Falta agua potable en Bariloche, la paradoja de la ciudad de los lagos

Miles de personas que viven en barrios del este y del sur de Bariloche padecen cada verano serios problemas de abastecimiento del suministro. La falta de obras de captación para potabilizar son el principal problema. Ayer se manifestaron en Arsa.

Bariloche tiene el privilegio de estar ubicado en un lugar increíble de la Patagonia. La ciudad está rodeada de cerros y lagos. Sin embargo, miles de habitantes de esta ciudad padecen constantes problemas con el servicio de agua potable. Muchos viven en barrios que se levantaron frente al imponente lago Nahuel Huapi, pero reciben a cuentagotas el vital elemento, sobre todo, en verano. Una ironía.

Los cortes de servicio y la falta de presión son los trastornos habituales con los que conviven desde hace tiempo las personas del este de Bariloche. También, lo sufren vecinos de algunos barrios de la zona sur, como El Frutillar. Y en el oeste. Allí, los habitantes de los sectores cercanos a la laguna El Trébol esperan desde hace años que se ejecuten obras de infraestructura para garantizar la provisión del agua potable para acompañar la demanda de una ciudad que crece sin pausa.

Ayer un grupo de vecinos de la zona este reclamó frente a Arsa y advirtieron que si no hay respuestas, en cinco días podrían cortar la ruta.

Cada verano los reclamos por la escasez de agua potable se repiten. Se anunciaron obras para resolver el problema. Pero como ocurre con bastante frecuencia, entre los anuncios y las ejecuciones de las obras hay un plazo enorme.

El ministro de Obras Públicas de Río Negro, Carlos Valeri, anunció a principios de abril pasado que el gobierno nacional financiaría la construcción de una toma de agua en el lago Gutiérrez, con el ducto, la cisterna y las obras secundarias necesarias para abastecer a los barrios de la zona sur de Bariloche. Valeri dijo en esa ocasión que la obra de agua proyectada garantizará el servicio a 65.000 habitantes.

«Estamos cansados de que cada verano pase lo mismo», insistieron los afectados por la falta de agua. Foto: Marcelo Martínez

Los meses pasaron sin grandes novedades. A finales de octubre último, el diputado nacional de Juntos Somos Río Negro, Agustín Domingo, informó que la obra de provisión de agua proyectada desde el lago Gutiérrez como otra prevista desde el Nahuel Huapi habían sido incluidas en el presupuesto nacional 2023 con partidas por algo más de 3.000 millones de pesos.

Río Negro intentó comunicarse con Valeri para conocer si hubo avances en relación con esas obras, pero el ministro no respondió. “Respecto a la obra de captación de lago Gutiérrez está a la espera de financiamiento nacional. Está con el presupuesto nacional aprobado”, informaron desde el área de prensa del ministerio a cargo de Valeri. Indicaron que es una obra con un presupuesto que se aproxima a los 1.900 millones de pesos. Aseguraron que la obra depende del gobierno nacional. “Nación tiene ahora que llamar a licitación porque sale con fondos nacionales”, explicaron.

Ningún responsable de la empresa estatal Arsa, a cargo de la prestación del servicio en Bariloche, respondió a las requisitorias de este diario. Sin embargo ayer, en una protesta de vecinos se presentó el subgerente regional Martín Descalzo quien atribuyó el problema al crecimiento de la ciudad que no logra ser cubierta con la infraestructura actual.

“El problema principal radica en la falta de caudal de agua que hay en el abastecimiento para el este. La toma esta en los manantiales (arroyo Ñireco) que ya es ineficiente para tanto crecimiento que tenemos en estos años, en toda la zona este”, describió Myriam Flores del barrio 270 Viviendas.

“Necesitamos una solución con una nueva toma de agua. Es un proyecto que se viene hablando hace más de 10 años y nunca se implementó”, sostuvo.

Cifra

39.189
usuarios tiene hoy Arsa en Bariloche a los que les presta el servicio de agua potable. En 2017 eran 34.523.

