Ortega no cede y asegura que los opositores detenidos son «agentes de Estados Unidos»
Aseguró que pretenden derrocarlo. El presidente de Nicaragua enfrenta una creciente presión internacional por el enrarecido clima institucional en el país centroamericano.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega aseguró que los opositores detenidos en su país son «agentes» de Estados Unidos que querían derrocarlo, mientras la CIDH atribuyó los arrestos a «una nueva fase de la represión» en la nación centroamericana, a cinco meses de las elecciones.
Hasta el miércoles había unas 19 personas detenidas por «incitar a la injerencia extranjera» y «aplaudir sanciones» contra el gobierno sandinista, entre ellos cinco aspirantes a la presidencia, políticos, un banquero y hasta excamaradas de armas de Ortega.
La creciente presión internacional para que Ortega ordene liberar a los políticos opositores llevó a la Organización de Estados Americanos a emitir una dura condena contra el gobierno nicaraguense, a la que el Argentina se abstuvo de adherir, lo que provocó críticas internas y externas al presidente Alberto Fernández.
Pero, para el gobernante, no se trata de «candidatos» ni «políticos» sino de «criminales» que atentaron «contra la seguridad del país», al tratar de organizar un «golpe de Estado».
«Eso es lo que estamos persiguiendo, eso es lo que se está investigando y eso es lo que se castigará en su momento», dijo. Los acusó de ser «agentes del imperio yanqui», que «conspiran contra Nicaragua, para derrocar al gobierno».
«Que no vengan con el cuento de que son candidatos, aquí no hay ningún candidato inscrito, no ha llegado el tiempo para que haya candidato», aseguró Ortega, quien había mantenido silencio desde que inició la ola de arrestos en el país.
En medio de pedidos de la comunidad internacional para que libere a los detenidos, el gobernante aseguró que «no hay un paso atrás, solo hacia adelante».
– «Criminales» –
Ortega, un exguerrillero que ya había gobernado de 1979 a 1990, regresó al poder en 2007 con el izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y se mantiene allí tras dos reelecciones sucesivas. Tiene como vicepresidenta a su esposa, Rosario Murillo.
Sus adversarios estiman que buscará un cuarto mandato en los comicios del 7 de noviembre.
Ha sido acusado por la oposición y la comunidad internacional de gobernar de manera autoritaria, tras la brutal represión de las manifestaciones contra su gestión en abril de 2018, que dejaron más de 300 muertos y miles de exiliados, según organizaciones de derechos humanos.
Para el gobierno de Ortega esas manifestaciones fueron un intento de golpe de Estado auspiciado por Washington.
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