuquina.

Lo cierto es que la selecta colección es un tesoro en pugna entre la sede central y la de Neuquén, la primera descentralizada.

“Realmente la colección del museo neuquino es muy acertada. Y la estamos defendiendo con garras y dientes porque ha habido intentos del museo de Buenos Aires de cambiarnos la colección, después de 15 años, en términos que no son muy agradables para nosotros. Ya peleamos y revocamos dos propuestas de cambios de muestras y ahora estamos negociando la tercera”, confió Lucas Guevara, miembro del staff del museo.


Colección italiana

Los grabados italianos del siglo XV son las obras más viejas que posee el museo neuquino.

Son obras que están en el museo nacional de Buenos Aires desde 1907 y pertenecen a las primeras misiones europeas que hizo el primer director del museo, Schiaffino, para adquirir obras con dinero del Estado.


Colección española

Hay una muy importante colección de obras españolas, del siglo de oro español y hasta el siglo XIX. Representan alrededor de 400 años de arte español.

Desde el siglo XV en adelante es arte religioso y en el siglo XIX hay algunos exponentes de las vanguardias como Anglada Camarasa, Sorolla y otros importantes artistas españoles de la vanguardia.


Colección holandesa

Hay una muy bella y cortita colección de pintura holandesa. La pintura holandesa se destacó por el paisaje, el retrato y el bodegón.

En el MNBA Neuquén hay retratos y un paisaje de gran tamaño que, según los investigadores, su autoría es motivo de controversia.


Colección francesa

Después de la colección de arte francés hay piezas exquisitas de personajes como Manet, Toulouse Lautrec, un par de esculturas de Rodin, algo de Burdelle, Jean-François Millet, Carrier entre otros artistas de renombre.


Colección latinoamericana

En la colección latinoamericana hay exponentes muy importantes como el uruguayo Torres García, una obra de Cándido Portinari un artista brasileño y hay una de las dos obras de García Amaral que hay en el país.


Colección argentina

En el arte argentino hay un panel destinado a los precursores. También hay un muy importante núcleo de obras de la generación del ‘80 y algunos retratos importantes.

Hay algunos paisajes de Prilidiano Pueyrredón que fue el primer artista argentino que le dio imagen al paisaje de La Pampa y una obra de Ángel Della Valle que se trata de la vuelta al malón, una pieza muy importante que ha sido portada de muchos libros.

También hay una sección de desnudos argentinos del siglo XIX y quizás las piezas más importantes y destacadas del arte argentino es “El hundimiento de Santos Vega” de Benito Quinquela Martín.

Otra obra muy importante es de Antonio Verni que es de principios del siglo XX y que fue pintada a lo largo de 37 años.


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