Análisis: Otro momento incómodo para el MPN
La adaptabilidad que siempre manejó el partido provincial lo pone, otra vez, en una encrucijada: populismo o liberalismo.
El MPN sufre los cambios de rumbo de los gobiernos nacionales y las transiciones. Gestionando recursos dolarizados, siempre se sintió más cómodo con las expresiones liberales. Pero desde la Ley Corta, que traspasó la propiedad de los recursos naturales a las provincias, también sabe reciclarse para conseguir una mejor posición para la fuente de riqueza local: los hidrocarburos.
Lo vivió en carne propia el exgobernador Jorge Sapag con la expropiación del 51% de las acciones de YPF a la cercana Repsol. Buscó infructuosamente otras alternativas, pero terminó acompañando la decisión centralista del kirchnerismo.
La Legislatura neuquina votó ayer por mayoría el rechazo al decreto nacional. La iniciativa fue propuesta por el bloque del MPN y apoyada por opositores.
Esta vez es el turno de Omar Gutiérrez y se lo nota incómodo. Debe ensayar un delicado equilibrio con un gobierno que generó condiciones inmejorables para el negocio petrolero y que ahora amenaza con borrar lo construido, mientras el país transita un cambio político que parece no terminar de convencer al gobernador neuquino.
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