Nación le baja el pulgar al gasoducto de Vaca Muerta

La licitación prevista se suspendió indefinidamente. Desde Nación aseguran que no estaban dadas las condiciones y que “faltaban estudios básicos de viabilidad”.

El gasoducto a Vaca Muerta, una obra clave para la colocación de la mayor producción del fluido que generen los desarrollos no convencionales, está a un paso de ser sólo un lindo recuerdo.

Desde el gobierno nacional se suspendió al calor de la cuarentena obligatoria la licitación pero ahora la decisión de bajarle el pulgar a la obra podría ser definitiva dado que desde la cartera de Energía se advirtió que no estaban dadas las condiciones para el llamado a licitación.

“Pensé que le íbamos a meter pata y cuando pedí los antecedentes me encontré con que faltaban estudios básicos de viabilidad, técnicas, económicas”, aseguró el subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, Juan José Carbajales en una entrevista online del sitio especializado EconoJournal.

El funcionario de peso en la cartera de Energía explicó además que “muchos empezaron a decir por qué no hacer obras menores, loops, llevar gas al norte, y creo que para ese lado va”.

Carbajales señaló que “a GNEA le falta el 2% para llevar gas a 4 ó 5 provincias” y advirtió que “GNEA se va a terminar, y el gasoducto del centro se verá si no hay opciones en el corto plazo que sean más oportunas”.

La línea permitiría llevar gas a más consumidores.

Un punto sobre el que se entremezclan tanto la dificultad para hacer frente a una inversión de no menos de 800 millones de dólares para su primera etapa, con la posibilidad de hacer obras menores y más económicas que permitan viabilizar el gas teniendo en cuenta además la caída en la producción.

La obra fue anunciada con bombos y platillos por la anterior gestión nacional a principios de julio del año pasado. La nueva traza representaba tras más de 30 años la creación de la tercera concesión nacional de transporte de gas y por eso ya se la había bautizado como Transportadora Gas del Centro (TGC), dado que su traza iría justo en medio de las existentes de TGN y TGS.

La primera fecha de apertura de ofertas fue el 12 de septiembre del año pasado, pero pocos días antes Nación postergó por 60 días la apertura ante el pedido de algunas empresas de tener más tiempo para analizar el pliego.


La segunda fecha de licitación fue el 12 de noviembre del año pasado, una fecha que quedó entrampada en la crisis macroeconómica potenciada por los resultados electorales.

Ya para ese momento conseguir el financiamiento para la obra se vía como algo muy complejo, más allá de los fondos nacionales y de un organismo internacional que ofrecía el gobierno.

En números

800
millones de dólares es el costo que se estimó para el primer tramo del nuevo gasoducto troncal.


A principios de noviembre la licitación fue nuevamente postergada, esta vez hasta el 31 de marzo de este año. Con ese cambio de fechas la decisión final quedó en manos del nuevo gobierno y se fundó en la necesidad de incorporar un diseño diferente, que contemplara el paso de la obra por la línea Cardales, algo que haría que la obra fuera más económica.

Pero para el 31 de marzo la cuarentena obligatoria ya regía en el país, la crisis macroeconómica había escalada y a nadie le sorprendió que sin anuncios, ese día la licitación no se realizó. “La obra está suspendida”, remarcó Carbajales a la vez que precisó que en estos días se analizan otras opciones que sean menos costosas y más ajustadas a la nueva realidad.

Los detalles de cómo sería la tercera licencia de transporte del país

El nuevo gasoducto troncal preveía partir desde la planta de acondicionamiento Tratayén de Transportadora Gas del Sur (TGS) en Neuquén para interconectarse en un primer tramo con la planta compresora Saturno, sobre el gasoducto Neuba II en inmediaciones de Salliqueló, provincia de Buenos Aires.

Esta primera etapa debía realizarse en un plazo de ejecución de 18 meses desde la adjudicación que originalmente estuvo fechada en octubre, por lo cual se esperaba que este primer tramo nodal estuviera en funcionamiento antes del invierno de 2021.

El dato

12
de septiembre fue la primera fecha para la apertura de ofertas, luego llegaron las postergaciones.


La traza de esta primera etapa sumaba 570 kilómetros y se proyectó con un ducto de un diámetro mínimo de 36 pulgadas, una presión mínima de 95 bar y una capacidad de transporte de no menos de 15 millones de metros cúbicos de gas con la posibilidad de poder llegar a los 40 millones de metros cúbicos día con ampliaciones de compresión.

El segundo tramo previsto contemplaba partir desde la plana compresora de Saturno e interconectarse con los tramos finales del sistema de Transportadora Gas del Norte (TGN) en las inmediaciones a la localidad de San Nicolás, también en la provincia de Buenos Aires.

La obra

570
kilómetros es la extensión que tendría el primer tramo, desde Tratayén a Salliqueló.


La traza de este segundo tramo era de 470 kilómetros en los cuales se contempló un ducto de 30 pulgadas con una presión de 95 bar y una capacidad mínima de transporte de 20 millones de metros cúbicos por día, también con la posibilidad de ampliarse a 24 millones de metros cúbicos por medio de ampliaciones en la compresión.

Esta etapa final de la obra se esperaba que estuviera finalizada en noviembre de 2024.


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