Medias y barbijos, el complemento para expandirse en Viedma

Juan Carlos Gestoso, un viedmense que con perfil bajo cumplió cinco años produciendo medias.

La cuarentena por el coronavirus permite que muchas personas dispongan de un mayor tiempo libre para poder pensar y diagramar un proyecto, y así lanzar un emprendimiento. Y para aquellos que ya lo tienen también sirve para ajustar su propuesta y ver qué otras ideas se pueden sumar para expandirse.

Éste es el caso de Juan Carlos Gestoso, un viedmense que con perfil bajo cumplió cinco años produciendo medias en un prominente emprendimiento textil ubicado en el Parque Industrial capitalino.

Todo llama la atención porque resulta difícil en la actualidad sostener un proyecto textil frente a las grandes cadenas y la globalización, y quizá pudiera presentarse como el hecho de ir a venderle hielo a los esquimales.

Sin embargo, aunque mucho lo ayudó para arrancar su trayectoria comercial en la ciudad dentro del rubro indumentaria. Allí, empezó vendiendo sus medias de alta calidad.

El producto se llama “Dea2”. Gestoso hizo todo un juego de palabras con la temática de su negocio, y como estrategia de marketing.

“Se llama así porque empezamos con mi señora Andrea, y además las medias se usan de a dos”, explica.

El primer empujón lo dio años atrás un préstamo de la agencia provincial Crear. Con el tiempo lleva invertidos unos U$S 200.000 que le perdieron dotar a su planta con máquinas de origen italiano.

“El emprendimiento lo fuimos siguiendo de acuerdo a algunas variables que manejo yo, y otras que son las del país, y ahí ya nada tengo que ver”, cuenta sobre el puntapié inicial que le demandó mucho esfuerzo. “Si hablo de recuperar la inversión me tiro de cabeza al piso”, apunta.

En ese sentido, precisa que “primero tuvimos que desarrollar el proyecto porque cualquiera ve un calcetín terminado y cree que se trata de un pedacito de trapo muy sencillo de hacer, pero esta producción no es así”.

Gestoso detalla que “para llegar a ese pedacito de trapo hay que armar un programa informático, hacer el diseño, luego se levanta en un ‘pendrive’, se lleva a la máquina textil para darle las órdenes sobre el producto, el diseño, los colores y las letras del modelo”.

La composición de una media lleva un 80% de algodón, un poco menos de lycra que le brinda elasticidad porque el algodón no lo tiene, también se le añade un polímero de propiedades elásticas (elastómero) para el puño, en cambio el talón y la puntera llevan poliamida para que el producto tenga resistencia y el algodón se gasta.

El emprendedor comenzó a exhibir en su propio local esta llamativa mercadería, y a medida que se hizo conocer por la alta calidad, llovieron pedidos de una mutual de Neuquén, Comodoro Rivadavia y Santa Cruz.

A su entender “estamos haciendo un buen producto y noble, aunque con ciertos condicionamientos porque salvo el algodón, el resto se compone de materia prima importada”.

La época del coronavirus le dará cierto rédito. Tiene el permanente apoyo de un ingeniero mecánico de la sucursal argentina de las máquinas. Es que se trata de una estructura orientada fuertemente hacia las necesidades del cliente y a la inovación tecnológica lo cual hace que la firma Lonati S.p.A., de Brescia, Italia, sea uno de los líderes mundiales en la fabricación de máquinas de tejeduría de punto circular para la calcetería.

Esta empresa cuenta con más de 70 años de experiencia y un extenso know-how en el campo de las máquinas tricotadas para la fabricación de medias y calcetines para damas, caballeros, niños y usos médicos.

Como la firma tiene una producción anual de aproximadamente 10.000-11.000 máquinas de calcetería, las cuales se ofrecen más de 50 modelos diferentes, Gestoso podrá reconvertir su configuración para confeccionar barbijos y tapabocas.


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