La Batalla por el Empleo: Humanos vs. IA

El ser humano siempre ha sentido curiosidad y temor hacia lo desconocido, una cuestión innata que nos ha unido a través de los siglos. Una de nuestras inquietudes ha sido el funcionamiento de la mente y un interrogante ¿podemos replicarla para mejorar nuestra productividad?

Tanto Aristóteles describiendo elintelecto paciente(nous pathetikos ) y el intelecto agente (nous poietikos) para explicar el funcionamiento racional de la mente;ó de Ramón Llull, quien planteó el desarrollo de una máquina llamada el Ars Magnacon la idea de implementar el pensamiento en forma artificial en un objeto mecánico a los fines de descubrir verdades teológicas, o en su caso los mitos del titán autómata Talos que protegía a la isla de Creta de invasores, o también el mito romántico de la autómata de mármol Galatea y Pigmalión. Todos mitos e historias que demuestran que la curiosidad por simular la inteligencia humana en un autómata u objeto mecánico proviene con anterioridad a las investigaciones de redes neuronales iniciadas en la década de 1940.

Ahora bien, hoy en día, nos encontramos en una etapa que proyectamos las realidades, cumpliendo estos deseos con una inteligencia de apoyo, que nos ayuda en tareas básicas o administrativas, pero también con nuevos miedos hacia el fututo desconocido y el recuerdo de un evento del pasado que también significó una revolución tecnológica. ¿Estamos ante una oleada de desempleo mundial?

En el avance actual de las IAs aún cometen errores y requieren supervisacion, una persona experta en el área que se dedique a evaluar los resultados, detectando los errores y reportándolos.

Creemos que existe una nueva dinámica en el mundo laboral,el trabajador no es un mero elemento prescindible que deja espacio libre a la automatización, podría convertirse en “trabajador-director”, sumamente imprescindible y necesario, ya que sin éste solo se tendría una herramienta, sin cuidado, que podría generar errores sistemáticos difíciles de detectar.

Últimamente, empresas como IBM han declarado contratarán trabajadores que estén capacitados al trabajo con IAs, se ha convertido en un requerimiento esencial en determinadas empresas, y poco a poco lo harán en futuras, por lo que no estaríamos hablando de una desaparición del trabajo, sino de una evolución del mismo. La OIT no está ajena a esta situación y en uno de sus últimos estudios sugiere que la mayoría de los puestos de trabajos están solo parcialmente expuestos a la automatización, puesto que es más probable que sean complementados por las IAs a que desaparezcan.

Esto puede conllevar a una evolución importante en la Ley de Contrato de Trabajo argentina, en cuanto a la jornada laboral, la cual podría reducirse sin afectar a la empresa ni al trabajador, además de plantearse cuestiones sobre cómo se mediría el tiempo de trabajo en un caso donde las actividades podrían seguir funcionando en forma constante, sin necesidad de que el empleado tenga que estar en todo momento dirigiendo la IA. Y deja a las vistas la necesidad de capacitarse en estas herramientas en constante evolución.

Con la noticia de “Mika”, la primera IA que ocupa el puesto de directora ejecutiva en la empresa licorera “Dictador”, y cuya función es analizar datos para poder detectar potenciales clientes y nuevos empleados que beneficien a la empresa, se plantea una IA como CEO.Pero el presidente de la mencionada empresa ha manifestado que Mika es tan solo una herramienta de apoyo, que brinda ventajas y funciones adicionales a la empresa, las decisiones más importantes, como contratar o despedir personal, siguen estando a cargo del personal humano. Nos encontramos aquí con un ejemplo perfecto de transformación sustancial del trabajo, y no de su eliminación.

Esta transición esta guiada por el ser humano, por lo que es éste y no la inteligencia artificial es quien debería determinar las consecuencias y resultados de dicha implementación. Para ello es necesario participar del cambio.

Abogado. Miembro del Instituto de Derecho e Inteligencia artificial dirigido por la Dra. Vanesa Ruiz.