Los nuevos “Cole” de Neuquén pasaron el primer examen con éxito

En el primer mes de funcionamiento del nuevo sistema de transporte urbano los usuarios destacaron el cumplimiento de las frecuencias, los nuevos recorridos y el sistema de cobra de pasaje. El precio del viaje continúa siendo un problema.

Con el inicio de marzo y del ciclo escolar en Neuquén capital, comenzó la circulación en forma total del nuevo servicio de transporte urbano, con una notoria aprobación por parte de los usuarios. Hay críticas, pero no son unánimes ni comentarios devastadores sobre el uso del colectivo, como lo fue hasta diciembre.

Tras 10 años de permanentes reclamos y con un diagnóstico de que los usuarios del sistema de transporte de Neuquén “naturalizaron” que el servicio era malo, la repercusión del primer mes de puesta en marcha del nuevo sistema, es buena.

La suba del viaje a 130 pesos, resultó el talón de Aquiles de la buena nota al momento de evaluar el costo del pasaje: “Es caro, para la gente que tiene que hacer cuatro viajes, se hace cuesta arriba”, indicaron varios usuarios. Desde el municipio informaron que desde el 13 al 28 de febrero se registraron unos 600.000 pasajes vendidos.

No hubo datos el mes completo, porque los nuevos coches comenzaron a hacer los recorridos sin cobrar, ya que las maquinitas no estuvieron colocadas hasta la segunda semana . En febrero de 2022, la cifra fue de 890.000 boletos.

“No sabía que las maquinitas te activaban, yo recargo con Modo, pero se activa la SUBE en la estación del Ferrocarril”, dijo una usuaria de la zona de barrios de 127 hectáreas, al sur este de la ciudad. “Allá pasa sólo el 17 y no hay lugares o muy pocos, donde recargar la SUBE; la recargaba con MODO y me iba hasta el Jumbo, para activarla”, describió.

En comparación con el anterior prestador (que desde diciembre hizo el servicio con incontables fallas desde que se conoció que otro grupo empresario ganó la concesión), las y los pasajeros opinaron en positivo respecto del cumplimiento de las frecuencias, el estado de los colectivos y la prestación que ofrece la aplicación de celular.

En forma llamativa, mientras algunas personas consultadas valoraron como muy útil la aplicación para conocer los recorridos y la cercanía de los coches a la parada, otras usuarias indicaron que no era exacta y brindaba mala información.

“Depende de la señal. Pero está muy buena; si vas tarde, por ejemplo, y vas a la parada, te das cuenta si lo alcanzás a tomar o no. Es re exacta”, dijo una de las usuarias jóvenes, que vive en Balsa Las Perlas.
Aseguró que el cambio de la concesión en febrero, les cambió el uso de transporte. “Antes , desde las 12 hasta las 3 de la tarde, no tenías un solo colectivo. Y después de esa hora, uno cada tanto. Ahora pasan cada 40 minutos”, sostuvo.

“A mí me hizo perder el cole varias veces, dice que está pasando cuando ya pasó”, se quejó una vecina de la zona de Gregorio Álvarez, que usa varias de las líneas que llegan por avenida del Trabajador, por el Metrobús.

En todos los casos, destacaron que los coches están limpios, frescos los días de agobiante calor y que las frecuencias se cumplen, o encuentran rápidamente un colectivo para ir a destino, tengan o no un buen servicio de la aplicación.

La vieja concesión que el grupo Indalo traspasó a Autobuses Neuquén (del grupo Autobuses Santa Fe) durante el desarrollo de su prestación, fue licitada a partir de febrero por 10 años a dos firmas:Ko Ko y Tigre Iguazú.

Entre ambas empresas tienen 3 grupos de recorridos y cada agrupamiento de líneas, usa 60 coches.
Mientras en febrero habían 120 por el período de receso, en esta semana ya son 180 unidades en los diferentes circuitos, se informó desde la comuna.

Una pareja que dijo ser de Cuenca XV, aseguró que los choferes “viejos” no respetaban las paradas en aquella zona de meseta y que usaban un diagrama diferente al que figura en la aplicación. Se trata de casi la última urbanización antes de llegar la Autovía Norte, en el extremo noroeste de Neuquén.

Y señalaron un dato complejo: “los que armaron el diagrama del colectivo en Cuenca, deberían tener en cuenta que pusieron las paradas en varios lugares que están cerca de los kioscos. Allí la gente no espera”, dijeron en referencia a viviendas en las que consideran que hay compra – venta de sustancias ilegales.

Ellos usan la línea 12, 14 y la 26. “Lo malo que trajo el sistema nuevo, fue el boleto caro. Por lo general andamos en moto, pero se me rompió y hoy tenemos que ir por varias escuelas porque andamos buscando bancos, y llevamos gastado un montón en el transporte. No sé qué hará la gente que tiene que tomar siempre cuatro colectivos por día”, dijo el matrimonio.

