Macri y Cristina, frente a una crisis de liderazgo

Pasado el primer test del año, los analistas coinciden en que el resultado de la elección en Neuquén muestra la debilidad relativa de ambos frente al desafío de octubre. Sigue la polarización, pero ya no se descarta el surgimiento de una alternativa. El factor Lavagna.

Redacción

Por Redacción

Foto: archivo

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El calendario electoral ya está en marcha y la primera elección de gobernador, en Neuquén, tiene múltiples lecturas. Más allá del resultado numérico, lo sucedido allí proyecta especulaciones sobre la sucesión de elecciones que se viene y su impacto nacional. En ese escenario, las posibilidades de Mauricio Macri y Cristina Kirchner parecen depender, más que de sus virtudes, de que el otro sume rechazos. Roberto Lavagna muestra gestos de voluntad política cada vez más concretos, pero tiene sus limitaciones.

Río Negro consultó sobre estos temas a cuatro encuestadores y analistas: Ricardo Rouvier, Sergio Berensztein, Enrique Zuleta Puceiro y Analía del Franco.

¿Qué marca Neuquén?

Rouvier:“Neuquén marca una tendencia que vamos a ver todo el año: una acentuación del apoyo a los liderazgos locales, porque vivimos una crisis de liderazgos nacionales, el de Cristina y el de Macri. La otra cuestión es que la foto de Cristina no alcanza para ganar una elección. Y que Cambiemos va a sacar en las provincias resultados menores a los de 2017 y 2015”.

Berensztein: “La maquinaria del MPN funcionó con todo. Cambiemos se diluyó respecto de 2017. Si había un distrito que el gobierno tenía que estar seguro de que iba a tener una construcción política que le asegure el triunfo era Neuquén, por la cuestión Vaca Muerta. Rioseco era visto como una amenaza. Se puede nacionalizar, quizás no el resultado en sí, pero sí el modo de Cambiemos de desperdiciar oportunidades, por no hacer política. Pero el gobierno sacó un empate, para Cristina fue una derrota importante”.

Zuleta: “Tres conclusiones. La primera: la capacidad del MpN, y de cualquier fuerza provincial que gobierna, de imponerse sobre la polarización. La posición de gobierno da ventaja competitiva importante. Segunda: lección para la interna de Cambiemos y el radicalismo de que el votante anticristinista no va a dudar en moverse a aquel que le garantice frenar a Cristina. Tercera: se concretó el primer esfuerzo de unidad del peronismo, y lo siguieron casi 10 provincias. Pero la unidad no basta: aparece como ficticia, de emergencia. Tiene que decir qué va a hacer, cómo, definir equipos, todo eso se le exige”.

Del Franco: “Creo que hay un logro del peronismo, que es la unificación. Ubicarse segundo, más allá de que Cambiemos y MPN comparten electorado, no es menor. En la unidad hicieron un papel aceptable, pero imaginemos si hubieran ido separados. Podría funcionar como demostración para el PJ”.

¿Ganar por el rechazo?

Rouvier: “En la medida que Cristina sea candidata, la polarización está garantizada por el gobierno y aceptada por el kirchnerismo. Si se corre, cambia todo. En Argentina más que elegir proyectos políticos se elige en función de negatividades, respecto al pasado, a la corrupción o a la crisis económica. Los defectos van a hacer ganar a uno y perder a otro. Entre corrupción y economía, pesa más hoy lo segundo. Pero el kirchnerismo, además del tema corrupción, tiene otro: el estilo agresivo, el estilo amigo-enemigo. Parte de la sociedad no quiere saber nada con eso y el kirchnerismo no parece que vaya a dar marcha atrás con eso”.

Berensztein: “Es el round numero 12 de Rocky I. Están los dos destruidos, agotados, no pueden mover las patas. Bueno, el que mete la última mano gana. Si no hay nadie más, gana uno de esos dos. Pero está todo a punto caramelo para que surja una alternativa. Es verdad que siempre se habló de tercera fuerza y que nadie capitalizaba, pero nunca se tuvo como ahora a tantos gobernadores buscando alternativa, ni al sindicalismo, más si se suman al armado federal fuerzas como el MPN. Córdoba está preanunciando un peronismo frentista, amplio. Ese es el principal punto que vuelve a la elección más única que las anteriores. ”.

¿Lavagna se lleva la tercera fuerza?

Zuleta: “Lavagna es una candidatura, pero le pide a la política cosas que la política no le puede dar. Le pide a los candidatos que bajen su candidatura, pide un acuerdo entre todas las fuerzas políticas y sociales, que haya una catástrofe económica que él pueda solucionar, y no va a haber catástrofe antes de las elecciones. No es un político, fue un gran ministro de economía. Necesita que la política baje los brazos, se le sume y haga el esfuerzo de un pacto. Hay que ver si tiene la fuerza, los aliados y metodología de campaña”.

Del Franco: “Puede ser perfectamente una realidad. Tiene trayectoria económica que lo habilita, pero tiene otros problemas: buena parte del electorado sub-45 no lo conoce. Y eso no es sencillo, no es hacerlo conocido nada más: no lo valoran como pueden valorarlo otros mayores de 40 o 45. Ahí se tiene que posicionar y no creo que le sea fácil. Pero su aparición refresca, le dio dinamismo a la escena. Es un señor mayor, impone sus condiciones, no es altamente flexible para armar una ingeniería electoral. La demanda de gente que no quiere votar Macri ni Cristina está, pero la oferta falta que se plante”.

Agencia Buenos Aires | Sebastián Aulicino


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