Patrullas perdidas y el doble conforme
Con la excepción de 2012, cuando llevó a Cristina Fernández en la boleta, el MPN siempre dio libertad de acción a sus afiliados para las presidenciales.
El eléctrico concejal Claudio Domínguez salió con los tapones de punta y marcó la pauta política de la semana. El movimiento que generó al decir que trabajará para la candidatura del porteño Horacio Larreta y la devolución de críticas al expetrolero Guillermo Pereyra, fueron suficientes para que Jorge Sapag tenga que salir a aclarar las cosas: no es la lista Azul la que se pronunció y a Pereyra hay que tratarlo bien. Por más que las teorías conspirativas sean tentadoras, lo que pasó no fue un movimiento en dominó, pero tampoco el edil es una patrulla perdida, como quisieron maquillarlo varios dirigentes del MPN.
El partido provincial no levantó nunca el pie del acelerador desde la seguidilla de elecciones locales y nacionales del 2021. Tampoco lo hará ahora, porque tiene elección de autoridades y porque planifica unificar las de gobernador e intendente en 2022 y, claro, separarlas de las nacionales.
Con la excepción de 2012, cuando llevó a Cristina Fernández en la boleta, el MPN siempre dio libertad de acción a sus afiliados y simpatizantes para las presidenciales. Esta vez no será la excepción más allá de las preferencias de sus dirigentes. Entienden que el caudal de votos que tiene para ofrecer la provincia no es significativo en el total del país, sin embargo, suele funcionar como una fabulosa herramienta para intervenir la vida local de los partidos nacionales.
Domínguez dejó en claro que lo hacía a título personal. Pero aun tomando la textual sería ingenuo que, por lo menos, no lo sabían dirigentes de la Azul de cercanía como Omar Gutiérrez o Mariano Gaido. Sin embargo, la versión se mantiene a raja tabla y hasta desde el entorno de Rolando Figueroa, a quien algunos Azules le adjudicaron la maniobra, dieron crédito a la autonomía del concejal.
Como fuese, Domínguez no fue el primero que se reunió con la gente del armado de Larreta. También lo hicieron Marcos Koopmann y el propio Figueroa.
El fantasma que los asusta es la reedición de aquel acuerdo de pragmatismo histórico entre Ramón Rioseco y el fallecido Horacio Quiroga.
El sector hegemónico del MPN sabe que necesita agrupar lo mas posible, así sea con un fuerte ruido interno, y no permitir que lo mismo pase en la oposición. El fantasma que los asusta es la reedición de aquel acuerdo de pragmatismo histórico entre Ramón Rioseco y el fallecido Horacio Quiroga, cuyos continuadores empezaron a tirar nuevamente líneas.
El plan de ampliación incluye un pacto de no agresión a Pereyra aun sabiendo que el Caballo se prepara para relinchar. Ese fue el límite que salió a corregir el exgobernador Sapag tras los dichos del edil, quien siguió en las redes sociales con el repaso histórico del vínculo del exgremialista y Mauricio Macri.
En la misma sintonía, la de acercamiento, trabajó Gutiérrez para apoyar al secretario general de Petroleros Privados, Marcelo Rucci, en la primera negociación que debió enfrentar con las cámaras empresarias. Fuentes al tanto de las conversaciones aseguraron que las comunicaciones entre el gobernador y el petrolero fueron fluidas y se consiguió disipar el temor de las compañías sobre el carácter inflexible del rinconense y las sospechas de necesitar un doble conforme para acordar con el sindicato de Vaca Muerta.
Si bien no hubo firma aseguran que los reclamos están encaminados. No así el pedido de 60% de aumento que pretende el sindicato.
El otro fantasma de la Azul son las encuestas (las propias y ajenas). Figueroa, que no estará el 23 en El Chocón, sigue encabezando los sondeos y con esa credencial busca esquivar una interna partidaria mientras mantiene la puerta abierta para una salida por fuera. Por el contrario Koopmann parece no despegar ya que esta semana, otro de los candidateables, Gaido, anunció su reelección en la ciudad.
El doble conforme del oficialismo emepenista, Gutiérrez y Sapag, mantiene la estrategia trazada: que caminen la cancha los jugadores y después se verá. Sin embargo, la presencia visible y activa del exgobernador parece ventilar el rumbo de la estrategia. No habrá que sorprenderse, en caso de insistir en la misma hoja de ruta, que lo que se renueve sea la táctica.
Journalism Trust Initiative Nuestras directrices editoriales

Te puede interesar
Más de servicios
Con la excepción de 2012, cuando llevó a Cristina Fernández en la boleta, el MPN siempre dio libertad de acción a sus afiliados para las presidenciales.
El eléctrico concejal Claudio Domínguez salió con los tapones de punta y marcó la pauta política de la semana. El movimiento que generó al decir que trabajará para la candidatura del porteño Horacio Larreta y la devolución de críticas al expetrolero Guillermo Pereyra, fueron suficientes para que Jorge Sapag tenga que salir a aclarar las cosas: no es la lista Azul la que se pronunció y a Pereyra hay que tratarlo bien. Por más que las teorías conspirativas sean tentadoras, lo que pasó no fue un movimiento en dominó, pero tampoco el edil es una patrulla perdida, como quisieron maquillarlo varios dirigentes del MPN.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios