Malestar por los que usan canales como piletas

No pueden ir a natatorios privados y muchos ocasionan desmanes. Consorcio, municipio y policía no llegan a un acuerdo para controlar.

CIPOLLETTI (AC).- Sin la opción de usar el agua del río Negro porque está contaminada por los líquidos cloacales que se descargan en «crudo», e imposibilitados de concurrir a piletas privadas por razones económicas, cientos de cipoleños de zonas barriales periféricas eligen los canales de riego como improvisados natatorios, aunque provocando daños tanto en las estructuras como en el normal funcionamiento de esos cursos, interfiriendo además en el sistema que beneficia a los pequeños y medianos chacareros.

En este sentido, el titular del Consorcio de Regantes, Edgardo Artero, calificó como «muy problemática» la situación, porque «no hay manera de solucionarla y la gente no entiende de ninguna forma que los canales son para que corra el agua para el riego de chacras y no para utilizarlos como piscinas».

Cuando el sol pega a a pleno y hasta el atardecer la gente se vuelca al canal paralelo a la ruta nacional 151, que luego distribuye el agua en las plantaciones de María Elvira y Confluencia; el de la avenida de Circunvalación, que deriva hacia la colonia La Falda y aledaños, y a otros, incluyendo el de Ferri, que articulan la intrincada red que hizo del Alto Valle un vergel.

Artero se quejó porque que desde hace años ocurre este fenómeno de «invasión y daños» en los canales, y que incluso hay denuncias en la policía, pero que al parecer «nadie quiere ponerle el cascabel al gato».

Como si fuera poco, hubo episodios de violencia, porque en el canal de Circunvalación hay chacareros y gente enviada por el consorcio que fue corrida por desaforados, que incluso exhibieron palos y en algún momento armas blancas.

Piedras contra un auto que pasaba por la ruta

Otro hecho lamentable ocurrió el sábado pasado, en la zona del canal paralelo a la 151, muy cerca del barrio «12 de Septiembre». Allí un grupo de menores y jóvenes arrojó piedras contra un auto que iba en dirección a Cinco Saltos. Cuando el conductor se paró a pedir explicaciones tuvo que salir derrapando en primera para no sufrir consecuencias físicas.

El titular del Consorcio de Regantes manifestó que los «bañistas» en reiteradas oportunidades afectan las compuertas, rompen los candados y cortan el flujo del agua con elementos tales como colchones, gomas, trastos viejos para improvisar piletones en los propios canales.

Sin probabilidad de escurrimiento, el agua se estanca y los chacareros de las diferentes colonias no reciben más que un hilo de agua.

«Es un desastre. Hemos informado de esto a todo el mundo pero parece que nadie los puede parar», sentenció Artero.

«¿Qué querés, que paguemos un «fangote» en las piletas?. Y aparte no nos dejan entrar. No podemos hacer otra cosa que bañarnos acá. Y no hacemos ningún daño, que no jodan. Están hablando pavadas», manifestó ayer Joaquín -poné «el Chirle», acotó el joven de unos 16 años, rodeado de muchachos de su misma edad y de otros más chicos, que lo apoyaban en cada una de sus vehementes expresiones.

Una consulta en la municipalidad obtuvo como resultado que en este tema la responsabilidad corre por cuenta del Consorcio.

Sin embargo, allí se dijo que ellos tampoco pueden actuar porque su gente sería agredida, y que por los daños en los canales y las estructuras -compuertas, candados- ya habían hecho, y no sólo este año, varias denuncias.

Por su parte, en la policía se indicó extraoficialmente que tal como están las cosas con la seguridad, los esfuerzos deben estar dedicados a la prevención del delito y a patrullajes en las áreas más conflictivas, por lo que no se está en condiciones operativas de derivar ni vehículos ni efectivos para sacar por la fuerza a la gente de los canales de riego.


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