Mil científicos descifran los secretos del cáncer

Un grupo de más de investigadores internacionales lograron secuenciar el genoma de cerca de 2.700 tumores, lo que contribuirá a comprender el proceso de mutación de las células cancerígenas y adaptar los tratamientos a cada paciente.

Penetrar en los secretos del genoma de los tumores cancerosos para comprenderlos mejor y combatirlos: es el proyecto titánico al que se consagraron más de mil científicos durante varios años, con la esperanza de lograr un día tratamientos personalizados y eficaces.


“Durante las últimas dos décadas, la comunidad científica se ha dado cuenta de que el cáncer es fundamentalmente una enfermedad del genoma, promovida por la acumulación gradual de mutaciones en las células”, describió en una rueda de prensa telefónica Lincoln Stein, del Instituto para la Investigación del Cáncer de Ontario (Canadá).

Según se explicó, esas mutaciones alteran los mecanismos por los cuales las células gradúan su crecimiento e interactúan con su entorno, y en un organismo humano se producen miles de millones de mutaciones, pero solo una pequeña cantidad deriva en cáncer.

La secuenciación del genoma completo de una gran cantidad de muestras tumorales ofrece una visión mucho más completa de los factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad.

Los conocimientos sobre el origen y la evolución de tumores podría permitir desarrollar nuevos procedimientos”.

Lincoln Stein, del Instituto para la Investigación del Cáncer de Ontario.


El conjunto de trabajos publicados en Nature analiza 2.658 muestras cancerígenas, junto con tejidos sanos asociados a cada una de ellas, que cubren 38 tipos de tumores.

En el 91% de las muestras cancerígenas estudiadas, los científicos identificaron al menos un gen como responsable del cáncer, mientras que en el 5% de los tumores no lograron encontrar pistas de las mutaciones que provocaron la enfermedad. “Eso indica que es necesario más trabajo en ese terreno”, subrayó la revista Nature.

En un organismo se producen millones de mutaciones, pero solo una parte deriva en cáncer.


Los datos divulgados ahora permitirán a los investigadores desarrollar técnicas, tanto para mejorar los tratamientos como para detectar nuevas oportunidades de detección temprana del cáncer.

Aunque no tiene aplicación terapéutica concreta a corto plazo, las enseñanzas teóricas son numerosas: mejor conocimiento de las mutaciones genéticas que provocan la multiplicación de células cancerosas, similitudes a veces sorprendentes entre diferentes tipos de cáncer o extrema variedad de tumores de un individuo a otro.

“Los conocimientos acumulados sobre el origen y la evolución de tumores podría permitir desarrollar nuevos procedimientos para detectar los cánceres antes, así como (desarrollar) terapias más personalizadas, para tratar a los pacientes más eficazmente”, espera Stein.


Una de las lecciones es la gran variedad de genomas de tumores cancerosos, explica otro científico implicado en el proyecto, Peter Campbell, del Wellcome Sanger Institute: “El hallazgo más impactante es la diferencia que puede haber entre el cáncer de un paciente a otro”.

Se debe al gran número de mutaciones genéticas que puede sufrir un tumor, y que a veces pueden depender de factores ligados al modo de vida del paciente, como por ejemplo el tabaquismo.


Diagnóstico precoz



Otro punto que ha salido a la luz con el estudio es que el proceso de desarrollo de algunos cánceres puede iniciarse años antes del diagnóstico, a veces incluso en la infancia. “Esto muestra que la ventana para una intervención precoz es mucho más amplia de lo que se pensaba”, dice Campbell.

Estos trabajos también muestran que desde el punto de vista genético, los cánceres que afectan a diferentes partes del cuerpo pueden tener más puntos en común de lo que se pensaba.

En números

1.300
científicos de cuatro continentes trabajaron para lograr la secuenciación del genoma.
2.658
muestras cancerígenas, junto con tejidos sanos fueron analizadas por el equipo.


“Por ejemplo, puede haber algunos cánceres de mama y de próstata en los que las mutaciones son similares”, según uno de los científicos, Joachim Weischenfeldt, de la Universidad de Copenhague.

“Esto quiere decir que a un paciente afectado por un cáncer de próstata se le podría administrar el mismo tratamiento que el que se administra habitualmente a una paciente aquejada de un cáncer de mama”, sostiene.

De manera general, un mejor conocimiento de los cánceres desde el punto de vista genético podría mejorar la localización en los casos en que el diagnóstico es complicado y permitir personalizar más los tratamientos en función de las mutaciones específicas de una u otra enfermedad.


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