Lucini «sobrevalora» sus virtudes y establece «relaciones instrumentales»

Lo declaró en el juicio por femicidio el psicólogo que lo entrevistó. Planteó que en una oportunidad se refirió a la víctima como "una chorra que la habían echado de cinco empresas" y manifestó su disconformidad "con la cuestión referida al feminismo."

Rodolfo Fabián Lucini «conserva el criterio de realidad» con «una inteligencia normal». Un rasgo que lo caracteriza es el autocentramiento «sobrevalora las virtudes que tiene» y en cuanto a las relaciones interpersonales no alcanza «vínculos afectivos profundos» sino «relaciones instrumentales»: busca al otro por lo que le puede brindar en beneficio suyo. Estas conclusiones son las que expuso hoy el psicólogo forense del Poder Judicial ante el jurado popular en el juicio por el femicidio de María Marta Toledo. Dijo que en una de las últimas entrevistas que tuvo con el imputado se refirió a la víctima como «una chorra que la habían echado de cinco empresas.»

El testigo manifestó que Lucini le contó que trabajaba desde los 15 años en distintos rubros: en la venta de motos y autos, alquiler de cabañas, que poseía vehículos que le rentaba a la provincia, al ministerio de Desarrollo Social, también mencionó una relación laboral con la Legislatura. En la actualidad, afirmó que se dedicaba al recupero de bienes/ propiedades para una entidad bancaria y tenía un campo en La Pampa con ganado y granos, que estaba a cargo de otra persona.

Sobre la víctima, le comentó al psicólogo que era amiga de su pareja y que con él tenía un vínculo laboral: «que era compra y venta de distintas cosas a través de internet y que al momento de ser detenido ellos estaban en un negocio que era la compra de un container/contenedor de barbijos, en situación de pandemia, que iban a ser destinados a la provincia.»

Esto se contradice con la propia declaración de la defensa que en su alegato de apertura aseguró que ella le había dado mil dólares para invertir en un loteo y que por eso fueron el 29 de julio de 2020 a Centenario.

En el plano afectivo «llamativamente tiene un inusual problema para la percepción como la manifestación o exteriorización del afecto». «Es una persona que al nivel de las relaciones interpersonales va a tener dificultades», agregó.

Señaló que tiene «un potencial para poder producir conductas inapropiadas, desorganizadas, desadaptadas» que pueden ir desde agresiones verbales hasta físicas.

El imputado, explicó el testigo, «cree que está por encima del resto, ya sea poco o mucho, sus capacidades, sus habilidades, sus conductas, su forma de resolver los problemas él los ve por encima de lo que puede tener el resto».

El fiscal Agustín García le preguntó sobre cómo percibía a las mujeres, el psicólogo respondió que en tres oportunidades planteó su «disconformidad con las cuestiones referidas al feminismo, al matriarcado y a cuestiones de género.»

Su defensor, Roberto Berenguer, había expresado al iniciar el juicio que el imputado «colabora con proyectos en defensa de la mujer» en Centenario.

También declaró hoy el médico psiquiatra del gabinete forense. Lucini se negó a ser entrevistado por él, por lo que el testigo analizó el legajo hasta el 13 de agosto (eso incluye por ejemplo las actas de procedimiento policial, los informes de criminalística, los mensajes de la computadora personal de la víctima). La defensa le consultó sobre si había posibilidad de considerar que el imputado mató a María Marta en un contexto de emoción violenta, que es la teoría que intenta sostener para atenuar su responsabilidad.

Indicó que para que se genere una emocionalidad debe haber una «ofensa de magnitud, novedosa, inédita, improvista», «inimaginable que cobra tal fuerza porque horada la estructura moral.» Berenguer volvió sobre ese punto y marcó si ante una «amenaza» él pudo haber actuado de «manera irracional».

«No, porque si hablamos del plano irracional, hablamos de la torpeza, del descontrol, de la desarmonía, de la ruptura y esto tendría consecuencias en la conducta desplegada criminalmente que sería la contracara de lo que estudié en la causa», contestó el psiquiatra.


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