Exclusivo Suscriptores
Un país en venta
No advierto de qué cadenas nos ha venido a liberar el Gobierno. Pero en cambio observo con absoluta evidencia, el propósito de liberar al poderoso capital internacional de los que gobiernan el mundo, de todos los obstáculos que impiden la apropiación de nuestros bienes.
Nuevo gobierno en Argentina. Manifiesta que viene a libertar a los argentinos. Veamos. Tratando, como siempre, de analizar los hechos sin ningún interés partidario. El presidente propone al Poder Legislativo cientos de reformas que tienen incidencia constitucional, urgiendo su despacho y argumentando un estado de emergencia nacional. El viejo truco de plantear con apuro una cantidad enorme de medidas imposibles de resolver de inmediato, ( ya que por su importancia, requieren un tratamiento particularizado y cuidadoso análisis ) , logrando que al menos algunas de ellas sean aprobadas.
A la vez, solicita facultades extraordinarias por dos años con opción a dos años más. El art. 76 de la Constitución Nacional “prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración o de emergencia pública “, pero con plazo de ejercicio y bases fijadas por el Congreso. La oposición habría adelantado que limitaría esa autorización a un año. Otro viejo truco : pedir en exceso, para obtener , aunque reducido, aquello que se pretende. Con lo cual, el Congreso se sometería a conceder la suma del poder público al Ejecutivo, en un acto reñido con la democracia. Y más propio de una dictadura.
En efecto, no solo estaría en cuestión si se comparte la existencia de un estado de emergencia, sino además el contenido de las atribuciones legislativas a las que se está renunciando. Habida cuenta de los innumerables propósitos reformistas del Ejecutivo, habría que considerar la pertinencia del Art. 29 de la Constitución Nacional : “El Congreso no puede conceder al Ejecutivo Nacional…facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarle sumisiones o supremacías por los que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la Patria”.
Analicemos entonces , dada la imposibilidad de tratarlos particularmente por su abundancia, cuales serían algunos de los propósitos que , eventualmente, se concretarían, en ejercicio de las facultades delegadas.
Ha propiciado el Ejecutivo, liberar a los capitales extranjeros de las limitaciones legales para la compra de tierras. Recordemos que el territorio, la población y una organización política, son los elementos que conforman un Estado. Nuestro territorio, en venta.
Propició la libertad de los capitales extranjeros, para que sus flotas navegaran y pescaran en nuestro mar territorial (200 millas), eliminando nuestras medidas de protección, respecto de los miles de barcos que depredan constantemente las costas de América latina (la de las venas abiertas).
Propició la venta del Banco Nación. Institución que fué factor decisivo en el desarrollo de nuestro país, desde 1891, y lo sigue siendo, aportando además cuantiosos ingresos al Estado Nacional. Libertad de compra para el capital financiero internacional. Acabo de leer el interés expresado por la Banca Morgan, sobre la ” excelente oportunidad de invertir que ofrece la Argentina”. Y la imagino propietaria de nuestro Banco, con sus 739 sucursales en el país, y sedes en Bolivia, Paraguay, Brasil, Uruguay, EEUU, España y China. Un emporio que la haría dueña del giro financiero , con consecuencias tremendamente dañosas para nuestra independencia económica.
Propició la venta de empresas del Estado, libertad para que el capital internacional se lleve nuestro gas, nuestro litio, nuestra línea aérea, e incluso, reemplazando siempre las finalidades humanistas por criterios mercantiles. Incluyendo hasta nuestros clubes.
Razones de espacio me limitan. En resumen, no advierto de qué cadenas nos ha venido a liberar el Gobierno. Pero en cambio observo con absoluta evidencia, el propósito de liberar al poderoso capital internacional de los que gobiernan el mundo, de todos los obstáculos que impiden la apropiación de nuestros bienes. Con la consiguiente pérdida de todos los elementos que garantizan la soberanía y el ejercicio del poder, y que por ende, en lugar de hacernos libres nos convierte en esclavos.
Leamos otra vez el artículo 29.
Por último. Nuestro país en venta. Los contenidos humanistas reemplazados por criterios mercantiles, utilitarios. Un futuro pendiente de la responsabilidad de nuestros legisladores, por lo que hago votos para que, fundados en valores morales , y consustanciados con la defensa de nuestra soberanía, le encuentren el verdadero sentido a la palabra “libertad”.
*Abogado, ex vocal del TSJ neuquino.
Comentarios