Muerte de una egresada: “Nunca estaremos conformes, a Juli no la devuelven más”

En la previa al juicio por la muerte de Julieta Uriarte, que falleció en Bariloche durante un viaje de egresados, su hermana mayor pidió Justicia. “¿Por qué tuvo que morir Juli para que cambiara (el sistema de salud en el turismo estudiantil)?” reclamó Alejandra.

Habla pausado y de tanto en tanto, se le entrecorta la voz. “No puedo saber si hoy mi hermana estaría con nosotros pero siempre me va a quedar la duda de qué hubiera pasado si la hubieran derivado a algún centro. Si hubieran hecho el intento”.

Alejandra Uriarte es la hermana mayor de Julieta. Le llevaba 11 años. La despidió cuando viajó a Bariloche con sus compañeras egresadas del colegio 203 de González Chávez. Lo que nunca imaginó es que no volvería a verla.

Junto a sus padres, participó el jueves pasado de la audiencia de control de acusación en la que se definió la acusación por “homicidio culposo” contra los dos médicos, Rodrigo Andrada y Marisa Figueredo, que atendieron a Julieta cuando comenzó a sentirse mal y hasta horas antes de su muerte por un cuadro de meningitis.

“Esa audiencia nos removió todo. No conocíamos a los médicos que atendieron a Juli y fue muy fuerte verlos ahí. Una mezcla de impotencia y bronca”, reconoció la mujer.

Queremos que se haga justicia. Que Juli pueda descansar en paz. Los médicos no actuaron como deberían haber actuado.”

Alejandra Uriarte, hermana de Julieta, la joven fallecida.

El abogado de la querella pidió una pena de 5 años de prisión para los médicos imputados. “¿Están conformes con el pedido?”, le preguntó Río Negro. “Uno nunca va a estar conforme porque a Juli no la devuelven más. Nada va a alcanzar. Ya no tengo a mi hermana”, sentenció. Sin dudarlo, afirmó: “Todo este tiempo vivimos muy angustiados. Con mucho dolor. Hace 3 años y 7 meses que falleció mi hermana. Y hubo muchas cosas que no se dijeron”.

Julieta comenzó con malestar el 4 de octubre del 2015. Consultó a un médico que le indicó un antiinflamatorio. Al otro día, ya con 39 grados de fiebre, el médico le recetó paracetamol. Al siguiente, ya no tenía fuerza para levantarse de la cama pero la médica no la derivó a ningún centro de salud.

“Mi hermana falleció a las 16 y nos llamaron recién a las 20. ¿Por qué tanto tiempo? Mi mamá estaba trabajando y la llamaron por teléfono. Le dijeron simplemente: ‘¿hablo con la mamá de Julieta Uriarte?´. ‘ Si´, les dijo mi mamá. ‘ Su hija está muerta´. No sabemos ni quien llamó”, recordó con tristeza Alejandra 11 años mayor que su hermana.

Los dos médicos imputados en la causa por la muerte de Julieta Uriarte. Foto: gentileza

El último contacto telefónico que la familia tuvo con Julieta fue una hora antes de su muerte. “Podés no darte cuenta de algunas cosas pero para eso están los estudios, los exámenes, las tomografías. La hubieran derivado a un centro de atención”.

También se refirió al cambio en el sistema de salud que se implementó en el sector del turismo estudiantil tras la muerte de Julieta. “Sí, cambió todo. Pero a ella nadie me la devuelve”.


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