Maniataron y golpearon a una mujer en Catriel
La víctima tiene un comercio y fue asaltada el martes. Dos violentos desconocidos robaron 150 pesos.
CATRIEL (ACA).- Una mujer mayor que vive sola y atiende su comercio ubicado en el mismo edificio donde tiene la vivienda, sufrió un violento asalto el martes a la noche. Dos desconocidos ingresaron rápidamente, bajaron la cortina metálica, y maniataron a la víctima llevándola por la fuerza hacia la vivienda que está detrás del salón comercial.
Los delincuentes revolvieron y rompieron todo lo que encontraron, buscando infructuosamente dinero. Se llevaron algunas cosas de relativo valor y desaparecieron.
Los gritos de la mujer alertaron a una vecina de la planta alta del mismo edificio, quien dio aviso a la policía.
El hecho causó conmoción en la ciudad, por la violencia con que se movieron los autores del robo, rompiendo todo a su paso y actuando a cara descubierta durante más de una hora, y aparentemente sin un trabajo de inteligenci previa, a juzgar por el magro botín que les significó el hecho.
El comercio está ubicado en la calle Roca casi España, muy cerca de la zona céntrica. Gracias al llamado de una vecina que escuchó los gritos de la víctima luego de que los ladrones se dieran a la fuga, la policía llegó pocos minutos después del hecho. La mujer de 55 años, estaba en estado de shock, por lo que no pudo dar demasiadas precisiones sobre las personas que la atacaron, como para que pudieran ser detectadas en la calle.
«Me gatillaron varias veces el arma en la cabeza, y me llevaron al baño diciéndome que me iban a matar. Yo les decía que se lleven el auto y las fotocopiadoras pero que no me hagan nada, pero seguían golpeándome en la cara. Mientras el más joven buscaba y me pedía dinero, el otro me zamarreaba, me gol
peaba y me gatillaba el arma en la cabeza. Me dejaron atada en el baño y se fueron», contó la mujer.
La víctima comentó que el hombre que ingresó primero le pidió que le haga diez fotocopias. Mientras realizaba esa tarea, el individuo le pidió que le mostrara algo que no recuerda y que estaba en una estantería. Cuando ella se dio vuelta, el hombre saltó el mostrador, le tapó la boca y le gritó «andá para atrás y no grites porque te mato». Inmediatamente ingresó el segundo delincuente, quien bajó la cortina metálica para impedir que se viera hacia adentro.
El hecho no llamó la atención, dado que era precisamente la hora en que los comercios cierran sus puertas, alrededor de las 21. Una vez en la vivienda, la ataron con cinta adhesiva para embalaje, le pusieron un repasador en la boca y reforzaron las ataduras con los cables del teléfono que arrancaron a los tirones, dejando a la vez la casa incomunicada.
Mientras la empujaban por la casa preguntándoles dónde había dinero, iban rompiendo las cosas que se encontraban sobre los muebles y descolgaban los cuadros en busca de una caja fuerte inexistente. En su violenta recorrida dieron vuelta las camas, rompieron muebles, sacaron cajones volcando su contenido en busca de algo de valor.
El botín fue magro ya que sólo se llevaron 150 pesos que encontraron en la caja registradora y algunos objetos de relativo valor que había en el lugar, además de sacarle los aros y cadenitas de oro que llevaba puesta la víctima, para luego darse a la fuga, aparentemente a pie.
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