Dijo que desde el DPA les informaron que el proyecto para hacer la obra está en marcha. Pero no se materializa.

“Nosotros estamos reclamando desde 2013 el faltante del fluido indispensable que es el agua”, dijo el presidente de la junta vecinal del barrio Las Victorias, Víctor Araujo.

“La ciudad fue creciendo, el desarrollo viene para el este y ya faltaba agua. Con todo lo que siguió creciendo se exacerbó todo y esta necesidad es cada vez más notable”, lament y dijo que la única solución “es hacer una nueva planta potabilizadora para el este de la ciudad”. Admitió que una obra de esa magnitud llevará tiempo.

Dijo que se hicieron obras complementarias para paliar el problema en el verano. “Y después se construyó la cisterna de la Paloma y eso nos ayudó muchísimo, pero es lo único que se pudo construir”, manifestó.

Las Victorias tiene dos cisternas. “¨Pero es un barrio que tiene 1.300 lotes y vendrán unos 800 más. Además de todo lo que crece alrededor de nuestro barrio, así que la necesidad es importante”, observó.

Durante el día casi siempre te quedás sin agua, no podés lavar ni bañarte. Vivo hace 10 años en el barrio y todos los veranos es igual”.

Sandra Lobos, vecina del barrio El Frutillar, ubicado en la zona sur de Bariloche.
En el barrio El Frutillar la escasez de agua potable es una constante cada verano. Foto: Chino Leiva

Afirmó que estos días de enero faltó agua en barrios como Aldea del Este, Las Marías, Villaverde. “Evidentemente hay que hacer inversiones importantes hasta que se pueda hacer esta planta”, opinó.

Dijo que lanzaron una campaña de concientización en el barrio para evitar el derroche de agua.

“Es importante que el Estado provincial haga obras para acompañar el desarrollo urbanístico de Bariloche”, enfatizó. Araujo defendió la idea de trabajar en equipo para tener una planificación ordenada. Señaló que se hicieron barrios “sin factibilidad de agua potable, con una manguera”. “Y la verdad que en Bariloche no puede estar pasando eso”, opinó.

“Por favor, tomense las cosas en serio, ponganse a trabajar porque la ciudad necesita inversiones. El vecino no quiere que se le regale nada, sino que se le de un servicio acorde y el vecino va a pagar”, aseguró Araujo.

Sandra Lobos vive en el barrio El Frutillar y cada verano ocurre lo mismo. Contó que la casa tiene tanque de reservas, pero son dos familias las que viven en ese lugar. “En el día no podés usar agua y recién a las dos de la madrugada viene con un poco más de presión”, explicó. “A veces me tengo que ir a bañar o a lavar ropa a la casa de mis viejos, que viven en el barrio Lera”, comentó.


El intendente también reclama


El intendente Gustavo Gennuso se refirió al problema en una entrevista con este diario. Aseguró que son obras que desde la municipalidad reclamaron durante mucho tiempo. “Una es la del lago Gutiérrez y otra la del lago Nahuel Huapi”, aseveró.

Sostuvo que los proyectos están en el Ente Nacional de Obras Hídricas y de Saneamiento (Enohsa). “La gente del DPA o de Arsa tienen que entender que yo tengo la misma desesperación que mis propios vecinos. No vemos que las cosas avancen y cuando abrís la canilla ahora en verano no sale agua y eso nos desespera a todos los vecinos, particularmente, a los que no tienen agua y nos preocupa muchísimo”, afirmó Gennuso.

Dato

1.900
millones de pesos es el presupuesto asignado por Nación para la obra de agua desde el lago Gutiérrez.

“Por eso, la vehemencia en poder expresarlo”, planteó en relación a los cuestionamientos que formuló días atrás hacia el ministerio que conduce Valeri. Dijo que Arsa “tiene muchas obras abiertas en la ciudad que uno las ve todo el día perdiendo agua, como en calle Moreno y uno se empieza a poner nervioso. ¿Cuándo terminamos esto? Tienen una obra ahí frente al casino, un pozo que empezó hace ya tanto tiempo que los pastos ya pasan las vallas. Y no es la ciudad que yo quiero”, señaló el intendente.

