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La nueva alianza evangélica


La gobernadora Arabela Carreras dio otro paso de acercamiento con la asociación de pastores de la provincia, esta vez para fomentar las expresiones culturales de las iglesias.


A pesar de que la Constitución de Río Negro prohíbe el dictado de normas que apoyen o ataquen una religión, la gobernadora Arabela Carreras avanza en su alianza con el evangelismo. A la cobertura de salud para los pastores y el acceso a planes de viviendas a los líderes religiosos de más de 60 años, le sumó ahora un pacto con la secretaría de Cultura para extender la voz de este sector en toda la provincia.
“Todos los habitantes de la provincia tienen libertad absoluta de profesar y ejercer pública y privadamente su religión, no pudiendo la provincia dictar leyes que restrinjan o protejan culto alguno. Nadie está obligado a declarar la religión que profesa”, señala la Constitución.


Esta vez el acuerdo fue con la Asociación de Pastores de Iglesias Evangélicas de Río Negro (Apier), que integra la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera).


“Este convenio es un avance muy importante en dos sentidos: podemos llegar a donde ustedes están siempre y desde el Estado no llegaríamos de otra manera, y podemos apoyar al desarrollo, al perfeccionamiento y sostenimiento de todas las expresiones culturales que los fieles llevan adelante, y con una alta calidad”, le dijo la gobernadora a un auditorio de fieles.


¿A qué lugar al que no llega el Estado sí llegan estas organizaciones? ¿Con qué mensaje se llegará? ¿Cuáles son las expresiones culturales de los fieles?


Se trata de las organizaciones que emprendieron una campaña contra la serie “El Reino”, que muestra las disputas de poder y dinero en una comunidad evangélica. Uno de sus pastores pidió que la obra se levantara y Aciera llegó a decir que “esa ficción es el resultado de su comportamiento fascista contra la cultura evangélica de la Argentina y es derivada de su militancia feminista durante el debate de la ley del aborto”. Se refería a Claudia Piñero, autora del libro original.


Este grupo religioso se opone a la despenalización del aborto legal y seguro, y resiste los contenidos de educación sexual integral (ESI) que deben darse en las escuelas de nuestro país.


“Podemos llegar adonde ustedes están”, les dijo. Con tal de obtener los votos, se hacen pactos con sectores que están en contra de la educación sexual o el aborto legal y seguro.



De hecho, creó en Río Negro una mesa “para contrarrestar todo avance que dañe a nuestros hijos”. La idea de este comité es dar “herramientas que ayudarán a las familias como a los pastores y líderes a combatir la ideología de género en el marco de las leyes impuestas sobre ESI”.


Su idea es que “las personas valoren que la sexualidad es un ámbito de nuestro ser creado por Dios, para que podamos desarrollarnos en plenitud como hombres y mujeres creados a su imagen”.


Y tampoco les huyen a los asuntos médicos: “Desde el departamento de Bioética de Aciera queremos hacer especial hincapié en la transformación de la cultura y la sociedad. Sabemos que quien cambia las vidas es Dios a través del Espíritu Santo”.


La gobernadora Carreras no es evangelista ni católica ni judía ni musulmana; profesa el budismo, que es más una filosofía que una religión.


Cuando ella (o los tantos políticos que se acercan a las organizaciones evangélicas) teje estas relaciones buscan votos más que espiritualidad. Y los pastores lo saben.


Los dos millones de pesos que el secretario de Cultura de Río Negro, Ariel Ávalos, se comprometió a entregar a la asociación de pastores parece poco, pero la verdadera alianza no es por dinero sino por poder.


La política en Río Negro no sucumbió todavía al avance de las religiones sobre la cuestión pública. Lo más cercano es el caso de Alejandro Marenco, que es pastor y maneja la obra social del Estado, el Ipross.
Todos los que eran senadores y diputados nacionales en 2019 por la provincia le dieron su voto a la despenalización del aborto y en reglas generales tienen una visión alejada de los dogmas y cercana al avance y defensa de los derechos. Hoy esa fotografía sería diferente.


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