Nació a pasos del mar y su destino podría ser la calle

Los padres de Jazmín, la beba nacida en El Cóndor, buscan un lugar para vivir tras su paso por la Toma de la villa turística.

Sociedad

Jazmín Bravo eligió, sin que nadie se lo pregunte, venir al mundo en El Cóndor, cerca del mar. Sus padres se habían instalado en una carpa del tipo “iglú” en la Toma de la villa marítima pero con la recién nacida no tienen dónde vivir. Desde el lunes próximo, el grupo familiar podría quedar en situación de calle.

El nacimiento fue casual, y luego de una serie de situaciones azarosas que debió atravesar la familia Bravo. Se vio obligada a retornar desde Bariloche al lugar porque a Nicolás (25) -padre de la criatura- se le estaba muriendo su madre, Corina Rubilar.

Nicolás y Laura (35) se habían conocido en el verano de 2015 en Bariloche. Como pareja decidieron volver a Viedma radicándose en la Toma hasta que los echaron del rancho que ocupaban.

Por ese motivo decidieron probar suerte nuevamente en la ciudad lacustre. Allí, vivían en condiciones precarias pues ocupaban parte del edificio abandonado de la ex clínica Arbos, en Diagonal Capraro y Sarmiento; y les costó conseguir un empleo seguro.

Cuando se enteraron que Corina moría, y la suerte no los acompañaba en la zona Andina, apareció la mano solidaria de un hermano de Laura que les pagó los pasajes en colectivo hasta Bahía Blanca. Desde la ciudad bonaerense -con el riesgo de un embarazo en su punto culminante- “hicimos dedo” para llegar a El Cóndor el lunes pasado; declararon a DeViedma.

Al día siguiente, los Bravo vivieron dos sensaciones afectivas contrapuestas. El nacimiento de Jazmín y el deceso de Corina.

Ahora, buscan dejar de lado la improvisación, y revuelven cielo y tierra para conseguir un lugar más acorde con el advenimiento. “Si fuera por nosotros -apuntaron- dormiríamos en una carpa, sin embargo está de por medio la criatura”.

El calor del verano se puede disimular. Lo peor serán los próximos meses cuando aparezca el frío invierno, al lado del mar, y con total carencia de elementos calefaccionantes.

Es moneda corriente que las personas que viven en la calle no suelen reunir buenas condiciones de salud debido a la falta de recursos, y más cuando hay criaturas en el medio.

El Servicio Social del hospital Zatti, donde Laura permaneció dos días tras ser derivada en ambulancia del Centro de Salud de El Cóndor, consiguió asilarlos hasta el lunes en un céntrico residencial capitalino.

“Por ahora nos está ‘bancando’ Verónica la asistente social que consiguió alojamiento en el hotel por unos días, después no sabemos qué hacer y veremos qué surge porque no vemos ninguna oportunidad de vivienda, en La Boca (El Cóndor) o en Viedma”, indicaron.

Mantienen firme la esperanza de volver a la villa marítima por cuanto Nicolás debe consolidar un nuevo vínculo familiar tras la muerte de su madre. El argumento es que “ahora falta mi ‘vieja’ y me tengo que hacer cargo de mis cuatro hermanitos más chicos que viven en la Toma con mi padre, y cuyos ingresos son solo las changas”; declaró.

Enrique Camino, ecamino@rionegro.com.ar


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