En relación a la obra proyectada en lago Gutiérrez, afirmó que hay avances. “Está determinado el terreno donde se va a hacer la cisterna, el bombeo, el DPA está trabajando, ha mensurado. Hay un avance muy pequeño, pero hay un avance, pero necesita una inyección de fondos”, enfatizó.

“Acá estamos hablando de 1.500 o 2.000 millones de pesos cada una de las dos obras, pero la verdad que una sola ya aliviaría mucho las cosas. Las dos ya sería para el futuro de la ciudad”, destacó.

Tenemos el lago Nahuel Huapi al frente, en el caso de Las Victorias y no tenemos agua; la verdad que es algo de no creer”.

Víctor Araujo, presidente de la junta vecinal del barrio Las Victorias.

Un caso emblemático: el barrio que hace 17 años espera un servicio esencial


Los habitantes de los barrios El Campanario, Valle del Sol y Laguna El Trébol esperan desde hace 17 años acceder al servicio de agua potable. Se trata de una zona distante a 18 kilómetros del centro. A pesar de que viven a corta distancia de los lagos Moreno y Nahuel Huapi, los vecinos no tienen un servicio esencial, porque la obra de la red de distribución no se hizo.

La pelea por el acceso al servicio comenzó hace casi 17 años. Golpearon todas las puertas de los despachos oficiales durante más de una década. Solo escucharon promesas, pero el problema no se resolvió. Este verano la situación es delicada porque hay una prolongada sequía. Muchas familias se abastecen de agua de pozos, que extraen con bombas o compran agua que traslada un camión.

El clorificador instalado en el oeste para llegar a los habitantes del barrio El Trébol. Foto: Chino Leiva

Ana Bagnolo, que integra la junta vecinal del barrio Laguna El Trébol, informó que una cisterna para una familia tipo necesita alrededor de 3.000 litros. La municipalidad cobra 2.100 pesos por semana por la provisión de esa cantidad de agua. Es decir que 12 m3 al mes demandan unos 8.400 pesos al mes.

En cualquier barrio de Bariloche, el costo por el servicio que brinda Arsa es mucho menor.

Recordó que la obra de la red troncal se hizo hace 2 años. Se instalaron los tanques de reserva y las bombas. Pero ni el gobierno provincial ni el municipal quieren hacer la obra de distribución para llevar el agua a cada una de las 170 familias de esa zona.

Indicó que, cansados de que nadie los escuche, en la primavera del 2021 salieron a la ruta a manifestarse y pedir por agua potable y bocas de incendio por el riesgo permanente que hay en una zona de abundante vegetación. “Solo entregamos folletos para concientizar sobre la problemática que vivimos y se enojaron en Provincia y ahí se cortó toda la comunicación del ministro de Obras Públicas Carlos Valeri con nosotros”, relató Bagnolo.

Dijo que varios dirigentes políticos fueron hasta el barrio a ponerse a disposición. Pero fueron solo gestos. Hasta el intendente Gustavo Gennuso “vino acá a sacarse una foto y nos dijo que nos iba a ayudar”.

Los vecinos saben que la red de distribución demanda de una inversión millonaria. “Pero necesitamos que alguien lo haga”, sostuvo.

En un documento público se consignó que en 2009 fue aprobada la realización de la Red de Agua Potable del Barrio Laguna El Trébol por el decreto 162/09. Hasta se le asignó un presupuesto y el préstamo fue aprobado por el Enohsa para hacer la obra.

Entre 2010 y 2016, el DPA hizo 3 licitaciones públicas. Todas quedan desiertas. “Años más tarde, nos informaron que el motivo fue porque los mecanismos de ajustes para actualización (de precios) no estaban de acuerdo al proceso inflacionario y en consecuencia los montos quedaban desajustados (atrasados), cuestión que ahora estaba solucionado”, sostuvieron en ese documento.


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