No aparece el cartel que marca el centro clandestino La Escuelita de Neuquén

La cartelería del señalamiento fue robada en noviembre del año pasado. Por la ley de Sitios de Memoria, requiere de una infraestructura específica y aún no fue repuesta.

El cartel que marcó el señalamiento del centro clandestino de detención en Neuquén en los fondos del Batallón, aún no fue repuesto después de que se lo robaran a fines del año pasado, en las semanas previas a que se iniciara un nuevo juzgamiento por los crímenes cometidos durante la dictadura.

A fines del año pasado la subsecretaria de Derechos Humanos de Neuquén, Alicia Comelli, solicitó una investigación en el fuero federal por considerar que no se trató de un acto de vandalismo ni el accionar del viento ( como pudo haber ocurrido antes), ya que el señalamiento fue arrancado de sus cimientos.

Según se prevé, la cartelería será repuesta por Nación como parte del programa Sitios de Memoria, ya que responde a especificaciones técnicas fijadas en la ley nacional de Sitios.

La señalización como Sitio de Memoria fue en 2.018 tras un largo derrotero de gestiones y de acreditación de fallos judiciales para identificar que en ese lugar, se torturó durante la última dictadura cívico militar. Lo mismo ocurrió con las comisarías de Cutral Co y Cipolletti, la delegación de la policía Federal en Neuquén, la ex U9 y la torre Del  Periodista.

En la previa al juicio que se inició en diciembre contra 15 responsables de las desapariciones de artistas, militantes, universitarios y secundarios (junio de 1976) del señalamiento no quedaron ni las bases de cemento, igual como fue desmantelada en 1.996 la vieja construcción blanca que era el símbolo de los tormentos, pese a que había una orden judicial que lo prohibía.

Según se anunció esta semana la Administración de Bienes del Estado (AABE) firmará con la provincia un acuerdo de uso para que se efectivice el proyecto de desarrollo del lugar en 4 hectáreas cuando se efectivizó el traspaso desde el Ejército al Estado.

Está previsto que se preserve intacto el lugar donde estuvo la construcción en la que se mantuvo en cautiverio a las personas que desaparecían en el Alto Valle durante la dictadura. Cuando se firme el convenio, habrá 90 días para producir el cerramiento y delimitar el espacio reservado para el resguardo de las bases de lo que fue el símbolo del horror, y los espacios restantes destinados a la promoción del ejercicio de memoria


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