La concesión de las firmas Ko Ko y Tigre Iguazú inauguró un nuevo diagrama vial que armó el municipio por sobre el carril exclusivo del Metrobús, que nace en la avenida Novella y que transita casi 7 kilómetros por avenida Del Trabajador hasta llegar el microcentro.

“Acá nunca tuvimos colectivo, ahora llega el 16”, dijeron algunas pasajeras que esperaban a la vera de cordón cuneta en la calle Poliansky, en cercanías de Casimiro Gómez.

Mario Pérez viaja diariamente y por razones laborales, después de las 11 hacia el microcentro de Neuquén. “Acá no pasaba, para ir al trabajo tenía que bajar hasta la Novella, varias cuadras y dos veces me robaron de noche mientras esperaba el colectivo, porque está oscuro. Ahora lo tomo a media cuadra, por 1 de Enero. La aplicación es exacta, me dice en qué momento viene el colectivo”, aseguró.


No hay refugios en los nuevos recorridos de la zona Oeste


Las vecinas que usan el servicio del colectivo 16 o la línea 1 esperaban el colectivo arriba del cordón cuneta y al lado de un poste -como los de luz, que tiene el número del colectivo, y ése es el lugar de arribo y bajada de pasajeros.

A pleno rayo de sol, no hay refugios para las y los pasajeros en esa zona de las troncales Poliansky, 1 de eEnero, o 1 de Mayo, en la zona de Gran Neuquén Sur y Gran Neuquén Norte.

Los vecinos saben dónde están las paradas por el cuadrado azul (como el color de los colectivos) que tiene el número de la línea en el centro y está colocado en un poste, igual a los del tendido de la luz, a unos 3 metros del cordón cuneta.

No hay casetas de espera ni veredas a la vera de Poliansky o 1 de Enero, que son los nuevos circuitos de los colectivos.

En el trayecto de Novella, pero por fuera del sistema del Metrobús donde los refugios son amplios y amarillos, hay algunos chicos de color azul. También están las esquinas que tienen las señas de ser lugar de ascenso y descenso de pasaje, pero sin casetas, ni viejas, ni nuevas, ni de las que quedaron antes de la remodelación de las paradas en la gestión Cambiemos. Los pasajeros no se quejan de la falta de casetas, porque ahora les llega el transporte.

“Nunca pasó el colectivo por acá, éstos son los primeros. Antes había que bajar hasta la calle Novella”, dijo entusiasta Julio Santana de Altos del Neuquén.

La parada que nunca apareció, fue la superestructura inteligente, que costó millones y era de multifunciones en el Parque Central, en Sarmiento y San Luis.


Puntos para el estado de las unidades


En las dársenas de arribo y llegada de pasajeros de calles Sarmiento y Mitre, en la zona céntrica, se distribuye y llega todo el pasaje de la zona norte, sur y oeste de la ciudad.

Al consultar sobre las bondades y las fallas de la nueva concesión de Ko Ko y Tigre Iguazú, los pasajeros coinciden en marcar el cumplimiento de las frecuencias y el buen estado de las unidades, además del sistema de aire acondicionado en este verano que resultó sofocante por las altas temperaturas.

Hubo sectores que requirieron “ajustes” ni bien arrancó la concesión: Parque Industrial, Bardas Soleadas y Colonia Nueva Esperanza, según reconoció el propio municipio que rediagramó algunos circuitos por las críticas de usuarias de la zona alta de la ciudad. Hubo cambios de paradas de ascensos y descenso de pasajeros.

Marcelo es repostero y del barrio ribereño de Altos del Limay, viaja habitualmente hacia el centro por compras e insumos.

“Por ahora anda bien, pero se desvía mucho en algunas calles por los arreglos que están haciendo. El sistema se ve que está mejorado y la App es bastante precisa. Con el anterior sistema, se retrasaba siempre”, señaló.

Desde el sector de Los Polvorines, José de 73 años, criticó la evaluación temprana del sistema. “Vengo al médico o de compras, pero hay que ver cómo funciona dentro de 6 ó 7 meses. Ahora si no andan bien, sería un escándalo, porque son nuevos”, agregó. Para Viviana, que viaja desde Balsa Las Perlas, la línea que la trae hacia el centro “hasta cambió el andar, porque no sólo se retrasaban y pasaban cuando querían, sino que estaban tan maltratados, que una deseaba bajarse antes de llegar ”, aseguró.

Fernanda destacó que la mayoría de los colectivos tienen espacios para personas con problemas de movilidad y en sillas de rueda. “Ahora se ven más, antes poco, pero dependen mucho de la solidaridad de la gente para acomodarlos en el colectivo”, sostuvo.


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